jueves, febrero 12

Sutras





El primero de los libros de Patanjali nos ofrece una clarificadora exposición sobre:
¿Qué es el Yoga?.

La respuesta ya nos llega en el propio segundo sutra: El Yoga se alcanza mediante la concentración de la mente, eliminando sus modificaciones y todo aquello que las estimula.
Es decir, si queremos alcanzar el Yoga, debemos concentrar nuestra mente, evitando la dispersión del pensamiento y los estímulos que provocan esa dispersión.

Para conseguirlo, nos explica los diversos tipos de pensamiento que se dan en la mente humana y los diferencia, proponiendo la potenciación de unos y el desestímulo de otros, en función de su aportación positiva o negativa al acercamiento al Yoga.
Así, nos anima a potenciar el conocimiento correcto, que, según Patanjali, está basado en la percepción directa, en el razonamiento adecuado y en el testimonio verdadero.

Por otro lado, nos previene del conocimiento incorrecto, de la fantasía, de la pasividad o sueño y de la memoria o recuerdo como tipos de pensamiento que no sólo no favorecen la consecución del Yoga sino que nos alejan de él.
Las claves para controlar los pensamientos nos las aporta también y no son otras que abhyasa, la observación permanente de la mente, y el desapasionamiento.

Al observar nuestra mente constantemente, poco a poco, podremos identificar si se encuentra funcionando desde el conocimiento correcto o si, por el contrario, actúa en base a otros esquemas que no nos acercan al Yoga y que, por lo tanto, deben ser modificados si queremos alcanzarlo.

El desapasionamiento, la segunda de las claves para el control de la mente, consiste en despegar a la mente de la emoción, permitiendo así que pueda funcionar desde el conocimiento correcto y no dominada por los deseos y las pasiones, como suele ocurrir hasta que se desarrolla esta cualidad.

En este camino de acercamiento progresivo al Yoga, Patanjali nos indica que el samadhi o iluminación puede ser alcanzado mediante el razonamiento, la discriminación, la dicha o inspiración y la identificación con la individualidad.

Alcanzado el samadhi, se trata todavía de profundizar en el proceso, para lo que nos propone mantenernos firmes en el nivel alcanzado, de forma que la actividad externa se vaya aquietando y en la conciencia sólo permanezcan las impresiones internas.

Una vez culminado este proceso se alcanza la liberación, terminando así el proceso evolutivo en el reino humano.
Este es un camino largo y no exento de dificultades, que va a requerir de muchas encarnaciones, por lo que bueno será identificar las claves que Patanjali nos proporciona para nuestra vida cotidiana.

Nos indica que la liberación se alcanza prontamente si la voluntad está activa, por lo que la voluntad, como ya sabemos, es una de las cualidades a desarrollar.

También nos hace saber que la repetición constante del OM y la meditación en su significado nos conducen al conocimiento de la Verdad y a la eliminación de todos los obstáculos.
No sólo eso, sino que nos identifica esos obstáculos, que no son otros que: la enfermedad, la pereza mental, la duda, la falta de entusiasmo, la inercia o pereza, el apego al placer, la falsa percepción o ilusión, la incapacidad para lograr la concentración y mantenerla y las distracciones.
Además, nos proporciona importantes elementos para pacificar la mente: el desarrollo de la amistad, de la amabilidad, de la alegría, de la indiferencia hacia la dualidad; también mediante la expulsión y retención del aire en la respiración.

Por último, nos aporta los elementos que proporcionan la estabilidad mental: concentración en las impresiones superiores, meditación en la luz resplandeciente que está más allá de toda pena o en el corazón que ha abandonado el apego por los objetos de los sentidos o, simplemente, mediante la meditación en algo bueno.

El camino está trazado, somos afortunados por contar con las claves que nos permitan discriminar en las encrucijadas y percatarnos cuando tomemos un camino equivocado, para poder así enderezar el rumbo.
Sólo nos queda realizar nuestro trabajo, sabiendo que contamos con herramientas que nos permiten afrontar los momentos de desánimo, que sin duda nos asaltarán, en la confianza de que cada paso que demos en la dirección correcta nos acerca un poco más hacia nuestra meta.



¡Buen camino!



Sankar.

Mas información en http://www.yogui-urbano.com/

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