domingo, octubre 26

El sufrimiento, nuestro gran amigo.




Esta más que claro que a nadie nos gusta sufrir, pero la verdad es que el sufrimiento es como un gran amigo que se preocupa por nosotros. Viene para decirnos las cosas claras, pero como no nos interesa lo que nos cuenta, le giramos la cabeza y no le escuchamos. Así cada vez el no los dice mas fuerte, con mayor intensidad, con mas sufrimiento y nosotros nos vamos haciendo mas ciegos. Finalmente sube de tal manera el volumen, que tenemos que escucharlo y hacerle caso, entonces desaparece.
He conocido situaciones que en la relación de pareja uno de ellos, no era honesto con la otra persona, siéndole infiel y contándole mentiras constantemente. El afectado en estas situaciones suele ser y quiere ser ciego, pero alguna amistad cercana que ve lo que pasa realmente, entonces se lo cuenta. El afectado no quiere creer lo que le dicen y termina tachando de mentiroso a la persona que se lo cuenta y rompiendo la amistad. Finalmente todo se suele saber. Debemos tener claro que el sufrimiento no aparece por casualidad, sino que viene por alguna razón.

Desde mi punto de vista, el sufrimiento tiene tres aspectos principales:

1- Motivador:
Voy a contaros un cuento: Hubo un tiempo muy lejano en el que dios vivía en la tierra, junto con los hombres y con el mismo aspecto que ellos. Un día que iba caminando por el campo, un campesino se le acerco y le dijo:
- Dios no tienes ni idea de agricultura, con las condiciones climáticas que nos das es complicadísimo poder trabajar el campo.
-Si crees que podrías hacerlo mejor, te daré un año entero para que tu decidas las condiciones mas adecuadas para la cosecha.- Contesto dios.
-Eso esta hecho, yo te demostrare como debe hacerse.- Dijo el campesino.
Durante ese año el campesino tubo poder absoluto para hacer lo que creía más correcto para favorecer la cosecha. Le daba sol cunando le hacia falta, lluvia cuando necesitaba agua, una brisa de aire la mecía muy suavemente para no estropearla. Ninguna tempestad vino para dañarla, ni heladas, ni plaga alguna de insectos. Todo lo que el campesino creía que necesitaba su cosecha se lo proporcionaba. Así fue haciéndose una cosecha hermosa, creciendo y creciendo, hasta que llego el día de la recogida. El campesino fue para recoger la cosecha y cual fue su sorpresa al ver que todas las plantas se encontraban vacías, no había ninguna con frutos.
En ese momento paso dios por allí y se encontró al campesino total mente desconcertado.
-Como puede haber ocurrido esto, cuando necesitaban sol, agua lo que fuera, se lo daba inmediatamente y han crecido vacías totalmente de frutos.- Dijo el campesino a dios.
- No han tenido motivación, les has puesto todo tan fácil que no han crecido correctamente, les faltaban desafíos algo que las impulsara a moverse, a crecer y dar sus frutos. Las plantas tienen que luchar contra las adversidades y así se hacen fuertes y fértiles.- Contesto este.

Los mismo nos pasa a las personas nos vamos acomodando en la vida, no estamos bien pero nos quedamos quietos, adormecidos en la zona de seguridad, muchas veces por miedo a los cambios. Entonces la vida viene y nos empuja con sufrimiento, para que busquemos estar mejor, estar bien, así es como aprendemos con la búsqueda, con la experiencia. Debemos tener claro que la vida es una evolución constante, un camino a recorrer hasta que dejemos este mundo, por lo que es imposible parase o negarse a seguir aprendiendo y creciendo.
Alguna vez habéis estado mucho rato sentados en el sofá. Al principio uno esta bien, pero cuando lleva algunas horas el cuerpo esta pesado y mas cansado, entonces nos entre pereza y aunque no estamos a gusto tampoco nos movemos. En estas situaciones suele llegar hambre, dolores en el cuerpo, falta de aire fresco, calor… que vencen la “perritis” (pereza) que se ha apoderado de nosotros para que nos levantemos y movamos. En la vida pasa igual.

