domingo, octubre 26

El sufrimiento, nuestro gran amigo.




Esta más que claro que a nadie nos gusta sufrir, pero la verdad es que el sufrimiento es como un gran amigo que se preocupa por nosotros. Viene para decirnos las cosas claras, pero como no nos interesa lo que nos cuenta, le giramos la cabeza y no le escuchamos. Así cada vez el no los dice mas fuerte, con mayor intensidad, con mas sufrimiento y nosotros nos vamos haciendo mas ciegos. Finalmente sube de tal manera el volumen, que tenemos que escucharlo y hacerle caso, entonces desaparece.
He conocido situaciones que en la relación de pareja uno de ellos, no era honesto con la otra persona, siéndole infiel y contándole mentiras constantemente. El afectado en estas situaciones suele ser y quiere ser ciego, pero alguna amistad cercana que ve lo que pasa realmente, entonces se lo cuenta. El afectado no quiere creer lo que le dicen y termina tachando de mentiroso a la persona que se lo cuenta y rompiendo la amistad. Finalmente todo se suele saber. Debemos tener claro que el sufrimiento no aparece por casualidad, sino que viene por alguna razón.

Desde mi punto de vista, el sufrimiento tiene tres aspectos principales:

1- Motivador:
Voy a contaros un cuento: Hubo un tiempo muy lejano en el que dios vivía en la tierra, junto con los hombres y con el mismo aspecto que ellos. Un día que iba caminando por el campo, un campesino se le acerco y le dijo:
- Dios no tienes ni idea de agricultura, con las condiciones climáticas que nos das es complicadísimo poder trabajar el campo.
-Si crees que podrías hacerlo mejor, te daré un año entero para que tu decidas las condiciones mas adecuadas para la cosecha.- Contesto dios.
-Eso esta hecho, yo te demostrare como debe hacerse.- Dijo el campesino.
Durante ese año el campesino tubo poder absoluto para hacer lo que creía más correcto para favorecer la cosecha. Le daba sol cunando le hacia falta, lluvia cuando necesitaba agua, una brisa de aire la mecía muy suavemente para no estropearla. Ninguna tempestad vino para dañarla, ni heladas, ni plaga alguna de insectos. Todo lo que el campesino creía que necesitaba su cosecha se lo proporcionaba. Así fue haciéndose una cosecha hermosa, creciendo y creciendo, hasta que llego el día de la recogida. El campesino fue para recoger la cosecha y cual fue su sorpresa al ver que todas las plantas se encontraban vacías, no había ninguna con frutos.
En ese momento paso dios por allí y se encontró al campesino total mente desconcertado.
-Como puede haber ocurrido esto, cuando necesitaban sol, agua lo que fuera, se lo daba inmediatamente y han crecido vacías totalmente de frutos.- Dijo el campesino a dios.
- No han tenido motivación, les has puesto todo tan fácil que no han crecido correctamente, les faltaban desafíos algo que las impulsara a moverse, a crecer y dar sus frutos. Las plantas tienen que luchar contra las adversidades y así se hacen fuertes y fértiles.- Contesto este.

Los mismo nos pasa a las personas nos vamos acomodando en la vida, no estamos bien pero nos quedamos quietos, adormecidos en la zona de seguridad, muchas veces por miedo a los cambios. Entonces la vida viene y nos empuja con sufrimiento, para que busquemos estar mejor, estar bien, así es como aprendemos con la búsqueda, con la experiencia. Debemos tener claro que la vida es una evolución constante, un camino a recorrer hasta que dejemos este mundo, por lo que es imposible parase o negarse a seguir aprendiendo y creciendo.
Alguna vez habéis estado mucho rato sentados en el sofá. Al principio uno esta bien, pero cuando lleva algunas horas el cuerpo esta pesado y mas cansado, entonces nos entre pereza y aunque no estamos a gusto tampoco nos movemos. En estas situaciones suele llegar hambre, dolores en el cuerpo, falta de aire fresco, calor… que vencen la “perritis” (pereza) que se ha apoderado de nosotros para que nos levantemos y movamos. En la vida pasa igual.

2- Indicador:
Cuando viene el sufrimiento, a través de angustias, miedos, aburrimiento, monotonía… en vez de quejarse, dejarse llevar por el y padecerlo siempre, uno tiene que aprender a escucharlo que es lo que quiere decirnos. ¿Por que me pasa esto? ¿Que tengo que aprender para que vaya desapareciendo? Si os acostumbráis a observaros y sois capaces de responder a estas preguntas haciendo los cambios tanto internos como externos necesarios, veréis como vuestra vida va poniéndose en orden y cada vez habrán menos cosas que os hagan sufrir, así solucionáis aspectos incorrectos que son necesarios cambiar, siendo así mas felices.

3- Unos zapatos pesados que nos ponen los pies en la tierra.

Un cuento de la mitología Griega:
Icaro era el hijo del arquitecto del reino, su padre había construido el laberinto del minotauro para el rey Minos, por lo que vivían de una forma cómoda bajo la protección del rey. Un dial esto cambio, el rey se enfado enormemente con su padre por lo que ordeno que lo encerraran en la torre, rodeada de los jardines poblado por el peligroso minotauro. Desde allí su padre ideo un plan para escapar de la su prisión y huir de la isla. Ponían migas de pan para que comieran las aves, así fueron recogiendo una gran cantidad de plumas. Estas plumas junto con la cera de las velas, las utilizaron para construirse un juego de alas inmensas para cada uno. Así que una vez terminadas decidieron ponérselas y escapar.
Antes de salir el padre de Icaro le advirtió: “No vueles muy bajo pues te podrá alcanzar las olas del mar y no vueles muy alto pues el calor del sol puede derretir la cera de las alas”
Después de asentir Icaro afirmando haber comprendido las recomendaciones de su padre, se ajustaron las alas y se dispusieron a volar.
Las alas enseguida se hincharon con el aire y comenzaron a planear, volaron y volaron, sobrepasando Samos, Delos y Lebintos. La gente los veía volar, era una imagen bellísima con el sol de fondo, todos creían que eran dioses y les gritaban como a tales. Icaro sintió que todo el mundo le veía como un dios y el mismo llego a creérselo. Empezó a volar haciendo piruetas, enseñando la belleza de su vuelo y olvidando las recomendaciones de su padre, quiso subir alto, muy alto, se sentía como un dios volando. Así fue subiendo acercándose al sol, este cada vez le calentaba con mas fuerza por lo que se fue derritiendo la cera , hasta conseguir deshacer sus alas, haciéndole caer sobre el mar y murió. Se había creído un dios, se había creído superior a los demás.

El camino de la felicidad va unido al del conocimiento y crecimiento personal, para conseguir esto uno de los aspectos mas importantes es la humildad. Cuando las cosas nos van siempre bien empezamos a creernos poderos, mas listos, mas guapo, mas fuertes...mejores que los demás. El sufrimiento nos pone los pies en el suelo, y sentimos esa unión, esa cercanía con las demás personas viéndonos a la misma altura.


Constantemente me encuentro personas a las que hay cosas que les causan sufrimiento (tensiones, miedos, inseguridades, tristeza…) y me dicen: es que yo soy así, no lo puedo evitar. Es cierto somos así, hasta que llegado un momento determinado, nos cansamos y aburrimos de sufrir siempre por esas cosas, ahí con esta decisión es cuando creamos una fuerte intención, que será la que nos de la voluntad para cambiar, dejar de sufrir y crecer.

La vida: Un libro abierto para ti.




Cierto día esperando en la cola de una carnicería, en un papel pegado en la pared, me encontré con una historieta que te voy a contar.
Un campesino iba por la montaña con su asno, en cierto momento que el asno marchaba a cierta distancia, cayo en un pozo seco. El campesino ante esta situación decidió que como el asno era ya viejo y como el pozo había que taparlo, lo llenaría de tierra . Cogió la pala y empezó a echar tierra al pozo, así palada a palada fue pasando el día. Ya iba terminando y empezaba a esconderse el sol, de repente se quedo pasmado el campesino con lo que estaba viendo, la cabeza del asno apareció por hueco del pozo y de un brinco salió. El asno había ido sacudiéndose toda la tierra que le caía sobre los hombros, haciendo que fuera bajo sus pies, por lo que pisándola bien la convertía en una buena base par subir. Así lo que hacia es que toda esa tierra en vez de ir aplastándole la había utilizado para cimentar bajo el una superficie sólida, haciéndole crecer.
Una de las cosas mas importantes que debemos trabajar es la actitud interna, como nos ponemos ante las cosas. La idea es que cualquier situación esta ante nosotros por una razón por lo que en vez de intentar correr a escondernos, o enfadarnos, debemos observar bien para sacar todo el jugo. Así vamos aprendiendo de las cosas que nos pasan en la vida y en vez de enterrarnos y hundirnos , nos hacen crecer, nos hacen mas fuertes, y somos capaces de disfrutarlas.
Para esto son muy importantes las técnicas de Yoga, pues gracias a ellas vas obteniendo unos resultados reales, de serenidad, de observar y de saber estar. Las técnicas de respiración por ejemplo nos ayudan a que las cosas no se nos lleven con tal fuerza que nos quedemos rígidos, sin la capacidad de pensar. Es una maravilla poder centrarse en el aire que entra en nuestro cuerpo y las energías y sensaciones que nos transmite. Con esto somos capaces de estar ante al situaciones con una forma de pensar mas amplia, ayudando a buscar la mejor solución.
A lo largo del día nos pasan constantemente situaciones, que nos alteran con mas o con menos fuerza, cualquier cosa que te de una sensación desagradable es una cosa a trabajar. Así poco a poco vamos consiguiendo pasar los días con mayor serenidad, disfrutándolos. Si antes desde buena mañana ya me enganchaba, con tensiones, en los atascos, cuando alguien me pitaba, cuando algo no salía como yo esperaba... ahora no.
Intento concentrar mis energías en las tensiones correctas para cada situación, dejándolas atrás una vez solucionado, no estoy con las tensiones de las cosas que me han pasado antes ni las que “creo” que pueden pasar después, así me concentro totalmente en lo que estoy, aprendo y disfruto.
Recuerda, los problemas son como una bendición disfrazada, una lección que nos manda la vida disfrazada de problema, de sufrimiento, para que así aprendamos y crezcamos. No es lo mismo ponerse ante un problema o algo que me fastidia, a cambiar la actitud y ponerse ante un reto, una situación que con mis aptitudes puedo resolver y así aprender y crecer. Ya sabes cuando te veas ante un problema, date cuenta y mentalmente dices: “ Bendición disfrazada”.
La vida es el libro mas perfecto para aprender, no lo hace por causarnos dolor, aunque solo a través del dolor vamos cambiando y aprendiendo. Observa y veras como la vida pone ante ti no una situación, sino un montón a lo largo del día, por las que pasas sin dificultad, sin dolor son lecciones que ya están aprendidas, en las que te enganchas estarás constantemente sufriéndolas hasta que les saques la lección que lleva para ti.
Hay una ley del universo, la ley de economía que dice: “Todo lo que existe es porque es necesario”, así que si no quieres que exista, que no este en tu vida haz que deje de ser necesario. Aprende la lección.


Escrito por Sergio.


