domingo, marzo 15

¿Trabajas para vivir o vives para trabajar?




Recuerdo a un amigo, siempre que le llamaba le preguntaba:
¿- ¿Cómo estas?
- Bueno ya sabes las cosas están difíciles, no vendo nada.... Me respondía el siempre.
Un día viendo que en todas las ocasiones que hablábamos me contestaba lo mismo, le dije:
-Te pregunto como estas tú, no te pregunto por tu trabajo, ni por tus ventas.
Se quedo un tanto desconcertado y sin darle mucha importancia a su contestación dijo:
- Ah, yo bien.
Esto me hizo ver que en él sus días para ser buenos dependían de que hubieran habido ventas o no. Si había vendido eran buenos, sino malos. El solo valoraba que los resultados y objetivos se cumplieran para poder sentirse satisfecho. No le daba valor a su salud, ni a su familia, amigos.. cosas importantes que nos dan felicidad llenándonos y en los que debemos apoyarnos, pero que no solemos ver.
Entonces desperté, en vez de criticarle por su forma de actuar me di cuenta que lo que le pasaba a él, en una medida diferente también estaba en mí. Muchas veces cuando llegaba del trabajo y mi mujer me preguntaba como había sido el día, le respondía dependiendo de los resultados de las acciones. Esta situación con mi amigo me ayudo a darme cuenta de muchas cosa que me hacían sentirme mal a lo largo del día, necesitaba cubrir mis objetivos para sentirme bien, para no juzgarme y sentirme no valido, no suficiente. Aprendí pues a separar mi día personal ( relaciones con las personas, sensaciones de mi entorno, estados de animo..) de los objetivos laborales. Ahora cuando mi mujer me pregunta por el día puedo responder: No he vendido casi nada, pero ha sido agradable e disfrutado de la comida con un cliente y de buenas sensaciones y paisajes cuando viajaba con el coche.
Todo lo que vemos en los demás es porque es un reflejo de lo que hay en nosotros, si quieres crecer liberándote de bloqueos internos, utiliza lo que ves en los demás para encontrarlo en ti, no juzgues y dedícate a lo tuyo, así evolucionamos. Con el autoconocimiento conseguimos el autocrecimiento.
También es muy importante hacer las cosas desapegándonos del resultado, no estar sufriendo necesitando que salga lo que queremos. Debemos intentar hacer la acción disfrutando de ella, así aprendemos a nuestro ritmo haciendo las cosas cada vez mejor, sin exigencias y juicios dañinos.
Para terminar solo quiero dejaros este pensamiento:
Podemos perder dinero, casas, posesiones... no son tan importantes pues van y vienen, pero lo que no tenemos que perder es VIDA, el momento pasa muy rápido, sin darte cuenta han pasado días, meses, años, una vida, sufriendo por un cosa o otra, esperando a que pasara para poder vivir, y todo este tiempo no lo puedes recuperar pues no vuelve. Intenta disfrutar, valorar, agradecer cada instante.
Así pues pregúntate:
"¿Que prefieres perder dinero o VIDA?"



Marut.



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