sábado, enero 10

El cielo y el infierno.









Si te portas bien y eres bueno iras al cielo, pero si haces las cosas mal y eres malo, iras al infierno quemándote en el fuego eterno… es broma.
El cielo y el infierno están dentro de nosotros y somos también nosotros los que abrimos la puerta de uno o de otro.

Os voy a contar un cuento:

Había un importante Samurai con una gran pregunta, buscando su respuesta había viajado por todo el mundo sin encontrarla.
A sus oídos llego que en el país vecino había un gran sabio que podría respondérsela, rápidamente monto en su caballo y después de cabalgar varios días sin parar, encontró su casa.
Al llegar delante de él, se sentó y le dijo:
-Gan sabio, hay una pregunta en mí que no me deja vivir a la cual me han dicho que tu me puedes contestar:
¿Dónde están las puertas del cielo y del infierno?
El sabio le miró a los ojos fijamente y le respondió:
-Necio, quien te crees que eres para presentarte ante mi lleno de suciedad y preguntarme esa tontería de ignorante, vete y desaparece miserable.
El samurai al oír esto empezó a arderle una rabia inmensa dentro. El era un gran general que había combatido con éxito todas las batallas, con 10.000 hombres bajo sus ordenes, había tanta cólera dentro de él, tanto fuego y rabia, estaba llena de ruido y pensamientos compulsivos su cabeza. Había abierto las puertas del infierno. Automáticamente saco con toda rapidez su espada y cuando se disponía a atacar al sabio le miro el rostro, en él había paz, serenidad… de repente se lleno de silencio, comprendió y paro. Había abierto las puertas del cielo. Con gran humildad se dirigió al sabio:
-Gran sabio, que gran lección me has dado, en un instante tus palabras me han llenado de cólera y se ha desatado un fuego en mi que no podía parar, un fuego lleno e rabia y odio, así he abierto las puerta del infierno, pero al ver tu expresión, he comprendido tu enseñanza, y me has transmitido tu paz y serenidad. Esto me ha ayudado a llenarme de verdad y claridad, viendo lo ignorante e inconsciente de mi acción, llenándome de silencio y paz, así he abierto las puertas del cielo. Podría haberte matado, pero aun así lo has hecho, muchas gracias.
-Aunque me hubieras matado, abría valido la pena si con esto hubieras podido despertar- dijo el sabio.

Así pues nosotros somos los responsables de hacernos conscientes, de conocer el infierno para que no nos engañe, creyendo lo que nos transmite y trabajar todos los días para abrir las puertas de nuestro cielo.
Me levanto por la mañana y medito, así me acerco al cielo, haciéndolo grande dentro de mi, después de desayunar cojo el coche y a trabajar, mi cabeza me dice que tengo muchas cosa que hacer, me doy cuenta que me entra la prisa, que me acelero, quiero correr (infierno), decido que no, sin prisa pero sin pausa (cielo). Voy por una calle, delante de mi va un coche muy lento, parando para buscar sitio. Me altero, pienso: quieres moverte pesado (infierno), me doy cuenta y decido que no (cielo). Hay un coche detrás de mi que me pita, tiene prisa, no aguanto que me piten, ni que se peguen a mi coche, me enfado y me dan ganas de insultarle (infierno). Me doy cuenta y decido que no (cielo). Luego estoy en la cola del banco, me pone nervioso esperar, me doy cuenta y decido que no, voy a aprovechar y respirar conscientemente (cielo). Las personas que hay en la cola no paran de criticar a personal del banco, por el servicio que dan, juzgan y dicen pestes de ellos. Mis pensamientos se suman al juicio rápido, enviándoles rabia y odio también los despierto dentro de mí, me doy cuenta y decido que no…
Así muchas, muchas mas cosas, con mayor o menor grado de tensión-dolor (infierno).

Nos levantamos todos los días y ante nosotros se abre un abanico de posibilidades para atascarnos, con sufrimiento y tensiones, cuando mas sean, no nos demos cuenta y no las solucionemos, mas viviremos en el infierno. A medida que vayamos viviendo los días sin atascarnos, sin agobiarnos, haciendo las cosas lo mejor que podamos para ir superando problemas internos, acercándonos a la acción justa y necesaria con tranquilidad, sin arrastrar conflictos, viviremos en el cielo con paz y serenidad.

OM shanti.
Sergio....................................................Marut.

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