miércoles, septiembre 28

Derechos y deberes


Todos nosotros tenemos deberes con la sociedad, la familia, el trabajo y las personas del entorno, pero a la vez también tenemos nuestros derechos, siendo de gran importancia encontrar el equilibrio entre los dos.

Algunas personas solo ven sus derechos, exigen constantemente a los demás, sin pensar que acciones deberían ellos de hacer por otros. Es posible que una persona vaya al médico y exija un trato justo mientras habla con falta de respeto. O que un trabajador exija su sueldo y pagas extras mientras elude su responsabilidad de trabajar lo mejor que pueda, siendo productivo para que su empresa pueda ganar dinero y pagarle. O que exija mucho al gobierno para que solucione la situación de crisis, mientras uno no hace nada de lo que está en su mano, cobra el desempleo, no intenta encontrar trabajo… Si tu personalidad es de este tipo un consejo: “No pienses lo que los demás pueden hacer por ti, más bien piensa lo que tú puedes hacer por los demás”

Otro tipo de personas tienen la tendencia de ocuparse constantemente de los demás sin observar sus propias necesidades. Son capaces de estar todo el día trabajando, limpiando, preparando comida, atendiendo y preocupándose por otras personas… y no encontrar un momento para descansar, leer o desarrollar inquietudes personales, importantes para la salud y el equilibrio interior. En esta situación, es posible que existan problemas de tristeza, de ansiedad, problemas físicos u otro tipo de malestar por solucionar, pues no se permiten dedicarse unas horas a la semana para ellos, al pensar que eso es egoísta. No es correcto, pues es necesario para sanar hacer ejercicio, ir a clases de Yoga, compartir momentos con amigos para charlar y relajarse… Si tú piensas que no mereces tiempo, dinero, atenciones… para tí, los demás no lo harán, pues si tu no valoras tus derechos los demás tampoco. Además ten muy en cuenta que: “Si el motor se estropea, ya no podrá llevar al barco”
Lo importante seria vivir en el equilibrio, dar lo mejor de ti en cada momento atendiendo a la situación lo más correctamente posible. A la vez encontrar el espacio necesario para atender nuestras necesidades e inquietudes, para así tener buena salud física, emocional y mental. Solo puedes dar lo que tienes, al estar bien se da bienestar, al estar mal se dan conflictos.
El padre, la madre, el hijo, el jefe, el empleado, el médico, el paciente, el vendedor, el cliente… todos tenemos unos deberes y unos derechos, encontrando el equilibrio, podremos vivir todos mejor y relacionarnos con mayor amor, comprensión y paz.

Hay un punto de encuentro donde se unen los derechos con los deberes y viceversa. Se dice que todos tenemos un deber transcendente (Sudha Dharma), el de buscar, sentir, reconocer y finalmente realizar nuestra verdadera naturaleza, el Ser. También tenemos un deber personal (Suha Dharma) siendo responsables de nuestra familia, obligaciones en el trabajo y la comunidad… Unimos derechos y deberes, además de funcionar correctamente las cosas, cuando a través de nuestro deber personal nos acercamos al deber transcendente, uniéndonos con nuestra autentica naturaleza, dedicando tiempo y esfuerzo a nuestro equilibrio y bienestar interior. “Que todos mis pensamientos, palabras y acciones, me dirijan hacia el Ser, uniéndome con la verdad de mi interior y así vivir conscientemente”


Ser felices.

Marut.

lunes, septiembre 19

No puedes escapar.


“¿Qué ocurriría si una noche, en lo más profundo de su soledad, un demonio llegara hasta usted y le dijera?: Esta vida que estás viviendo tienes que vivirla de nuevo incontables veces más. Cada dolor, cada alegría, cada pensamiento, cada suspiro volverán a ti, en el mismo orden. El eterno reloj de arena será volteado una y otra vez… ¡y tú con él, del polvo!
¿Se arrojaría usted al suelo rechinando los dientes y maldiciendo a ese demonio? O diría: nunca he oído nada más divino".
Friedrich Nietzsche.

Recuerdo que cuando leí este párrafo por primera vez, llevaba un tiempo pasando una situación difícil tanto a nivel económico como emocional y sentí una gran angustia. Pensaba que la vida era difícil y llena de sufrimientos, pero que alguna vez acabarían aunque solo fuera con la muerte.

Algunas filosofías nos enseñan que tal y como vives, mueres, esto quiere decir que el camino sigue, si vives en paz la muerte será en paz, si vives en ira la muerte será en ira…por lo que todo lo que tengas que solucionar de tus miedos, inseguridades, tensiones y conflictos, lo tienes que hacer ahora, en vida. Es importante despertar una actitud de valor, de afrontar, de ponerte delante de las cosas y vivirlas lo mejor que puedas hasta que pasen.

Hace poco tiempo, una persona querida se quito la vida, seguramente quisiera dejar atrás el sufrimiento y la angustia. La muerte no va a solucionar nada, pues estas filosofías, nos dicen que primero muere el cuerpo físico desde donde ya no se padece dolor, pero sigue todavía el cuerpo emocional viviendo una especie de pesadilla, llena de conflictos y sin poder solucionar nada, pues toda solución se hace en vida. Es como cuando te vas a dormir después de una discusión o con alguna tensión, se suele tener pesadillas, sueños nerviosos en los que nunca se solucionan nada.

En estos momentos de mi vida, cuando leo este párrafo de Nietzsche, siento que la vida es hermosa, que está bien y de esta manera se pueden vivir todas las que haga falta. Esto es porque en un momento de mi vida, vi que era importante mi bienestar y decidí aprender a vivir, a afrontar las cosas y crecer con ellas.

Te lo aseguro, la vida puede ser un lugar seguro y bonito, por favor decide “Vivir”.

Ser felices.


Marut