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sábado, octubre 25

Cuento:"La isla de los espejos"















En un océano muy lejano y desconocido, existía una isla muy peculiar habitada por espejos. Esta población tan original vivía de una forma serena y feliz, disfrutando de cada día. Había espejos de todos los tamaños, unos grandes y otros pequeños, mas jóvenes y mas ancianos, pero todos absolutamente todos eran igual de importantes y valiosos. Todos llevaban una fina y sencilla estructura de madera como marco, bordeando la lámina de cristal.
Estos espejos, albergaban dentro de ellos un grillo con el cual vivían llevando una relación con mucha armonía. A estos grillos le gustaba mucho cuando los espejos se sentaban a observar la puesta del sol, cuando sentían el aire en sus cristales, al pasear entre los árboles, cuando se relacionaban entre los espejos con sinceridad, con cariño…y muchas mas cosas. Los espejos pasaban los días creando situaciones que hicieran disfrutar a sus grillos, pues así estos emitían una vibración a través de ellos que hacia que los espejos reflejaran las imágenes del entorno con una belleza enorme, llenas de matices, brillos y colores. Que bien se sentían entonces ellos, la vibración interna, que hermosos se sentían reflejando esos paisajes, o incluso a otros espejos, eran sensaciones tan agradables, tan fuertes y vivas.
Así pasaban los días, reforzando una unión entrañable entre espejos y su grillo interior, ellos le alimentaban con experiencias hermosas y el grillo les regalaba su vibración, su canto, reflejando las imágenes mas limpias, sencillas y hermosas que se puedan imaginar en los espejos.
Cierto día, encontraron en la playa un naufrago moribundo, era un espejo que venia del otro lado del océano. El barco en el que venia había sufrido una gran tormenta, y se había hundido, el era el único que pudo salvarse. Inmediatamente lo llevaron a una cabaña e intentaron lo posible para salvarlo. Entre sollozos pudo comentarles que era el capitán del barco y que tenía treinta espejos bajo sus órdenes. No entendían muy bien eso de que hubiera personas por debajo de alguien. Algo les llamo mucho la atención, el capitán, así era como el quería que le llamaran, tenia un marco enorme lleno de piedras preciosas, oro, pinturas de muchos colores y formas talladas sobre el, nada que ver con los que ellos llevaban. A los pocos días el capitán murió, no pudieron salvarlo.
A todos se les había quedado grabado la elegancia del marco, se dieron cuenta de esto por la diferencia tan grande que marcaba con ellos, también se habían percatado de las imagines grises y apagadas que reflejaba pero todos creyeron que eran porque estaba enfermo.
Así pues uno de ellos se fue a la playa y empezó a pegarse conchas en el marco, le picaban un poco pero se sentía diferente. De esta manera se fue al poblado, cuando todos lo vieron empezó a despertarse algo en ellos, un deseo de ser especiales y tener el marco mas elegante. Poco a poco fueron todos cargando sus marcos con todo lo que veían, hojas, piedras, arena….
Había de todas las maneras y formas, los cargaban de tantas cosas que algunos prácticamente no se podían mover. Lo importante era llamar la atención, ser admirado y sentirse un triunfador.
Cierto día uno de ellos encontró una mina de oro y hacia allí se fueron todos, querían ese material extraño y hermoso para ponerlo en sus marcos, se pasaban todos los días picando en la montaña para poder ponerse una pepita en el marco.
Cuando ya habían trabajado muchos años y llenado sus marcos de oro, encontraron diamantes en una montaña hacia el sur de la isla y hacia allí marcharon todos a conseguir llenarse de diamantes.
Siempre había algo nuevo que ellos deseaban para parecer mas, nunca podían parar ni estar tranquilos.
Hacia tiempo que ya nadie se acordaba de su grillo interno y hacer cosas para él, por lo que este se encontraba muy triste y no les cantaba pues no le apetecía. Ya no tenían reflejos hermosos, sino grises y oscuros al igual que sus vidas, incluso algunos habían ido tapando el cristal con todo tipo de adornos, ocultando su brillo totalmente. Era increíble cubrían la belleza y sencillez con cosas artificiales que no tenían vida. Parecía que se hubieran vuelto locos, ya nunca estaban contentos, habían discusiones constantemente por el oro, diamantes y todo tipo de cosas, todos querían tener mas y estar así por encima de los demás.
Así fueron pasando los años, ya no había alegría, todos se pasaban el día trabajando de mal humor, en cosas que no le gustaban. Todo esto, unido que su grillo interno no emitía vibraciones hermosas, ni cantaba, hizo que cada vez hubiera más enfermedades.
Nadie quería perder nada de su marco, siempre más y más, mantener este marco era muy duro, pesaba tanto toda esa fachada, esas cosas superfluas e innecesarias, eran tan difíciles de mantenerlas y llevarlas a todos los sitios.
Cierto día, uno de ellos después de estar trabajando todo el día, aunque se encontraba muy cansado, decidió seguir unas horas mas para conseguir alguna piedra. Ya no recordaba a que hora había empezado hoy, si había hablado con alguien de forma cariñosa, si había tenido algún momento de alegría y amor durante ese día, u otro día… la verdad es que este tipo de cosas ya nadie se las preguntaba.
Ya no podía más pero quería seguir trabajando, hasta que su cuerpo dijo que ya no podía mas, entonces sus piernas temblaron junto con un fuerte mareo, perdió el equilibrio y cayo por la larga ladera de la montaña. A medida que iba rodando, con cada golpe se iban soltando adornos de su marco, oro plata, joyas, todo lo que no formaba parte de el se iba soltado, al llegar abajo había perdido toda la mentira, todo lo artificial, quedando únicamente lo que era él de verdad. Así paso la noche inconsciente en la base de la montaña.
Al despertar, no sabia muy bien donde estaba pues estaba aturdido. Miro hacia los lados y empezó a recordar, anoche estaba trabajando, estaba muy cansado y no podía más, se acordaba de haberse mareado y perdido en conocimiento, pero de nada más.
Se levanto como pudo, estaba débil pero había algo diferente, se sentía más ligero. Entonces se miro y vio que todo lo había perdido, sus adornos, todo el trabajo de muchos años, se sentía pequeño y desnudo. Por cansancio y vergüenza decidió quedarse varios días en el bosque, no tenia fuerza para volver de esta manera.
Con los ánimos muy bajos se tumbo sobre la hierba en un claro del bosque entre los árboles. Tenia una sensación rara, el sol se reflejaba en el cristal calentándole y haciéndole brillar con fuerza, sin buscarlo empezó a hacerse preguntas sobre su vida. ¿Que había sido de la felicidad en los últimos años? ¿Y lo de estar contento? ¿Cuanto tiempo hacia que no sentía paz? Con preguntas de este tipo se paso un buen rato hasta que empezó a sentir una vibración extraña dentro de él. Esta vibración fue cogiendo fuerza hasta convertirse en una melodía hermosa que sonaba dentro de el. De repente sintió como le calentaba el sol, sintió el aire rozándole, sintió los árboles…. De pronto empezaron a reflejarse con fuerza en el espejo todas las imágenes de su entorno, los matices, los colores, las formas que bonitas eran, brillaban con tal intensidad que deslumbraban. Se había despertado su grillo interno, que dichoso era.
Recordó entonces la verdad, lo que el quería, lo que sentía. ¿Como había estado tan ciego de caer en ese sufrimiento constante sin sentido?, en esa vida vacía de la verdadera alegría, de buscar la felicidad en cosas sin importancia. En ese momento hizo una promesa: “Todo lo que haga a partir de ahora será para llenar de experiencias hermosas a mi grillo interno, nunca me olvidare de que existes en mí y así viviré unido a ti en el amor y la alegría”.
Decidió pasar un tiempo solo en el bosque, asentando esta unión entre los dos, espejo y grillo, hasta que cierto día sintió que había llegado el momento de volver al poblado por lo que marcho hacia allí. Al llegar vio la suciedad en las calles, la tristeza y oscuridad en el reflejo de los espejos, la falta de naturalidad y la necesidad de aparentar con los marcos. Todos los espejos lo miraban, unos con juicio pesando que menudo don nadie que no tenía joyas, pero fueron muchos los que apreciaron el brillo, la sencillez y el hermoso reflejo del espejo, estos hartos de sufrimiento le siguieron. El se sentó y les hablo. Les hablo de su grillo interno, les hablo de la necesidad de buscar metas que nos unan a él, les hablo del valor del amor en la vida y las relaciones, les hablo de VIVIR.
Poco a poco fueron más los que despertaron su grillo interno, viviendo en la alegría, en la felicidad…en la verdad.




Comentario:

Depende de cómo estamos internamente, sentimos las cosas que nos pasan, pues la vida es la interpretación de nuestro entorno, que percibimos con nuestras emociones a través de la mente. Hay días que todo parece fácil y agradable, todos son amigos, otros días, sin que haya cambiado nada externo en nuestra vida lo vemos todo mas complicado y difícil, las personas nos resultan mas tensas de tratar. Debemos de trabajar nuestro estado interno, de hacernos amigos de nosotros mismos, consiguiendo una vibración armónica, serena, que nos conecte con esa visión hermosa y correcta de la vida. Hemos de encontrar espacios todos los días para hacer cosas que nos llenen, cosas que nos conecten con ese estar bien, con nuestro grillo interno.
Tenemos mucha información en nuestras cabezas de cosas que aparentemente nos hacen felices, necesidades creadas para vendernos infinidad de productos, hábitos erróneos con los que creemos encontrar la felicidad, pero ¿sabemos que es lo que nos hace sentir realmente bien? ¿lo que nos llena, de fuerza, alegría, paz y amor? La mayoría de las veces son cosas muy sencillas y que tenemos a mano las que nos llenan verdaderamente, alimentando nuestro espíritu. Pasear, respirar sintiendo el aire fresco, sentir el contacto del aire en la piel, el trato humano sincero, el sol en nuestro rostro, metas correctas conectadas con nuestros dones para conseguirlas en la vida... Cuando mas conectados estemos a este espacio interno, mejor percibiremos nuestro entorno, de esta manera podremos relacionarnos de manera mas grata con los demás y con nosotros, osea con la VIDA.





Escrito por Sergio.





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Respuesta a una carta "anónima".

Espero que no hayan habido interpretaciones incorrectas de lo que yo queria transmitir con mi cuento: “La isla de los espejos”. En el no pretendo dar a entender que las personas deberíamos dejar de trabajar e irnos a vivir a las montañas en soledad, mas bien todo lo contrario.


Vivir en sociedades es muy importante para nuestro crecimiento, pues en ellas nos relacionamos con otras personas, siendo esto muy fundamental para nuestro bienestar emocional y para nuestro crecimiento personal. También es vital trabajar, pues tenemos responsabilidades y necesidades que debemos suplir mediante el dinero que nos aporta.


La idea que quiero transmitir es la importancia de buscar y conectarse con nuestro espíritu interno, en ese estado de paz, donde podemos percibir con claridad y de forma consciente la vida, actuando correctamente desde la verdad. Al perder este contacto intimo con nuestra alma, estamos perdidos, descentrados, por lo que vivimos de forma inconsciente, atrapados en nuestro ego al cual hay que alimentar constantemente con todas sus necesidades y carencias, intentando tapar sus miedos y digo intentando por que por mas que lo queramos nunca se consigue tranquilizar. Es imposible que todo nuestro entorno y nuestra vida, sea tal y como nuestra mente necesita para estar bien.


Así pues vivimos en una especie de mentira buscando metas que no nos llevan a ninguna parte, pues aunque consigamos ir mas lejos, si la dirección es errónea lo que conseguiremos es alejarnos mas.Cuando logramos entrar en ese espacio interno de paz y consciencia, comenzamos a poder observar todo lo que pasa en nosotros. Como funcionan nuestros esquemas mentales, ideas que funcionan como leyes, como grandes verdades, que aunque nos causen continuamente dolor, no somos capaces de cuestionarlas, hasta que un día despertamos y nos hacemos conscientes que algo que llevamos toda la vida haciendo, se puede hacer de otra manera en la que no sufro y me sienta bien.Observando las emociones, los miedos e inseguridades que dirigen nuestras acciones, pues “si pasa alguna de estas cosas en mi vida me muero”.El miedo paraliza y no deja que pensemos con claridad, así pues nos bloqueamos y limitamos nuestra vida.