2- Indicador:
Cuando viene el sufrimiento, a través de angustias, miedos, aburrimiento, monotonía… en vez de quejarse, dejarse llevar por el y padecerlo siempre, uno tiene que aprender a escucharlo que es lo que quiere decirnos. ¿Por que me pasa esto? ¿Que tengo que aprender para que vaya desapareciendo? Si os acostumbráis a observaros y sois capaces de responder a estas preguntas haciendo los cambios tanto internos como externos necesarios, veréis como vuestra vida va poniéndose en orden y cada vez habrán menos cosas que os hagan sufrir, así solucionáis aspectos incorrectos que son necesarios cambiar, siendo así mas felices.

3- Unos zapatos pesados que nos ponen los pies en la tierra.

Un cuento de la mitología Griega:
Icaro era el hijo del arquitecto del reino, su padre había construido el laberinto del minotauro para el rey Minos, por lo que vivían de una forma cómoda bajo la protección del rey. Un dial esto cambio, el rey se enfado enormemente con su padre por lo que ordeno que lo encerraran en la torre, rodeada de los jardines poblado por el peligroso minotauro. Desde allí su padre ideo un plan para escapar de la su prisión y huir de la isla. Ponían migas de pan para que comieran las aves, así fueron recogiendo una gran cantidad de plumas. Estas plumas junto con la cera de las velas, las utilizaron para construirse un juego de alas inmensas para cada uno. Así que una vez terminadas decidieron ponérselas y escapar.
Antes de salir el padre de Icaro le advirtió: “No vueles muy bajo pues te podrá alcanzar las olas del mar y no vueles muy alto pues el calor del sol puede derretir la cera de las alas”
Después de asentir Icaro afirmando haber comprendido las recomendaciones de su padre, se ajustaron las alas y se dispusieron a volar.
Las alas enseguida se hincharon con el aire y comenzaron a planear, volaron y volaron, sobrepasando Samos, Delos y Lebintos. La gente los veía volar, era una imagen bellísima con el sol de fondo, todos creían que eran dioses y les gritaban como a tales. Icaro sintió que todo el mundo le veía como un dios y el mismo llego a creérselo. Empezó a volar haciendo piruetas, enseñando la belleza de su vuelo y olvidando las recomendaciones de su padre, quiso subir alto, muy alto, se sentía como un dios volando. Así fue subiendo acercándose al sol, este cada vez le calentaba con mas fuerza por lo que se fue derritiendo la cera , hasta conseguir deshacer sus alas, haciéndole caer sobre el mar y murió. Se había creído un dios, se había creído superior a los demás.

El camino de la felicidad va unido al del conocimiento y crecimiento personal, para conseguir esto uno de los aspectos mas importantes es la humildad. Cuando las cosas nos van siempre bien empezamos a creernos poderos, mas listos, mas guapo, mas fuertes...mejores que los demás. El sufrimiento nos pone los pies en el suelo, y sentimos esa unión, esa cercanía con las demás personas viéndonos a la misma altura.


Constantemente me encuentro personas a las que hay cosas que les causan sufrimiento (tensiones, miedos, inseguridades, tristeza…) y me dicen: es que yo soy así, no lo puedo evitar. Es cierto somos así, hasta que llegado un momento determinado, nos cansamos y aburrimos de sufrir siempre por esas cosas, ahí con esta decisión es cuando creamos una fuerte intención, que será la que nos de la voluntad para cambiar, dejar de sufrir y crecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, el sufrimiento nos lleva a la humildad, la humildad a la posibilidad de "ver" y el "ver" no acerca a nuestro fin último, que tal y como yo lo veo no es otro que dejar que la semilla de divinidad que llevmos en nosotros, se exprese y crezca en libertad....

Es a veces un largo y duro tránsito para ser tan poca cosa como somos, quizá ese sea el motivo por el cual algunos creen en la reencarnación.

Un fuerte abrazo de tu fiel seguidor anónimo, que echa de menos que le des "más caña" al blog ;-)

Por cierto, cada día tengo más claro que el debate "sano" sobre las ideas y las creencias, lejos de parecer un uso esteril del tiempo, es una poderosa vía de crecimiento.. (gracias por ello).