martes, marzo 29

Héroes




Siempre había pensado que los héroes eran personas que habían conseguido grandes logros con facilidad, pues tenían muchos talentos y capacidades. En estos momentos de mi vida, ya no pienso igual.
Tanto en el bagabaghita, como en otros mitos, cuentos o leyendas, el héroe representa el alma queriendo expresarse. Para ello tiene que superar las dificultades, las tendencias del cuerpo inferior (la personalidad, el ego)  o sea las diferentes caras del villano, para así, poco a poco dirigirse hacia su meta y poder reencontrarse con la amada princesa, la sabiduría, alcanzando la realización del Ser, de nuestro Yo Superior.
Mi camino hacia la meta, lo comparo con una sabana blanca, llena de todo tipo de manchas de tinta, mermelada, grasas, ceras… causadas durante las situaciones que fue utilizada en el pasado. Metiendo esta sabana en la lavadora, en su primera lavada, un gran número de manchas que no estaban muy pegadas, se limpian, quedando una sabana mucho más clara y limpia. Se puede creer que a este ritmo, con tres o cuatro lavadas mas, se podrán quitar todas las manchas de la sabana, dejándola totalmente blanca. Pero la segunda lavada ya no se puede comparar con la primera, quitando únicamente algo de intensidad en las manchas y en las siguientes lavadas, ya prácticamente las manchas se quedan igual, pues estas ya están muy pegadas a la sabana.
En mi vida de repente apareció el Yoga de la mano de Dharma, despertándose cierto grado de consciencia, así un gran número de hábitos, que no estaban fuertemente arraigados en mi personalidad desaparecieron. Esta batalla interior, fue una victoria clara, muchas de las tendencias que me causaban malestar habían sido destruidas, borradas de la sabana. A este ritmo, en cinco o seis meses, me desharé de todas las tendencias negativas de la personalidad, pienso yo en ese momento. No es así, lo que queda esta muy arraigado y por más que lo intento, no desaparece.
Es el momento de cambiar la estrategia en la batalla interna, de seguir luchando hacia eliminar las manchas no conseguiré nada y perderé la guerra, sin alcanzar la meta. Tras la euforia de las primeras victorias vienen momentos duros que te hacen cambiar la actitud, ganando en aceptación y comprensión, permitiendo existir las manchas de la sabana, o sea, el miedo y características propias y aprendiendo a convivir con ellos.
En esta parte, al aprender a convivir con lo que no nos gusta es donde surge el héroe. Las tendencias de nuestro cuerpo inferior, de la personalidad, o sea los villanos de la epopeya o las manchas de la sabana, siempre están ahí surgiendo cíclicamente con más o menos fuerza. Son mi pereza, mi tristeza, mis miedos, mis dudas, mis necesidades, mis expectativas, mis, mis…y muchos mas mis. Cuando surgen, uno esta bajo su influencia, pero esto no significa que necesariamente te dirijan, aquí es donde surge el conflicto, la batalla interna entre el héroe-alma y el villano-tendencias inferiores.
En nosotros se va desarrollado algo, podemos llamarlo sentido común, intuición, discernimiento o la voz del alma, escuchándolo cada vez con mas claridad. Que lo escuches no te asegura que lo hagas y aquí es donde hay que trabajar.
Teresa de Calcuta tenía un voto secreto que decía:
“Dios, no te voy a negar nada de lo que me pidas”
De esta manera, con ese cuerpo pequeño y delgado, hacia cada vez mas grande la voz del alma, del héroe, consiguiendo una enorme fuerza que le venia de lo mas profundo.
Ella, como todo ser humano, tenia sus dudas y demás condicionantes, pero esa batalla que se libraba en su interior, la ganaba el alma. No vencía porque desaparecieran las tendencias de su personalidad, sino porque a pesar de estar sus dudas y demás conflictos internos, hacia lo que debía hacer. Así gradualmente, al mirar la sabana, aunque sigan las mismas manchas de siempre, cada vez se ve con mas intensidad el blanco y puro fondo. Al mirar hacia dentro aunque se perciben todos los conflictos de siempre, va cogiendo fuerza la luz y claridad de lo que hay que hacer, con el poder de hacerlo.
En las vidas de las personas que han conseguido sus metas, hay un denominador común, mucho trabajo y esfuerzo, caerse y levantarse, un montón de conflictos y dudas en su canino.
Tomas Alba Edhison, el inventor de la lámpara incandescente y otras cosas, decía:
“El éxito es un 5% de inspiración y 95% de transpiración”, ósea mucho sudar y trabajar.
Madhava nos habla de trabajar la paciencia y la constancia haciendo lo justo y necesario, Ramachandra de la acción que nos ayude a evolucionar, tanto a mi y como a los demás, Basista en las relaciones entre personas, nos anima a dar la caricia adecuada a cada momento. En los momentos que Aryuna dudaba, el Señor le dijo: “No cedas a la inacción… rechaza ese deprimente desaliento mental y emprende la elevada acción”. En definitiva es hacer lo que toca, guste o no, con miedo o sin miedo, con ganas o sin ganas.
Así pues, cuando se despierte una batalla en tu interior, entre la voz del alma y las tendencias del ego, pereza, miedos, tristeza, intolerancias… pregúntate:
¿Quién quieres que dirija tu vida? El héroe o el villano.

Marut.

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