La parte buena de las emociones es el deseo, pues el nos empuja a conseguir todo en la vida, pero al estar ciego por el miedo o necesidades falsas nos impulsa en la dirección incorrecta, causando sufrimiento y frustraciones constantemente.En definitiva, si nuestra vida no tiene un centro correcto donde dirigir, nuestra acciones, nuestros trabajos, nuestras relaciones con los demás... viviremos constantemente las mismas situaciones, las mismas mentiras en nuestro pensamiento, las mismas grabaciones internas una y otra vez, el mismo sufrimiento.Todo esto pasara hasta que pongamos consciencia, y poco a poco vayamos quitándole grados de poder a todas estas cosas que nos controlan la vida sin dejarnos pensar correctamente y no somos capaces de parar.


Un fuerte abrazo para todos con mis deseos de que pongamos luz y claridad en las metas que queremos alcanzar en nuestras vidas, que la verdad nos acompañe.




Escrito por Sergio.




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Busquemos una mente clara, ayuda a vivir.

“Busquemos la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, el valor para cambiar las que si podemos y la sabiduría par establecer esta diferencia”
Este párrafo nos expresa equilibrio mental, para ello es necesario una mente clara que sea capaz de razonar, sin apegarse a las emociones y observando con claridad.La primera parte nos habla de “serenidad para aceptar”. La aceptación es una de las cosas que mas nos cuesta asumir en la vida, son muchas las circunstancias que van a ocurrirnos en la vida, en las cuales aparecerán nuevos factores que nuestra mente no nos permitirá aceptar, enfermedades, muertes, perdidas económicas, de trabajo, de bienes, de relaciones.... Situaciones que vendrán con una carga añadida de dolor, consiguiendo que nos bloqueemos y perdamos la capacidad de pensar con claridad. En estas situaciones lo único que queremos es que esta condición, esta nueva circunstancia que a aparecido en nuestra vida desaparezca, sea como sea, dejando las cosas como antes. Nuestros pensamientos se vuelven rígidos, no permitiendo la posibilidad de que esta situación exista como es, luchando contra una realidad que no podemos cambiar, chocandonos una y otra vez con un muro. Esta falta de aceptación, esta resistencia a la verdad, nos gasta la energía y nos agota a todos los niveles (físico, mental y emocional), creando sufrimiento y dolor, anulando la capacidad de avanzar, de desprendernos del problema, pues nuestra lucha esta mal dirigida en una dirección donde no podremos solucionar nada. Ami hijo cuando lo pas mal con juguete que desea y no tiene le suelo decir: "debes acostumbrarte a jugar y disfrutar de lo que tienes, y no con lo que no tienes". Lo mismo nos pasa a nosotros, debemos aprender a sacar partido a lo que tenemos, aceptando lo que hay y utilizando los recursos de los que disponemos, pues si queremos utilizar lo que no tenemos trabajaremos con humo y nunca podremos solucionar nada, ademas de padecer continuamente.
La segunda parte busca el “valor para cambiar”. El valor es importante pues nos adentramos en un camino que desconocemos, en el que no sabemos que va ha pasar. La mente es la primera barrera que tenemos que atravesar, pues a través de auto-engaños nos limita y convence de nuestra falta de capacidades o de que no servirá para nada ... impidiendo que dirijamos de forma correcta nuestros pasos. Si tenemos un pensamiento claro, asentado en la verdad (si se pude cambiar y es necesario hacerlo) nos dará una fuerza y un empuje muy importantes para atravesar todos los posibles obstáculos que se nos pongan delante. En este punto tenemos que tener claro que cuando dirigimos un camino de cambio todos los posibles fallos o errores, lo que hacen es acercarnos a nuestra meta, pues nos están enseñando. Es imposible aprender sin errar, es mas, a través de los errores es como se aprende.
La tercera parte se refiere a la “sabiduría” para dirigir, sabiendo cuando tenemos que actuar y no, cuando hay que aceptar sin resignación, con paciencia sabiendo esperar el momento, cuando hay que hablar y cuando callar... Este tipo de sabiduría se consigue poco a poco, día a día, enriqueciendo nuestra vida a través de las experiencias, consiguiendo una mente clara con la que saber pensar, con la que saber estar.Una de las cosas que mas nos cuesta aceptar en nuestra vida es la de nuestros limites, siempre queriendo dar mas de lo que podemos y tenemos, esto al estar basado en mentiras acaba aportandonos frustraciones y dengaños. Es muy importante buscar el conocimiento sobre nuestras autenticas capacidades y limitaciones, aceptandolas y comprendiendolas. Desde aqui, desde el conocimiento de la verdad y de lo que podemos dar, es desde donde cada uno puede empezar a trabajar, evolucionando, avanzando, sabiendo que no somos perfectos y que cada dia tendre un nivel diferente, pues no todos los dias estoy al ciento por ciento.
Un ejemplo muy común sobre esto seria una enfermedad. A lo largo de la vida pueden aparecer enfermedades con gravedad, que de repente desestabilizan nuestra vida, cambiándolo todo y no dejando que llevemos la misma manera de vivir. La primera reacción es negar que eso este ahí, no aceptándolo, el pensamiento que predomina es “no quiero, no quiero, no quiero, no, no, no...” Si la persona se queda en esta fase, queriendo vivir y hacer las cosas de antes no avanzara, creando mas sufrimiento en su vida y haciendo mas grave la enfermedad y el problema, través de la negatividad y pesimismo. Esto no es luchar contra la enfermedad, pues para luchar contra ella tienes que dirigir los pasos de forma adecuada, haciendo lo necesario para resolver la situación, pero sobre todo asumiendo los cambios, viviendo con ellos y aprendiendo a sacar partido a lo que tienes en tu nueva situación y disfrutando de la vida.De esta manera quizás lo que parecía un problema te haga despertar, enriqueciendo tu vida y sintiendo el autentico valor que tiene, pues en muchos casos, queremos volver a situaciones que aun teniéndolo todo, no llegábamos a disfrutar de nada.Este ejemplo también se pude referir a otro tipo de perdidas: fallecimientos, económicas, objetos, relaciones...


Escrito por Sergio.



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Escuela de Agricultores


Hubo una vez un hombre que amaba a la Naturaleza y amaba también todo aquello que creciera y pudiera dar fruto.
En la era de la investigación transgénica y el efecto invernadero, todo su afán estaba encaminado a encontrar semillas autóctonas de diferentes especies, semillas que en diferentes lugares habían conseguido adaptarse a la tierra, a la climatología , y que sin embargo estaban siendo dejadas de lado por semillas más estudiadas, que aparentemente daban más fruto con menos esfuerzo, aunque necesitaran de todo tipo de tratamientos y aditivos. Incluso, algunas de estas variedades tan estudiadas, eran capaces de dar varias cosechas, con frutos más uniformes y resistentes, más hermosos. Pero la mera apariencia de los frutos no conseguían el sabor, la textura de los tradicionales, además agotaban la tierra en que se plantaban. El ritmo exigente de trabajo y todas las necesidades emparejadas a la idea de la producción fueron empobreciendo y desertizando las tierras, con lo cual, las familias que durante generaciones habían vivido en armonía y equilibrio con la tierra, en la tierra, de la tierra y para la tierra, tuvieron que trasladarse dejando tras de sí un campo baldío y estéril.

Nuestro hombre veía con preocupación este panorama y veía también como sus avisos eran ignorados cuando no objeto de burla.

En su pequeño invernadero pasaba muchas horas, descubriendo con asombro como la tierra, el abono y el agua obraban el milagro una y otra vez, descubrió los ritmos, las fases del crecimiento, el efecto de las estaciones, la luna, las plagas. Se maravilló con la aparición de las primeras raíces que buscaban con denuedo los nutrientes de la tierra. Descubrió también la paciencia, en algunos casos la impotencia ante la evidencia de Leyes inexorables. De todo ello tomaba buena nota, de todo ello aprendía hasta comprender que su labor, celo y cuidados podían llegar hasta un punto y que el resto dependía del impulso propio de la VIDA. Descubrió el secreto de la alquimia que entre los profanos había quedado reducida a la transformación literal del hierro en oro, descubrió el simbolismo del hierro, metal común, humilde como la tierra, y del oro, como agente y expresión en el más puro sentido, de una realidad que solo necesitaba encontrar el espacio despejado, la tierra preparada para poder manifestarse.

En su ánimo de expandir sus descubrimientos, de mejorar y transformar el entorno, la vida, de recuperar el equilibrio con la naturaleza, sintió que aquellos descubrimientos frutos del anhelo y de su trabajo, podían transformar la tierra yerma en Paraíso, podía iluminar con luz de esperanza los corazones de muchos desarraigados, sintió en su fuero interno la llamada a compartir su conocimiento, no como un capricho personal sino como la oportunidad de despejar el camino a lo numinoso, a todos aquellos que hemos sentido la necesidad de preparar nuestra tierra para que la “semilla sagrada” arraigue, crezca y dé fruto, transformando y mejorando nuestro entorno.

Hubo una vez un hombre que amaba la naturaleza y amaba también todo aquello VIVO, que crece y da fruto.

“ Déjame ser instrumento de tus manos hábiles, mensajero de tu mensaje inequívoco, trabajador de la Hacienda Divina, en la que descubriendo la semilla dormida, descubra que nací para SER, para SER VIDA.



Om Shanti



Escrito por Brihaspati.



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Comprension y perdon, juntos se transforman en amor.

Me gustaría hablar de la unión que tienen el perdón y la comprensión, una unión imprescindible pues para que el perdón sea sincero es necesario que haya comprensión. La comprensión de saber que la persona hace lo que puede, que el comportamiento está limitado por todos sus miedos, condicionado por sus experiencias, por su inteligencia, por su voluntad, por su confianza, carencias, necesidades, por el pasado..., por tantas y tantas cosas.
Tendemos a pensar que esa persona que nos a hecho daño lo hace queriendo, lo hace de forma consciente, pero no es así, y así lo que estamos haciendo, es que a esa persona le damos un valor demasiado grande, le damos la fuerza dentro de nosotros para hacernos daño, y la imaginamos como una persona poderosa ante nosotros. Poderosa por que tiene un poder ante nosotros, y es el poder de hacernos mal. Pero no es así, en el momento que vemos que esa persona no es libre, que esa persona está condicionada, que esa persona hace lo que puede, y su comportamiento esta dirigido por miedos, por inseguridades, por nervios, tensiones, etc..., tantas y tantas cosas que se producen en esa persona de forma inconsciente, ya no lo vemos como un monstruo, sino mas bien como un niño indefenso y perdido.
Así, a través de esta comprensión, es cuando nos damos cuenta, de lo involuntario de sus actos, de lo inconsciente de sus actos, y es cuando podemos perdonar, sabiendo que hace lo que puede, sin ofender se podría decir que no da para más, por sus incapacidades, barreras, bloqueos... por tantas y tantas cosas. Cuando cogemos esta comprensión de la verdad, nos desapegamos de esa tensión que tenemos dentro de nosotros hacia esa persona, de ese miedo, rabia e inseguridad, y perdonamos. Cuando perdonamos también nos liberamos de ese peso, de ese mal que nos hace daño dentro de nosotros, y ahí, es cuando podemos alcanzar ese estado de dicha, ese estado de paz y tranquilidad, que viene dado por el perdón con la comprensión. Y nos sentimos como si fuéramos pájaros en el aire volando desde lo alto, observando las cosas que pasan ahí bajo sin que nos afecten, pero observándolas de una forma completa, con una visión amplia, viendo todo lo que pasa, entendiéndolo, comprendiéndolo y no afectándonos, sintiendo la paz de estar flotando, sintiendo el amor hacia todo, y sabiendo que todo es como debe ser.
Si las personas pudiéramos decidir, decidiríamos ser felices, estar tranquilos, tener paz, pero aunque lo decidamos hay muchas cosas que aprender, trabajar y cambiar, y aún así siempre saldrán cosas nuevas, por eso el perdón es tan importante. Perdón con la con la comprensión de que las personas hacen lo que pueden, que las personas hacemos lo que podemos, y ese perdón tiene que ser tanto para las demás personas, como para nosotros mismos, para no juzgarlas a ellas, ni juzgarnos a nosotros cuando hacemos las cosas mal, creemos que podíamos haberlas hecho mejor, pensamos que podíamos haber hecho mas y nos juzgamos, saliendo esa voz interna exigiéndonos, machacándonos.
Aquí en este punto, tenemos que tener claro que lo que debemos trabajar, es la intención. La intención de hacer las cosas siempre lo mejor que podamos, con atención, con cariño, abiertos para aprender, aceptando nuestros posibles errores sin machacarnos, conociendo nuestros límites y aceptándolos. Sabiendo que llegamos hasta cierto punto, y a partir de ese punto, las cosas ya no se deciden por nosotros mismos, sino que hay fuerzas mas poderosas, y muchas realidades que se mezclan, que se convergen en ese punto y que ya no dependen de nosotros, sino de todas las demás generalidades. Sabiendo que debemos hacer siempre lo que podamos, y el resto si es el caso, se dará, ese pequeño empujón, esa pequeña ayuda, como dice el dicho: “Yo creo en Alá pero ato al camello”, yo creo en la vida pero hago todo lo posible, para que todo este preparado y así pueda salir bien, y si no sale bien, es porque no tenia que salir. Pero siempre sin juzgarnos, sin juzgar a nadie, comprendiendo, perdonando, y ahí nos eleváramos, crecemos.
Para vivir de una forma plena y feliz es imprescindible el perdón, la comprensión y la tolerancia, para ir curando y sanado las heridas internas que nos pueden causar las diferentes situaciones en las que nos pone la vida.
Propongo leer cinco veces este texto, acompañándolo de una respiración profunda y lenta, intentando la mayor sinceridad y sentimiento:
· Perdono a cualquier persona por todo el daño que me pueda haber hecho.
· Perdonadme por todo el daño que pueda haber hecho.
· Me perdono a mi mismo por todo el daño que haya podido hacer, tanto a los demás como a mi mismo.

