martes, junio 14

Aprendiendo a ser “mi amigo”



Aprendiendo a ser “mi amigo”
Dedicamos mucho tiempo y esfuerzo en caer bien a los demás, necesitando ser aceptados.
¿Y que pasa con la persona que pasas más tiempo, compartiendo alegrías y tristezas? Ese eres tú y es la amistad más importante que debemos alcanzar. Así que mejor llevarte bien contigo, colaborando para poder afrontar correctamente todas esas situaciones que la vida nos pone. La pregunta es: ¿Cómo me hago mi amigo?
Las claves para la amistad son comunicación, aprendiendo a escuchar y respeto, aceptando la forma de ser, con las limitaciones de la personalidad.
Recuerdo cuando tenia veinte años, un amigo y yo decidimos montar juntos un negocio, al principio todo funcionó bien, había comunicación y respeto, nos complementábamos y el negocio subió con mucha rapidez, haciéndonos ganar mucho dinero. Con el tiempo la comunicación se perdió y el respeto desapareció, sin llegar a puntos de encuentro y con acusaciones ofensivas. El negocio bajo, incluso teniendo perdidas, hasta que mi socio vendió su parte a otra persona. Con esta persona al haber comunicación y respeto, nos complementábamos, superando las dificultades y consiguiendo que el negocio remontara siendo rentable económicamente.
La comunicación y el respeto son esenciales para cualquier relación, de trabajo, de pareja, deportiva… creando prosperidad. No olvides que la relación más importante a desarrollar es con uno mismo, si se desea una vida abundante, prospera y feliz deberás aprender a respetarte y tener una comunicación clara.
El cuerpo físico se comunica con nosotros a través del placer, cuando hacemos lo correcto por el y dolor cuando lo estamos dañando. A nivel emocional se comunica con nosotros a través del sufrimiento, avisándonos de nuestras necesidades y carencias, para que trabajemos con ellas sanandolas. La voz de la mente son los pensamientos, es importante observarlos y cuestionarlos, abriéndose a otros puntos de vista.
El respeto se consigue aceptándose uno como es, motivándose para mejorar al ritmo personal, ganando en dignidad y autoestima, valorándose.
Al tener una buena amistad con uno mismo, a través de la comunicación y el respeto, a través de la comprensión y el amor, se empuja sin tirarse, se escucha sin insultarse, se motiva sin engañarse, se confía en uno sin creerse mejor que los demás, conociendo virtudes y aceptando las limitaciones.
Ser felices.

2 comentarios:

Carmen dijo...

Gracias, por compartir tu sabiduria y aportar luz en nuestro camino diario.Muchas gracias soy Carmen de Teruel un abrazo .Recuerdos a Sete

Yogui Urbano dijo...

Saludos Carmen, gracias por tus palabras. Cuidate mucho, un abrazo afectuoso de nuestra parte.