Escrito por Sergio.

Mas informción en http://www.yogui-urbano.com/

viernes, octubre 17

¿Quién forja tu suerte?






Es habitual oír frases como: "con lo buena persona que es y fíjate que mal le ha tratado la vida" o "a este siempre le sonríe la fortuna",... en definitiva: "algunos nacen con estrella y otros estrellados".

Pero si esto fuera así, ¿de que clase de VIDA estaríamos hablando? ¿de una caprichosa que juega al azar con nuestros destinos? "a ti te va a sonreír todo y a ti hagas lo que hagas te ira mal" .... a nada que nos paremos a pensar un segundo, vemos que esto no tiene sentido. No cuadra.

Mucho menos cuadra para los que andamos en el camino YOGA, y conocemos la existencia de esa esencia Superior que impregna todo, y cuya característica (entre otras) es la JUSTICIA.
Pues eso: la VIDA es JUSTA Y NECESARIA. Analicemos por partes:

JUSTA: LA VIDA TIENE PARA TODOS, PERO HAY QUE GANÁRSELO

„ En cuanto al presente:

- Todo lo bueno que hay ahora en nuestra VIDA, no es por casualidad. Es porque nos lo hemos ganado (en esta u otras Vidas).
- Pero a su vez, aquello que falta o esta mal, esta por que corresponde así a nuestro modo de hacer. No debemos excusarnos en eso de: "es que he tenido mala suerte". No, funcionar como adulto significa responsabilizarse: "es el reflejo de lo que yo me he ganado".

„ En cuanto al futuro:
El mañana no esta programado. Tenemos la libertad de crearlo: cada uno decide lo que va a hacer, sentir, pensar. Para cambiar o conseguir algo en nuestra VIDA, debemos ganárnoslo.
De todos modos, es importante tener cierto sentido de la realidad, y saber hasta donde podemos o merecemos. Es decir, no ir a por imposibles como: "quiero ser medalla de oro de los 100 m olímpicos"


Matizar también que hablamos de que la VIDA es JUSTA, no de que los humanos lo seamos. Son dos cosas diferentes. A veces se dan situaciones muy injustas entre las personas, y aunque aparentemente quedan impunes ante la justicia humana, la VIDA (podemos llamar justicia divina) ya se encargara de dar una respuesta ante eso. Puede que no sea al momento. Quizás en otra encarnación, donde tampoco entendemos por que ha sucedido. Pero seguro que si pudiéramos ver la totalidad de los hechos, veríamos que todo encaja y es JUSTO.


NECESARIA
El objetivo de la VIDA es aprender y con ello evolucionar. Pero la cuestión es que aprendemos de las diferentes experiencias que vamos viviendo. Normalmente mucho mas de aquellas difíciles o duras.
Por ello y aunque a veces nos cuesta comprenderlo, es tal y como dijo un compañero en el congreso de Yoga : "las situaciones difíciles que nos plantea la VIDA, en realidad son posibilidades disfrazados de problemas". Y estoy de acuerdo, son oportunidades que nos da la VIDA para aprender o desarrollar algo: valentía, paciencia, humildad, tolerancia... aprendiendo, hacemos que ya no sea necesario.
Claro que cuando uno esta inmerso en el problema y lo esta pasando mal, a veces no entiende la necesidad o finalidad del mismo.

conclusión: nuestro presente es el reflejo de lo que nos hemos ganado hasta ahora, y mejorarlo esta en nuestras manos haciendo para ser merecedores de tal circunstancia.

Todo esto lo he aprendido del Maestro Vashista. A mi me ha servido de mucho y por eso he intentado plasmarlo aquí.

Nada es casual, sino causal. Todo encaja como las piezas de un puzzle.





Escrito por Maialen.

Gafas para ver


Era una mañana de domingo castellano, luminoso, claro y fresco, en un pueblo en el que se celebraba un Mercado Medieval, como era temprano, la Plaza Mayor con sus soportales, presentaba una actividad inusitada, llena de puestos que se estaban preparando y de gentes ataviadas a la usanza de otros tiempos, había artesanos de todo tipo: herreros encendiendo sus pequeñas fraguas, carpinteros poniendo a punto formones y gubias con las que hacían tallas en madera, los tragasables se tomaban unos orujos preparando sus gargantas para lo que vendría después, panaderos, tejedores, pitonisas y también había un puesto en el que sólo había un cartel que decía “Gafas para ver”, miré dentro del puesto, una especie de pequeña “jaima” de telas de vivos colores en la que sólo había una alfombra en el suelo y un surtido de cojines.

El o la de las gafas no estaba, supuse que estaría desayunando en cualquier bar cercano, pensé que volvería más tarde y continué por el mercado entre botes de mermelada artesana, miel, quesos, etc.

Pasado un tiempo volví hacia el puesto de las gafas porque había picado mi curiosidad, mi mente chistosa no pudo menos que pensar en las míticas gafas de madera, aunque el echo de que el cartel fuera tan obvio, gafas para ver, me tenía intrigado, ¿para que pueden servir unas gafas sino para ver?. En fin, llegado al puesto ví que seguía el cartel pero no había nada expuesto y sin atreverme a asomarme di una voz desde fuera, ¡!oiga?!!, ¿hay alguien ahí?. Desde dentro contestó una voz femenina.

- ¡!Si, si!!, pase, pase.
- Hola, veo que anuncia gafas para ver.
- Si, es así.
- Me gustaría verlas
- Bien, pasa y siéntate en un cojín, ponte cómodo
-
Una vez que estuve sentado en el suelo en un cojín, ella, que era una mujer de edad indefinida y con una expresión jovial y risueña, corrió una cortina cerrando la entrada y sacó una maleta. Al abrir la maleta aparecieron muchos pares de gafas, todas iguales pero dispuestas de una manera ordenada y al parecer concreta. Ella me preguntó.

- ¿qué estás dispuesto a ver?

La pregunta me dejó un poco “a cuadros” y le contesté
- Soy miope, tengo 2,5 dioptrías de miopía en cada ojo y algo de astigmatismo, poco.
- No te he preguntado eso, cual es tu problema visual sino ¿Qué estás dispuesto a ver?
Ya, los cuadros (con los que estaba al principio) empezaron a ser con colores.
- No sé, estoy un poco confuso, las gafas, sobre todo si son graduadas, son para ver
- Quizá eso de que son para ver requiera algún matiz, propiamente las gafas suplen alguna carencia al mirar, pero esas gafas son convencionales, para eso están las ópticas, pero la capacidad de ver no es atributo de las gafas, es posible que mis gafas tengan que ver con la capacidad de ver del que ve. Mis gafas son diferentes.
- Ah, ¿si?
- Si
- Y que puedo ver con tus gafas
- Con mis gafas puedes verlo todo, incluso todo aquello que nos rodea que de otra manera no se puede ver, no son ni para el pasado ni para el futuro, son gafas para el presente
- Para ver el presente no necesito otras gafas, ya tengo estas (señalando las que tenía puestas)
- Ya
- Y entonces, ¿para que me pueden servir tus gafas?, ¿qué es lo que me pueden mostrar ¿
Pensé para mis adentros que aquella señora se la había ido “la pinza” o que simplemente era una “enterada”
- Pues te pueden mostrar todo aquello que aún y estando delante de ti, incluso en ti, tu no tienes la capacidad de ver, de darte cuenta, y eso hace que te equivoques tantas veces, porque como no las ves no las tienes en cuenta y sin embargo influyen y operan en tu vida. Cada vez que vives situaciones que no resuelves o que simplemente rozas lo absurdo es porque no te enteras, no me atrevo a decir de nada, pero te enteras bastante poco, solo de lo que ves y además poco.
¡!Vaya con la lista!! (pensé) (y repensé) he tenido que venir a este mercadillo de mercachifles a que esta “iluminada” me sacuda en las narices como si me conociera o como si le hubiera dado permiso.
Incómodo por la situación la miré fijamente poniendo “cara de hueso” hice acopio de todo mi valor y dignidad para marcharme.
- ¿Dónde vas¿
- Me quiero marchar
- Pues tú mismo, ¡!CEGATO!!
Bueno, aquello rayaba lo aceptable y procurando no perder las maneras (las buenas se supone) me puse en pie y ya estaba saliendo cuando ella me dijo.
- Cuando hemos empezado esta conversación te he hecho una pregunta ¿Cuál era¿
- No recuerdo (enfurruñado)
- La pregunta en cuestión era y es ¿Qué estás dispuesto a ver¿ y todavía no me has contestado, viéndote me hago una idea que aunque pueda estar equivocada me habla de tus impresiones sobre la vida, los afectos, tu relación con el dinero, con el trabajo, con el sentimiento de inoportunidad y desencuentro, tus frustraciones, tus negaciones, tu ira y rabia contenidas que rezuman sin tu quererlo-saberlo por tus poros. Viendo todo esto no me cuesta llegar a la conclusión que tú mismo has encontrado, que no te enteras y aquí es donde mis gafas juegan un papel fundamental.
Abochornado por un sentimiento incómodo de desnudez increíble me quedé inmóvil,, no sabía si tirar hacia delante o hacia atrás, si seguir de pie o tirarme al suelo, ella me cogió del brazo, me hizo girar, caminar y sin ningún esfuerzo consiguió sentarme en el mismo cojín de antes. Me quedé encogido, en silencio, no atreviéndome casi a respirar.

Ya más calmado le dije con aire resuelto.
- Y tus gafas ¿me pueden ayudar?, porque todo eso que me has dicho de mi es cierto, pienso que estoy mucho peor de lo que estoy para cuando resulto tan evidente.
- No te preocupes, yo tengo gafas para ver, mi puesto anuncia eso mismo y por lo tanto ni mi visión es común pero tampoco es ninguna proeza.
- Ya, ¿y todas esas gafas son iguales?
- No, son todas diferentes y por lo tanto lo que se ve a través de ellas también es diferente.
- ¿Cuáles son las mejores? Puesto que parece que me pueden ayudar a resolver mi vida.
- Más que las mejores, necesitas las adecuadas, las mejores son estas (echando mano a unas gafas en la maleta), son el modelo “Visión Absolut”, pero son caras, muy caras.
- No me importa, estoy dispuesto a pagar lo que sea.
- Supongo que me hablas de pagar en términos monetarios, pero no es ese el precio, el precio es ser capaz de mantenértelas puestas sin arrugarte más que un poco, puesto que lo que puedes ver con ellas no todas las personas lo pueden aguantar, desarrollar de golpe y porrazo toda la capacidad de ver, de ser consciente, ni lo pueden sostener todas las mentes ni todos los sistemas nerviosos pueden aguantar tanta veracidad, hace falta estar muy entrenado, pero creo que tengo unas que te pueden venir “al pelo” visto lo visto.

Cogió unas gafas que debían ser las más sencillas en el escalafón y me advirtió que necesitaría un tiempo para acostumbrarme a ellas. Su graduación debía ser la óptima para ver mi cuerpo y sus necesidades reales, mis emociones y sentimientos más de “andar por casa” y mi mente para que pudiera primero centrarla y después aprender a pensar (cosa que creía que ya sabía)

Cuando salí de la “jaima” mirando a través de las nuevas gafas me sorprendió que no tuvieran cristales, me giré para hacer una última pregunta y el puesto había desaparecido, ya no estaba.


Escrito por Brihaspati.

martes, septiembre 23

Biedo, glups.



Si el miedo aparece en tu vida da lo mismo que sonrías como si quisieras convencerle de tu inocencia y da también lo mismo que tiembles aunque con eso pienses que le ablandarás las intenciones.

Puedes también contarlo por ahí, incluso a tus amigos porque pocos creerán que es para tanto, pero de lo que puedes estar seguro es de que te ha pillado, por lo menos para un buen rato.

De rápidos reflejos es el miedo y aunque tiene un aparecer fluido su despedida se puede demorar en un tiempo interminable, vamos que no se va ni aunque quieras convencerle de que ¡ tachán ¡ ya está, ya he aprendido, ¡ no es necesario que sigas aquí ¡ mira a ver si te necesitan en otra parte que yo ya me arreglo solo, y como arriba, puedes estar seguro que te tiene pillado y el mal rato sigue todavía.

De repente un rayo de luz ilumina y aclara tu mente, por fin has encontrado la respuesta, la solución, pero como no te lo crees ni tú, miras de reojo hacia ese lugar que ocupa tu acompañante incómodo con la esperanza de que se haya largado, pero imagínatelo. Puede que se esté limando las uñas o sacándose de entre los dientes con un palillo las fibras correosas de la última situación en la que sintiéndote impotente se te acababa de requetemerendar y viéndote tembloroso, tierno aunque rígido, sonríe, parece que tiene la pitanza asegurada. Vamos que la vida es bella.

Pero tú tranquilo, no puede acabar contigo del todo porque se queda sin chollo, eres la única razón de su existencia. Vive en ti, por ti y para ti.

Se ha convertido el miedo en compañero, que ya por viejo entrañable, con algo que ya es de nuestra propia sustancia, no existe tiempo en toda nuestra historia que podamos recordar sin su sempiterna presencia, paciente como él sólo, elegante y descarnado, nos despieza con familiaridad y deleite cada vez que encuentra el hueco, que por vacío, le invita a una fiesta que nosotros hemos hecho suya.

Nos conocemos desde que tenemos conciencia, ya en el mar íntimo de nuestra madre tuvimos nuestro primer anticipo, todo lo que encogía, sobrecogía y afectaba la meteorología de nuestro cálido y latente universo, nos hablaba del miedo de nuestra madre, pariente lejano de una presencia que se iba forjando con entidad propia y por simpatía estaba creando un doble, que como el color de los ojos o los rasgos físicos, hemos heredado en una suerte de extraña maldición, y que crecerá con nosotros, dentro de nosotros y para nosotros.

El miedo se aprende.

A partir de aquí las novedades que vayamos descubriendo, en un mundo que se revela poco a poco, llevarán adosada su dosis de miedo, y se autodosifica para que crezcas y con ello aumentes el reto que supones para él. Podría sin demasiado esfuerzo mostrar todo su poder y disolverte en un solo amago, pero no. Le gusta que te revuelvas, que no te rindas porque así se aplica y va echando mano progresivamente de sus artes y su ciencia.

Cada vez que te enfrentas y le plantas cara en las situaciones en las que ya no quedan opciones se retira, un poco, tímidamente, para que recuperes la confianza y el resuello. No lo hace porque le hayamos vencido no, lo hace porque no le estimulan los rendidos, no le producen morbo.

El miedo impulsa.

Casi todas las proezas realizadas por la Humanidad han tenido como motor principal el miedo. Son famosas las “huidas hacia delante”, el miedo a lo conocido (por malo) ha tenido también sus dosis de protagonismo y claro no podemos dejar en el tintero el conocido “salto al Vacío” *, sinónimo de situación evolutivamente desesperada en la que nos vemos forzados y digo bien forzados, a dar un paso en un terreno que no conocemos y que nos hace exclamar “que sea lo que Dios quiera”, total, peor no puedo estar.

* Antes se creía que el salto al vacío era un salto a ciegas y con resultados no predecibles, actualmente, los sesudos del tema añaden un nuevo elemento que disipa las dudas pero no el sentimiento de incertidumbre y son las famosas “coordenadas”, que las dejamos para una próxima colaboración.

El miedo paraliza.

Como animales que somos, nuestro sistema nervioso puede desde hacernos reaccionar violentamente hasta dejarnos inmovilizados, sin capacidad de reacción. “Entre la espada y la pared” resulta una expresión significativa.


El miedo se contagia.

No duda en señalarnos a sus paisanos que realizan su labor con celo y el panorama que se nos presenta nos evoca situaciones parecidas en las que nos debatíamos y aumenta nuestra aprensión, nuestra sentimiento de incertidumbre e inseguridad.

El miedo lo reconocemos en los demás.

En esta suerte de simpatía no son siempre nuestros miedos los artífices de nuestra desazón, es más, en ocasiones ni nos acordamos de que exista. Pero como vibración que late y pulsa la podemos percibir en los demás, asfixiando a cualquiera de nuestros semejantes y casi sin darnos cuenta nos encontramos en la misma longitud de onda y de esta forma lo ajeno pasa a ser propio.

El miedo lo utilizamos contra los demás cada vez que recordamos el nuestro.

Realmente el miedo paraliza, acogota, aprieta hasta impedirnos respirar, pensar, digerir, dormir. Es de tal magnitud el sentimiento de inoportunidad, de impotencia que puede despertar, que para curarnos en salud, hacemos responsables a los demás de nuestro propio miedo. Pero si tanto nos afecta, aún y cuando la situación miedosa no sea de nuestra propiedad; ¿no será que propio o ajeno, solo nos afectan los miedos que no hemos podido superar?. Entretanto y si no tienes otra cosa que hacer, te sugiero que le mires la etiqueta a este nuevo envío, seguro que pone tu nombre.

Salud.

Escrito por Brihaspati.


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Aita te quiero mucho...















Se acercaba la Natividad, fechas propias para el acercamiento entre las personas, entre las familias, con los amigos…….

Las calles céntricas y más comerciales parecían un hervidero de luces y de gentes, los escaparates de las tiendas mostraban mucho de lo que se podía conseguir siempre que tuvieras los ceros detrás de la coma y para aquellos que los tuvieran ( los ceros ) antes, otros escaparates ( los de los bancos ), mostraban la posibilidad de conseguir ahora lo que no tenías antes comprometiéndote a pagarlos después.

No sé, si los recuerdos de otros de otros tiempos pasados o la máxima socialmente aceptada del “Espíritu de la Navidad”, hacían que quien más o quien menos intentara en esos días maquillar y apuntalar los compromisos familiares aún y teniendo que pagar las consecuencias de juntar las churras con las merinas, o la simple conjunción de suegros, cuñadas, padres, abuelos, yernos, nueras, hermanos, nietos,…..en combinaciones moleculares al borde de la “masa crítica”. Pero se aúnan voluntades de buenos deseos intentando sostener la idea o simplemente una intención y se reza para que los días de compromiso obligado en el que hay que elegir entre comemos con estos y cenamos con esos, tengan el menor costo posible y la cena de Nochebuena y la comida del día de Navidad no tengan como nexo de unión el “Rosario de la Aurora”.

Además está también el tema de los ausentes, sempiternos invitados entre las gentes más sensibles, algunos por forzosos y dolorosos, otros por dolorosos y forzosos. En cualquier caso ni el besugo es de nuestras aguas ni el lechazo de hoy sabe como el de antes.

El “inventillo” del amigo invisible ha resuelto aparentemente y gracias al azar situaciones que resultaban espinosas y causa de agravio y resentimiento.

Nuestro héroe pensaba estas cosas mientras rascándose el fondo de los bolsillos buscaba el euro que le iba a permitir comprar el periódico para buscar en la sección de empleos el anuncio que le permitiera salir del Superjornal de 600 áureos y 8 horas contratadas ( que al final eran 9 o 10 exigidas y no pagadas ) con el que vivía de contrato temporal en contrato temporal.

Veía los coches, lujosos, aparcados en dobles filas interminables, a sus paisanos acarreando bolsas y bolsones llenos de paquetes de colorines.
Su economía anfibia iba mareándose por todas las veces en las que era restada, dividida en partes en las que al final nuevamente y reiteradamente se volvía a dividir entre cuatro. Limitado el resultado quedaba también limitada la lista de productos a los que podía tener acceso, hubo un tiempo no muy lejano en el que el factor divisor eran cinco pero……….Además el quinto no era el, simplemente no se contaba.

Las manos en los bolsillos y el calor de su chaqueta le hacían añorar otros tiempos en los que las mismas fechas producían un nerviosismo y expectativas constantes, entonces todo resultaba más acogedor y hogareño. El desenlace del Día de Reyes no siempre satisfacía la fantasía que tanta espera había provocado pero siempre aparecía para poder solucionarlo el olvido.

Sus pasos le llevaron hacia la Plaza Mayor, abarrotada de gente, con un árbol que no era tal árbol, inmenso que decía “árbol de los deseos”, unas muchachas sonrientes se encargaban de coger los sobres de la suerte de las vallas amarillas, de muchas manos, de muchos tamaños y las distribuían colocándolas en el árbol. Puestos de polvorones, mazapanes, turrones, petardos……

Casitas de pastores, molino, Reyes Magos, pajes, conducían al Portal que era anunciado por un Angel cibernético estrellado al que solo le faltaba un cartel no que rezara “Paz en la tierra a los hombres de Buena Voluntad” sino “El Corte Inglés”.

Miró a la Virgen María, estática, suponía que aterida de frío, sobrecogida por el tumulto que había organizado su no-unión con el Angel anunciador, como pensando si toda aquella gente trataría con comprensión aquella unión no lícita con resultado de vida gestada.

Miró también a San José, paradigma del cornudo dignificado por la gracia de dios y le inspiró lástima, decían que era carpintero, su barba no tenía ni serrín ni viruta pero aparecía canosa, supuso que el fruto de la edad y del hecho de asumir una situación que habría roto su corazón y su confianza. Posiblemente abochornado por no haber podido superar aquella situación de forma privada, íntima, sin tanto revuelo, sin hacer de “aquello” un motivo para el festejo y que todo el mundo parecía dispuesto a aceptarlo aunque a él le hubiera costado algún problema lumbar y gastritis.

Estaba también el niño, Jesús, símbolo de un nuevo nacimiento, de nuevos nacimientos, pero que en muchos lugares del mundo y constantemente venían marcados por su desnudez, por su fragilidad, con la necesidad de ser cuidados. Este niño Jesús, con unas manitas que apuntan hacia el cielo recibía la visita de los tres Reyes Magos, proporcionando además de reconocimiento, del nacer a una nueva vida, oro, incienso y mirra. Para nuestro hombre resultaba especialmente doloroso que otros niños de otros mundos no tuvieran la atención y el reconocimiento de tan insignes personajes, más bien recibieran la visita de los cuatro jinetes del Apocalipsis y pensó, y sintió, que la vida podía ser dura, injusta y que además había que vivirla para que no te llamaran cobarde, trabajar mucho por poco, para que no te llamaran vago, poner buena cara, para que no te tildaran de amargado, detentar los signos externos del triunfo, para que no te llamaran fracasado………..

Volvió hacia su casa entre las corrientes de gente que parecía que tenían adonde ir y además urgentemente, sin ver, sin tener en cuenta, sin prudencia para chocar con quien fuera que se interpusiera en su camino, hablando a voces, gritándole a su teléfono móvil como si este no funcionara y esperaran hacerse oír directamente.

Al llegar a casa y apagar todas las luces (todas) de las habitaciones en las que no había nadie, porque no había nadie, se dirigió a la cocina, calculó si sería oportuno encender la calefacción en ese momento o un poco más tarde y dejó la decisión para después, para cuando llegaran el resto de los habitantes, su frío se solucionaba con otro jersey. Sacó un puchero del armario y lo llenó de agua, dispuesto a hacer una sopita caliente para la cena. En ese momento sonó la puerta de la entrada, sintió unos pasos contundentes que venían hacia la cocina, sintió un abrazo por la espalda y oyó una voz que le decía “Aita, te quiero mucho”.








( Una aclaracion Aita sinifica papa )


Escrito por mi amigo Brihaspati.


En alguna ocasión le he oido decir : "de lo humano a lo divino"... ya te voy entendiendo.

Ding-dong.



Edad indefinida, posiblemente más cerca de los 50 que de los 40, un vestir propio de 30 años atrás, el bolso pegado, colgando como una prolongación natural de un brazo inerte, una mueca parecida a una sonrisa en un semblante pálido que decía poco, las gafas grandes, de pasta, que ocultaban unos ojillos marrones. El “buenos días” salió de algún rinconcito profundo a través de una boca que no se abría, que no se movía. Hola buenos días, respondí, ¿Qué desea?. Hola, ¿esto es un Centro de Yoga?, busco un yogui de verdad.
Para no resultar descortés me guardé la respuesta que quería salir de mi boca que era otra pregunta ¿y como es un yogui de verdad?.

- Sí, es una Escuela de Yoga, y si buscas un yogui de verdad ya lo has encontrado
- ¿Quién?, lo dijo poniéndose de puntillas como queriendo mirar por detrás de mí, al parecer no debía ser yo.
- Haciendo gala de un autocontrol que últimamente me tiene un poco sorprendido le pedí que me acompañara hasta una sala en la que hay un espejo de cuerpo entero y le dije que mirara allí. Pensó que le estaba tomando el pelo, vamos, que tenía el día guasón.
- Perdona, yo busco un yogui que me ayude a encontrar la Paz y el equilibrio.
- Pues está ahí.
- ¿Dónde?
- Delante de ti
- Ahí solo estoy yo
- Pues ahí es donde vas a encontrar el yogui de verdad, si no está ahí, no está en ninguna otra parte.
- Yo llevo toda la vida conmigo y nunca he visto eso que dices
- Es que lo tienes que buscar, encontrar, rescatar, proteger y hacer que crezca
- Pero eso es muy difícil
- Bueno, es solo cuestión de prácticas y tiempo
- ¿Tiempo?,¿Cuánto?
- Pueeees, toda una vida
- Eso es mucho
- No, es todo
- Y entonces, si al yogui de verdad lo tengo que buscar dentro de mí, ¿para que el centro de yoga?, ¿Cuál es tu labor, si es que haces algo?.
- Para la primera pregunta la respuesta es que tu sola no lo encontrarías, y a la segunda, que yo me encargaré de transmitirte la Ciencia del Yoga, con sus técnicas, con sus prácticas, para que puedas recomenzar tu proceso de acercamiento al Yogui de Verdad. Además procuraré mantener este centro para que otros como tu puedan llegar también, que esté limpio, atendido, trataré de aclarar las dudas que se te planteen, encajaré tus cuestionamientos, tus críticas, tus accesos de vanidad, tus retos, intentarás adularme, dudarás de mis intenciones, lo que se dice todo un proceso de yoguinización, que como todo aprendizaje tiene diferentes fases: niñez, adolescencia, juventud y madurez en el Yoga. Te advierto que son muchos los que se lo proponen y pocos los que perseveran.
- La verdad es que lo que me cuentas no me resulta muy atrayente, deberías cambiar a tu experto en marketing.
- Pues mi experto en marketing es el tiempo, se encarga de llevarse a los que no están preparados para esta búsqueda, al margen de la excusa que tengan, los zarandea un poquito por ahí y me los devuelve pasado un tiempo, que no siempre es una vuelta definitiva, este ir y volver, en ocasiones, se repite muchísimo, los que se van, lo hacen con quejas diferentes, pero lo que les hace volver es siempre lo mismo.
- ¿ Y que les hace volver?
- Pues es algo parecido a una deuda que tienen consigo mismo, que además, mientras no se satisface no te deja en paz más que a ratitos.
- ¡! Vamos, que esto es como una casa de empeños !!
- No, no es una casa de empeños, pero mientras uno no reconoce y realiza su propia esencia vive de prestado, vive corriendo de acá para allá, detrás de metas efímeras, que después resultan ser humo, nada. A veces tiene que desandar mucho para encontrar el camino y el punto en el que se desvió. Otras veces es simplemente im-po-si-ble.
- ¿ Y tú, como sabes que no te equivocas ?.
- Bueno, yo no sé que no me equivoco, es más, una de las cosas que estoy aprendiendo es que me equivoco, también estoy aprendiendo que el panorama de equívocos cambia en el tiempo, vamos, que ya no me equivoco en las mismas cosas que antes, me equivoco en otras.
- ¿Y aún y sabiendo que te equivocas tienes el cuajo de pretender instruir a otros ?.
- Sí, resulta un poco-poco lo que puedo enseñar, pero sé que es útil, hace tiempo pensaba que podía enseñar más cosas, casi de todo, pero eran cosas que no eran mías, eran conocimientos prestados que tuve que devolver porque no eran míos, ahora lo que sé que puedo enseñar es muy sencillo, te puedo enseñar a respirar, a estirar tu cuerpo y a establecer una buena relación con él, te puedo enseñar que tienes deseos y emociones y que también tienes que encontrarles la medida, puedo señalar la mente como origen y constructor del mundo que percibes y a la que también hay que cogerle el “aire”. Después puedo mostrar la necesidad de mantener esos tres aspectos en un cierto orden para que tu verdadera naturaleza encuentre el camino despejado para poder manifestarse y así te vayas conociendo en tus aspectos humano y espiritual.
- ¿Tu has encontrado “eso”?
- De mi vida íntima prefiero no hablar.
- Puedes ser un estafador
- Lo sé, pero lo que yo soy es cosa mía y el que tu quieras confiar en mi, es cosa tuya. En este tiempo ha habido quien ha llegado a esa conclusión y quien ha llegado a otras. Parece que no depende solo de mi o de lo que enseño, hay otros factores y entre ellos especialmente el tiempo, el tiempo no deja títere con cabeza, otros asunto son las cosas verdaderas, esas se mantienen invariables, permanecen.
- Bueno concretando, que esto que me dices me parece mucho rollo, ¿aquí se despiertan los chakras?.
- Los que tengas despiertos seguirán despiertos, los que estén “dormidos” seguirán así hasta que les llegue el momento de despertar.
- ¿Y la Kundalini)
- Lo mismo
- Y la Sabiduría
- Esa te la tendrás que ganar
- Pero en otros sitios aseguran que sí.¿Y el tantra?
- El tantra ¿qué?
- Si enseñas tantra
- ¿Tantra como el enfoque espiritual de la sexualidad?
- Si. Si.
- Pues no, no
- El Tantra es un símbolo de la unión de los dos aspectos de la energía en el momento de la meditación.
- Ya, Ya, vamos que no estás al dia en temas de estos.
- No, lo siento, sé poco y de lo poco que sé, sé poco.
- Gracias por la información, ya veré, adios
- Muy bien, vuelve cuando quieras, adios.

Giró sobre sus propios talones y desapareció por donde había venido. Me vino la imagen del Maestro y pensé que cuantas veces habría tenido que lidiar con este tipo de situaciones, la tremenda paciencia que demuestra y rogué por su vida y por la mía.
Escrito por mi amigo Brihaspati.
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martes, julio 15

Cuento: El joven dios.


Había un universo habitado por Dioses, uno de ellos era muy joven de edad pero con grandes y sinceras intenciones. Por esto le dieron un gran poder, para que su corta experiencia se fuera ampliando y así cada vez se haría más grande y sabio. Para ello le concedieron un mundo que el mismo gobernaría con leyes invisibles, tendría que ir haciendo las cosas lo mejor que pudiera y aprendiendo poco a poco.

El joven dios tenia un gran corazón, así que lo primero que hizo para que todas las personas de su mundo tuvieran una felicidad total, fue crear una ley en la cual todo lo que desearan lo tendrían inmediatamente. Todos los habitantes de este mundo eran felices, vivían con todo lo que deseaban, si les apetecía una comida en especial, la tenían en el momento. Si querían estar en la orilla de una playa, enseguida se encontraban allí. Que querían tener un gran físico y ser muy guapos, su cuerpo se modelaba y eran guapos. Si querían tener dinero y joyas, al momento eran ricos. Todos sus deseos se cumplían en el acto, que felices eran.

Al principio todo era bonito, que alegres y bien vivían, pero poco a poco todo fue cambiando. La gente empezó a perder el interés por las cosas, ya no disfrutaban como al principio, ya nada les causaba alegría. La gente seguía desilusionándose, decayendo cada vez más. Salían pegas por todo, se iban echando culpas los unos a los otros por cosas sin sentido. Tenían tal dejadez y desgana, que ese mundo fue dejándose hasta morir.

El joven dios al ver lo que había sucedió se preguntaba”: ¿Cómo pudo ser que estuvieran así? Tristes y desganados, si les di todo para que tuvieran felicidad absoluta. No se lo explicaba, les había concedido lo mejor que él creía que podía ofrecerles y habían acabado destruyéndose ellos mismos. Tras pensarlo y repasar todo lo que había pasado, se dio cuenta, estaba claro. Todo lo que les apetecía lo tenían y así lo bueno va perdiendo su fuerza, para ir cambiando a lo normal, lo de siempre. Les faltaba estimulo, les faltaba motivación, necesitaban contrastes, lo bueno al ser tan continuo perdió su valor e interés. Era como escribir con una tiza blanca sobre una pizarra blanca, no tenia fuerza lo que se escribía pues al no ver ningún contraste se perdía. Es diferente cuando con una tiza blanca se escribe en una pizarra negra, la letra coge fuerza y resalta ante el fondo, ganado en importancia. Así la gente totalmente desmotivado no puso empeño en moverse, en ganarse las cosas, valorándolas después del esfuerzo y creciendo con la experiencia de la acción.




Para intentar enmendar su error empezaría de cero, este nuevo mundo seria totalmente opuesto al anterior. Ahora lo haría con sufrimiento para todos, así tendrían que moverse y no se encantarían perdiendo el gusto por lo bueno. Paso entonces que todo el mundo estaba siempre triste, volvían a no tener ilusión por las cosas, siempre se enfadaban y discutían. Era incluso peor que el anterior y con mayor rapidez murió también.

El joven dios volvió a reflexionar con los nuevos datos y vio que este mundo había sido demasiado contrario al otro, se había ido de un extremo al otro.

Ahora haré un mundo donde no sea ni todo bueno, ni todo malo. La mitad de las personas serian felices y la otra mitad serán desdichados, así haber si se desarrollan y crecen. Con el paso del tiempo las personas que eran felices, se hicieron soberbias y vanidosas, creían que estaban por encima de todos los demás, desinteresadas por todas las personas excepto por ellas mismas. Les faltaba la humildad y solo se sentían bien cuando las personas desdichadas les miraban con envidia, entonces se sentían grandes, superiores, admirados, esto les gustaba. Pero esto no era felicidad, poco a poco se iban oscureciendo, queriendo siempre más para aparentar y no perder ni un ápice de su forma de vida. A los desdichados también les fue mal, se sentían muy desgraciados y le echaban la culpa de todos sus males y desgracias a los ricos, por su felicidad aparente, la vida para ellos era injusta, unos tanto y otros tan poco, no esperaban ya nada de nadie. Hubo guerras, los unos volcaban la culpa a los otros, nadie aceptaba su propia responsabilidad de cambiar. Así ese mundo también desapareció.

Después de este nuevo fracaso, el joven dios iba ganando en experiencia y no se derrumbaba, sabiendo que si no repetía los errores y aprendía de ellos, con voluntad y paciencia, al final conseguiría lo que quería. Así que con los datos que tenia ahora, volvió a intentarlo.

En este mundo habría personas felices y personas desdichadas, aunque no siempre serian los mismos. Todos tendrían días felices, otros medios y otros desdichados, en una forma circular, irían hacia arriba y hacia abajo, en ciclos, nadie seria ni totalmente feliz, ni totalmente desdichado. Habrá puntos extremos, variantes, contraste, todos en continuo movimiento. Las personas de este mundo al vivir de esta manera, empezaron a darse cuenta de sus diferentes y cambiantes estados de ánimo, estaban contentos a veces y otras tristes, arriba y abajo. Por esta causa sucedió algo muy hermoso.



Las personas que esos días estaban pletoritas y felices, se sentían fuertes y capaces de cualquier cosa en esos momentos, pero como también sufrían a veces, comprendían a aquellos que en esos momentos lo estaban pasando mal, sabían que se sentían desgraciados y al verlos sufrir, recordaban el miedo, el dolor y la tensión que vivían cuando ellos estaban de esta manera, ayudándoles, en ese estado de gran visión y claridad, les aportaban confianza y serenidad. Incluso si la persona que estaba mal en ese momento insultaba a la persona que estaba bien y feliz, esta no se ofendía, sin sentirse agredida ni atacada, el problema lo lleva la otra persona, pues sabia que lo hacia desde el bloqueo interno causado por la tensión y el dolor, que no tenia la capacidad de pensar con claridad que es tan necesaria para actuar de forma correcta, sabían que no eran capaces de hacerlo mejor. Así además de no enfadarse perdiendo ese estado de alegría, dentro de ellas iba creciendo un sentimiento de afinidad, unión, tolerancia y comprensión que les llenaba de “amor”.

Al estar los estados de ánimo en continuo movimiento, las personas cuando estaban felices ayudaban, y otras veces esas mismas personas se sentían desgraciadas, pero siempre tenían al lado una persona ayudándoles a pasar ese maltrecho, ese estado desagradable. Muchas eran las veces que esta persona que le ayudaba, había sido ayudada por la misma persona que ahora lo estaba pasando mal, cambiando constantemente de ayudar a ayudado, pasando por las dos caras de la moneda. De esta manera iban también aprendiendo una cosa muy importante, a dejarse ayudar, recibiendo fuerza y optimismo, agradeciendo la intención de la otra persona para que uno sea feliz. Al ir observándose al pasar por todos los estados de dicha a tristeza, las personas iban despertando y se daban cuenta de algo muy importante: Dar cuando sé esta bien y abrirte a recibir cuando estas mal, sabiendo que muchas veces no llegamos hasta donde queremos, no somos capaces de mas, necesitando de otras personas.

En este ambiente de contrastes, en continuo movimiento, las personas se dieron cuenta de una gran verdad: “ Las demás personas somos nosotros, y nosotros somos las demás personas. Por que siempre lo mismo que les pasa a ellos, nos pasa también a nosotros, y a nosotros nos pasa lo que les pasa a ellos. En mayor o menor medida, algunos en un grado mayor y en otros menor, pero sufrimos, amamos, reímos, lloramos... todos, por diferentes causas vale, pero esos sentimientos se generan dentro todos de nosotros. Debemos ser conscientes y darnos cuenta, que tanto ellos como nosotros, somos iguales y nos hacemos falta para vivir.” Así aprendían, observando a los demás se veían a ellos mismos y poniendo atención en las emociones y pensamientos propios, veían a los demás. Conociéndose cada vez mas fueron creciendo ganando en experiencia, comprensión y amor.
Había tal unión que este mundo siguió creciendo, floreciendo, siendo cada vez más hermoso y alegre. Las personas habían ganado sabiduría y comprendieron que todo lo que les sucedía era necesario, que todo esta en movimiento, todo viene y pasa. Se dieron cuenta que la felicidad se trabaja siempre, día a día, aceptando las cosas que nos pasan y sacando el máximo partido de ellas, disfrutando todo como un regalo, aprendiendo, VIVIENDO.

Aquí en este mundo es donde nuestro pequeño dios creció en experiencia, aprendiendo a través de las situaciones que creaban los humanos, a través del dolor, de la alegría, a traves del compartir todos los estados de ánimo. Con los contrastes, viendo que lo que parece malo se convierte en bueno, y otras veces ocurre que lo bueno te lleva a lo malo, en constante movimiento, aprendiendo a no poner etiquetas a las cosas. Así es como se convirtió en un gran dios, sabio y lleno de amor.

“Lo había conseguido”


Comentario:

Una persona con un pensamiento negativo puede cruzarse con diez personas y transmitirlo, estas a su vez pueden cruzarse con otras diez persona cada una y seguir transmitiéndolo, así sucesivamente. En el mismo día la vibración negativa de una persona puede llegar a cientos de personas, haciendo que estas tengan un mal día. Esto mismo lo puede hacer una persona con un pensamiento positivo, transmitiendo esta vibración a cientos de personas, consiguiendo llevar un día agradable a todas ellas. Pienso que este es el camino para conseguir un mundo mejor, empieza por la paz y alegría en uno mismo.

Imaginaros que tenéis un buen día, de repente aparece una persona con sus preocupaciones y problemas personales. De repente se comporta o dice algo que no os resulta agradable. En este momento tenéis la oportunidad de decidir:

1. Sentirse agredido y atacado por su forma de comportarse y hablar. Entonces gritarle, insultarle y discutir con él, poniéndose a su misma altura, recibiendo su vibración negativa de conflicto. Vuestro día se ha vuelto tenso y conflictivo.
2. Darse cuenta de que el problema de esa persona no va contigo, su bloqueo y rigidez mental, allí donde va los lleva, a la panadería, en el trabajo, con la familia... Recuerda cuando algo te hace enfadar, como pierdes la claridad de pensamiento, el único punto de vista es el tuyo y no puedes entender nada mas, te ha pasado muchas veces y seguirá pasando. Entonces lo comprendes e intentas quitarle leña a conflicto, hablándole con serenidad, intentando ayudar, intentando arrancarle una sonrisa que le quite gravedad al asunto, sin forzar la situación. Cuando logras que esa persona no solo no te transmita su tensión, sino que eres capaz de ayudarle, dándole tranquilidad y bienestar, entonces has hecho magia, transmutando el dolor en alegría. Si no puedes conseguir esto, intenta al menos que no te haga daño y déjalo pasar, que siga su camino sin que te afecte, pues igual no es el momento.

Si viniera un toro te pondrías en medio dejando que te golpeara con su fuerza o seria mejor moverse a un lado, hacerle un pase de derecha, luego otro de izquierda, controlando la situación, utilizando la inteligencia y el corazón, eso es arte. En las relaciones con las personas debemos ser artistas, creando belleza y armonía.

Cuando escribí este cuento me preguntaba por que nuestro mundo no podía ser igual que el ultimo mundo del cuento, entonces los observé y me di cuenta de que realmente si son los mismos. Lo que ocurre es que cada persona lleva un camino evolutivo, un ritmo personal de aprendizaje. Debemos dejar claro la diferencia entre entender, que se queda en el nivel mental únicamente, y comprender, que ocurre cuando esa experiencia tu también la has sentido. No es lo mismo que te expliquen lo que duele tener piedras en el riñón, ha haberlo vivido uno en propia experiencia. Cada vez hay mas personas con la capacidad de comprender las situaciones en las que se encuentran los demás, entonces se realiza una unión entre ellos, creando lazos de afinidad, cuando más experiencias y situaciones has vivido de forma consciente, mayor comprensión se puede tener. Esto es la autentica sabiduría y es la fuente del amor universal.




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Escrito por Sergio.
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martes, julio 8

El poder de la PALABRA.



Las personas disponemos gracias a nuestro cuerpo físico, de diferentes capacidades o poderes con los que podemos actuar. Al decir “poder” me refiero a que podemos hacer cosas con ellos. Una de estas capacidades, con mas importancia, es el poder de la palabra, cuando mejor sepamos utilizarla mas grandes serán las cosas que podamos hacer con ella. En el caso contrario, si no tenemos el control para utilizarla correctamente puede volverse contra nosotros, arruinar nuestras vidas y la de los demás. La palabra tiene un poder destructor enorme, cuando es utilizada sin pensar, sin control, pero cuando uno tiene la capacidad de dirigirla puede crear, ayudar y construir.
Es importante que entre, el camino de los pensamientos que surgen en nuestra mente y la consecuencia de estos, ósea lo que decimos, creemos un espacio intermedio en el que seamos capaces de discernir, haciendo una especie de criba entre lo que vale la pena que digamos y lo que es mejor callarse.



Para esto podemos revisar estos tres puntos:
1.. Que sea verdad. Son muchas las cosas que pensamos con muy pocos datos en nuestro poder sobre otras personas, presuponiendo e imaginando demasiadas historias e intenciones. De esta manera llegamos a creer lo que pensamos, entonces nos sentimos en posesión de la verdad absoluta, por lo que creemos que al tener la razón, tenemos el derecho a decir lo que queramos e incluso en muchas ocasiones creemos estar en el deber de poner a esa persona en su sitio, como si fuéramos los abanderados de la sociedad, pero es mentira lo hacemos por nosotros, por nuestra rabia y tensión que no controlamos. Juzgamos, criticamos, insultamos y condenamos como si fuéramos jueces omniscientes con una visión total. Un consejo: no nos creamos todo lo que pensamos de una forma rígida, como si la única opción buena fuera la nuestra, dejemos puertas abiertas a otros puntos de vista, teniendo una visión mas amplia.

Un cuento: Una mujer estaba en la estación esperando a que llegara el tren, como aun quedaba tiempo, se compro un paquete de galletitas saladas de lamarca que mas le gustaba para disfrutarlas mientras esperaba la llegada del tren y se sentó en un banco. Al momento llego un joven sentándose en el otro lado del banco, ella al verlo empezó a pensar que menuda pinta con la barba y el pelo largo, ya estaba juzgándolo. El muchacho cogió el paquete de galletas que había entre los dos en el banco y comió una. La mujer al ver esto cogió otra galleta mirándole con rabia mientras no paraba de pensar que ese muchacho era un sinvergüenza y un caradura. El muchacho sin embargo la miraba con una sonrisa dulce y cogió otra galleta, ella con mas rabia volvió a coger otra con los mismos pensamientos hacia el, condenándole a todo tipo de males. El sin embargo le devolvía la mirada con una sonrisa y cogia otra galleta. Esto se fue repitiendo hasta que llego la última galleta. No será capaz de cojerla este melenudo sin trabajo y hippie, pensaba la mujer. El muchacho la cogió, la partió por la mitad y le ofreció una parte al mujer. Esta no se contuvo ya, se levanto de golpe y echando pestes se fue a por el tren que estaba llegando. Una vez ya sentada en su asiento del tren, no podía parar de pensar en el muchacho imaginando todo tipo de cosas sobre el, llena de rabia y tensión. Ni tan siquiera podía ver el paisaje desde el tren como tanto le gustaba, así que decidió coger una revista de su bolso para ver si así podía parar de pensar. Cual fue su sorpresa cuando buscando en su bolso descubrió el paquete de galletas que había comprado antes y con toda su vergüenza comprendió que había estado comiendo las galletas del muchacho.



2.. Que no hagamos daño a nadie. Lo que decimos puede causar grades males en las personas, quedando grabado en su memoria y causando sufrimiento incluso para el resto de sus vidas. Las palabras mal dichas e inoportunas, son como si claváramos clavos en una puerta de madera, una vez clavados, dichas las palabras, podríamos retirarlos todos, pedir mil veces perdón, pero el agujero quedaría dejando la puerta estropeada, el dolor y el registro en la memoria queda creando un malestar interno.



3.. Que sirva para solucionar o mejorar las cosas. No será mejor que cuando abrimos la boca salgan rosas en vez de piedras. Por lo general cuando nos enfadamos perdemos el control y hablamos desde la tensión, en esos momentos no buscamos la resolución del conflicto que seria lo correcto, sino que nos quedamos atrapados en la emoción, en la rabia, echando mas leña al fuego de la furia con cada frase que decimos. Debemos buscar las palabras adecuadas para encontrar soluciones y no atascarnos en reproches, juicios o insultos.

Así pues si creamos el hábito de revisar estos tres puntos: que sea verdad, que no haga daño y que solucionen, poco a poco ganaremos en coherencia y prudencia, poniendo orden y armonía en nuestras vidas.
También es importante al utilizar la palabra hablar con propiedad. La mente constantemente nos manipula y después nosotros a los demás, para conseguir lo que quiere, por lo que es importante buscar la sinceridad, claridad y sencillez.
Cierto día estaba con mi mujer y con mis hijos en un parque de atracciones, serian las ocho de la tarde más o menos, y empezaba a estar cansado. Empecé a decir que ya era tarde para los niños, que nos fuéramos ya, que si iban a cenar tarde y otras cosas. Me di cuenta que como estaba cansado y quería irme, me apoyaba en mis hijos para conseguir lo que quería, pero en ningún momento dije la verdad: estaba cansado. Era capaz de creerme lo que yo decia y discutir por eso. Este tipo de cosas las hacemos muchas veces, cuando queremos que parezca tarde decimos: “eran casi las ocho” , cuando igual son las ocho menos veinte. Otras veces decimos:”habia mucha gente en la sala y no cabía ni una mosca” diciéndolo de una forma que no damos información clara, pues depende, cinco personas en una cabina de teléfonos es mucha gente, pero en un estadio de futbol es poca.

Otro consejo no repitas muchas veces lo mismo, pierde fuerza e interés lo que dices, también transmite inseguridad. Busca el equilibrio hablando lo justo y necesario.



Por ultimo al hablar de la palabra, es muy importante también la ausencia de esta, el saber escuchar. Esto es muy complicado pues cuando alguien nos habla nuestra mente escucha unos momentos, otros hace comentarios sobre lo que ha oido, otros se va a la compra de después, al trabajo, a las vacaciones... Al final de 15 minutos de charla igual hemos estado presente 5 minutos. Muchas personas no tienen la capacidad de dejar en el pensamiento las palabras y no pueden evitar decirlo, interrumpiendo constantemente al que habla, como si “lo único que importa es lo que yo pienso”. Debemos tener en cuenta que uno aprende al escuchar, por lo que debemos desarrollar esta capacidad.
Hay un dicho muy bonito que dice: “Dios nos ha dado dos orejas y una lengua, para que escuchemos el doble de lo que hablamos”

Intenta poner atención cuando hablas, sinceramente observa cual es la intención de tus palabras: crear ( soluciones, alegría, ayudar, paz) o destruir ( con tensión, dolor, desorden, egoísmo)



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Escrito por Sergio.
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domingo, junio 15

Respiración: puerta al vida, puerta a la consciencia.



La respiración es una de las cosas mas importantes de las que tenemos que cuidar en la vida, totalmente al contrario suele ocurrir, pues es común que nadie le de importancia ni atención. A través de ella podemos abrir la puerta de la consciencia, accediendo al aquí y ahora, consiguiendo una mayor presencia, atención y disfrute en lo que se hace.
Podemos pasar días enteros sin comer ni beber, pero si estuviéramos unos minutos sin respirar moriríamos, esto nos dice la total necesidad que tiene en nosotros. A través de la respiración entran alrededor de dos tercios de la energía que necesitamos.
La naturaleza con su gran sabiduría , nos hace sentir placer en las cosas que necesitamos para subsistir, disfrutamos al comer, beber, dormir, con las relaciones sexuales... todo esto lo hace para que la especie humana sobreviva y se preserve. Pues si con todas estas cosa hay placer y disfrute, imagínate la respiración siendo lo mas importante, la cantidad de sensaciones agradables y poderosas que nos transmite. Pero para acceder a este mundo de sensaciones internas hay sobre todo una condición: “atención consciente”.
Nuestra mente es como un saltamontes inquieto, no para, salta constantemente de un pensamiento a otro, esta en el supermercado, al segundo siguiente en el trabajo, luego en el cine, luego en la comida de antes, al segundo en lo que hará para cenar, luego tomando un café por la tarde con un amigo... no para. Esto nos pasa constantemente así que para poder dirigirla debemos empezar por utilizar técnica de yoga de respiración consiguiendo poco a poco mas dominio sobre la mente y dirigiendo nuestra atención allí donde nosotros queramos. La respiración que utilizamos normalmente es una respiración automática, en el momento que se le da una atención profunda, la convertimos en algo mágico, con un gran poder, el poder de estar donde se esta y de sentir la fuerza del presente.
Generalmente la persona utiliza muy poca capacidad de los pulmones, respirando solo con la parte alta de los pulmones, el tórax. Esta forma funciona con una respiración entrecortada y rápida, activando el circuito nervioso simpático, en el cual se tensan los músculos y el cuerpo, estando totalmente alerta y duros, como un gato cuando eriza todo el cuerpo. Esta bien cuando estamos en una situación de peligro y tenemos que actuar con mucha rapidez, lo malo es que estas situaciones no suelen pasar prácticamente y el cuerpo se ha habituado a estar en tensión constante, ni al dormir descansa.
Otra respiración seria con la parte baja de los pulmones, con la zona abdominal, siendo mas alargada y suave al tener mayor capacidad, esta forma activa el sistema nervioso parasimpático. En este los músculos y el cuerpo se relajan, teniendo mayor capacidad de concentración y un pensamiento mas amplio y claro.
Para finalizar tenemos la respiración yoguica donde se juntan las dos respiraciones, alta y baja, torácica y abdominal, consiguiendo una mayor capacidad pulmonar para respirar, por lo que el cuerpo recibe de forma suave mayor cantidad de oxigeno, activando el sistema nervioso parasimpático, llevando salud al cuerpo y a nuestra vida.
Dependiendo que forma de respirar utilicemos, pondremos en marcha un sistema nervioso u otro, dependiendo en el que estemos, simpatico o parasimpático, nuestra mente y los pensamientos funcionaran de una forma alterada, rápida y tensa o funcionara de forma relajada, con mayor claridad y menos miedo.
Recuerda que la vida es la percepción que tiene nuestra mente del entorno, de los hechos y situaciones, como recibe a través de los sentidos lo que ocurre a nuestro alrededor, procesando la información. Así pues dependiendo como esta nuestra mente, seremos mas o menos felices, tendremos mas posibilidades de tomar mejores decisiones y solucionar los problemas que se nos presentan, siendo mas creativos. Recuerda para dirigir nuestra mente el camino se encuentra en la respiración.
Te voy a proponer varias técnicas de respiración, es importante que pongas toda la atención que puedas en lo que haces, si la mente se va la vuelves a traer a la respiración, es normal que esto pase pues lleva toda la vida yéndose donde quiere cuando quiere, así que no te enfades y sin mas trae tu atención donde estas. También es importante que tengas una actitud de agradecimiento, el aire que entra te da la vida , te llena de fuerza, de energía al cogerlo y de paz, de serenidad al soltarlo.
Para empezar es bueno siempre coger una posición cómoda con los ojos cerrados para que consigas concentrarte mejor. Puedes tumbarte sobre una manta doblada en el suelo, separando un poco las piernas y los brazos. Puedes sentarte en un silla con las manos sobre los muslos y con la espalda recta. O puedes utilizar la postura del loto, sentado en el suelo con las piernas cruzadas y la espalda recta. Para empezar te aconsejo una de las primeras, son mas sencillas y aquí no tienes que competir, ni estar incomodo, has de disfrutar.

1ª Parte: Pon atención de abajo hacia arriba en el cuerpo y vas relajando: los pies, piernas, espalda, manos, brazos, boca, ojos, entrecejo y alisa la frente. Ahora el cuerpo esta cómodo y relajándose. Pon atención en tu respiración es suave o entrecortada; en la boca del estomago, esta duro, tenso o relajado, así obtenemos información de cómo llevamos el día y como estamos.

2ª Parte: Siempre busca la comodidad en los tiempos y repeticiones, yo pongo un consejo pero cada uno tiene que ver lo que necesita.
Empieza a respirar de forma suave con la parte baja de los pulmones, con la zona abdominal. Pon total atención, sintiéndolo. Puedes estar unos cinco minutos con esta , así movilizaras el diafragma o puedes contar 30 respiraciones.
Expulsando el aire completamente del abdomen sigue con la parte alta, el tórax, sintiendo las costillas como se expanden hacia los lados y arriba. Ahora la parte baja abdominal no se mueve. Repite este ejercicio unas 15 veces.
Expulsando totalmente el aire del tórax, unifica las dos respiraciones haciendo la respiración completa o yoguica. Siempre empieza cogiendo aire de abajo hacia arriba, primero llenas la parte baja y luego la alta. Al expulsar el aire hazlo de forma inversa, primero la parte alta y luego la baja. Intenta hcer las cosas a gusto, no busques la perfección, si disfrutas y lo haces con cariño. Poco a poco dominaras la técnica. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min.
3ª Parte: Utiliza cualquiera de estas variantes de respiración completa, te recomiendo que empieces por las primeras pues son mas sencillas.
Coge el aire de forma normal, retienes 2 segundos con los pulmones llenos y lo sueltas tan despacio como puedas, sintiendo como si todo tu cuerpo se deshinchara. Repite este ejercicio unas 15 veces.
Coge el aire de forma normal, retienes 2 segundos con los pulmones llenos, sueltas 2 seg. retienes 2 seg. suelta 2 seg. Así hasta tirar todo el aire. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min.
Coge el aire en 4 seg. Retienes en 4 se. Y sueltas en 8 seg. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min.
Respiración cuadrada: Coge el aire en 4 seg. Retienes con pulmones llenos 4 seg. Suelta en 4 seg. Retienes en vacío en 4 seg. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min. ( pautas 1-1-1-1 )
Respiración rectangular: Coge el aire en 4 seg. Retienes con pulmones llenos 2 seg. Suelta en 4 seg. Retienes en vacío en 2 seg. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min. ( pautas 2-1-2-1 )
4ª Parte: Respira de forma normal sin pautas de tiempo, observando como esta el cuerpo, las emociones, los pensamientos, ¿están igual que al principio? Siente la sensación de energía por diferentes parte del cuerpo.
Ya puedes abrir los ojos.







Escrito por Sergio.

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