jueves, octubre 18

La felicidad es una elección.

Tendemos a pensar que en esta vida unos nacen con estrella y otros estrellados. Si piensas que estas en el lado de los estrellados, es porque tu lo has decidido.

La felicidad es una elección, no es algo que le caiga algunos a través de la belleza, del dinero, del éxito… uno decide ser feliz. Hay personas que creen que el sufrimiento, ese elemento corrector de la vida, es el que nos hace cambiar pero no es exacto.
Las personas tenemos una capacidad enorme para aguantar el sufrimiento, habiendo personas que no cambian nunca, malviviendo con enormes dosis de malestar y tristeza. Otras personas en cambio, después soportar durante más o menos tiempo, situaciones en las que sufren con cierta intensidad, terminan por cansarse y aburrirse de sufrir. Esto es lo que nos hace cambiar, el cansarnos de una situación desagradable que se repite y alarga, nos aburrimos de estar siempre enfadados, siempre tristes, siempre angustiado… hasta que uno decide ya está bien. Se despierta entonces una gran fuerza, cargada de determinación: “Voy a cambiar”. Esta es la decisión profunda y sincera, en la que nos hacemos responsables al 100% de nuestra felicidad.
Que yo esté bien no depende de mi pareja, de mi trabajo, de mis amigos, del gobierno, de la crisis... depende de mí. A partir de aquí se empieza un camino hacia arriba, en el que poco a poco, van apareciendo en la vida los recursos y personas necesarios para aprender, soltar lo que sobra y avanzar, viviendo cada vez con un grado mayor de felicidad.

En este proceso de cambio es muy importante la paciencia y la constancia, por eso es necesario despertar esa decisión sincera en el interior, que hará superar todos los obstáculos para vencer la pereza, miedo, conflictos, dogmas mentales, malos hábitos… acercándose cada vez más a una vida de bienestar.

Dentro de nosotros podríamos definir tres aspectos. Uno es el niño, constantemente se queja, se enfada, se asusta por todo pero no cambia, ni soluciona. El padre seria la ley, aquello que está grabado en nuestra mente a fuego, cómo debe ser todo, imponiendo con rigidez más que buscar soluciones creativas adaptadas a la situación a resolver. Finalmente esta el adulto, el que se plantea las cosas, las piensa, hace razonamientos toma decisiones y cambia. El adulto es el que se cansa de estar mal y decide estar bien. También es muy importante para querer el creer, si tu no crees que puedes no lo alcanzaras.

Así que tu decisión debe ir cargada de confianza, te costara más o menos, pero ten una cosa por segura todos podemos.

 “TU SI QUE PUEDES SER FELIZ”

Ser felices.

Marut.

Humildad y unión ante las crisis

Un cuento de la mitología Griega nos habla de Icaro, el hijo del arquitecto del reino, su padre había construido el laberinto del minotauro para el rey Minos, por lo que vivían de una forma cómoda bajo la protección del rey.
Un día el rey se enfado con su padre por lo que ordeno que lo encerraran junto con Icaro, en una torre rodeada de jardines en los que vivía el peligroso minotauro. Desde allí su padre ideo un plan para escapar de la prisión y huir de la isla. Ponían migas de pan para que comieran las aves, así fueron recogiendo una gran cantidad de plumas. Estas plumas junto con la cera de las velas, las utilizaron para construirse un juego de alas inmensas para cada uno.
Tardaron un tiempo, pero una vez terminadas decidieron ponérselas y escapar. Antes de salir el padre de Icaro le advirtió: “No vueles muy bajo pues te podrán alcanzar las olas del mar, pero tampoco vueles muy alto pues el calor del sol puede derretir la cera de las alas”.
Después de asentir Icaro, afirmando haber comprendido las recomendaciones de su padre, se ajustaron las alas y se dispusieron a volar. Las alas enseguida se hincharon con el aire y comenzaron a planear, volaron y volaron, sobrepasando Samos, Delos y Lebintos.
 La gente los veía volar, era una imagen bellísima con el sol de fondo, todos creían que eran dioses y les gritaban alabándolos. Icaro sintió que todo el mundo le veía como un dios y el mismo llego a creérselo. Empezó a volar haciendo piruetas, enseñando la belleza de su vuelo y olvidando las recomendaciones de su padre, quiso subir alto, muy alto, se sentía como un dios volando. Así, en ese estado de soberbia, fue subiendo acercándose al sol, calentando cada vez con más fuerza las alas, por lo que se fue derritiéndose la cera, hasta conseguir deshacerlas. Icaro, con las alas derretidas cayó sobre el mar y murió. Se había creído un dios, se había creído superior a los demás.
Fin.
El camino de la felicidad va unido al del conocimiento, crecimiento interior y sobretodo humildad. Cuando las cosas nos van siempre bien empezamos a creernos poderos, más listos, más guapo, mas fuertes...mejores que los demás.
El sufrimiento nos pone los pies en tierra, y sentimos esa unión, esa cercanía con las demás personas viéndonos a la misma altura, sintiendo que todos vamos juntos y por igual en este barco llamado vida. Utilicemos la crisis para unirnos a los demás, para colaborar, para desear el bienestar al prójimo, pues ante las situaciones difíciles debemos estar unidos para superarlas, evolucionando como seres y creciendo juntos.

 Ser felices.

 Marut.

Sinceridad.



Un cuento nos habla de un anciano que iba con su nieto y su borrico, al entrar en un pueblo los vecinos empezaron a murmurar sobre ellos:

- A ese le importa más el burro que su nieto, pues el chaval debe de estar cansado y no lo sube sobre el animal que va sin carga.
Al oír esto de los vecinos, el abuelo hizo a su nieto subir sobre el burrito. Al pasar por la plaza del pueblo, de nuevo un grupo de vecinos comento:
- Mirar a esos, el anciano muerto de calor y el chaval que es joven, bien cómodo sobre el burro.
El anciano, para contentar a los vecinos, decidió bajar a su nieto y subir el sobre el burro.
- Anda que menudo sin vergüenza es ese, permite que su nieto vaya andando con este calor, mientras el va bien cómodo sobre el burro.- dijeron los vecinos en la siguiente calle al verlos.
Tras estas palabras el anciano, ordeno al nieto que subiera en el burro tras él. Cuando pasaban por delante del bar, unas personas comentaron con indignación al verlos:
- Que animales son esos dos, van a matar al pobre burrito con su peso. ¡Serán bestias!
El abuelo estaba totalmente confundido, por más que hacía, nunca estaban contentos. Finalmente desesperado, decidió hasta que salieran del pueblo subir entre los dos al borrico sobre sus hombros. Al verlo los vecinos empezaron a reír y a insultarles:
- Es más listo el animal que vosotros, que torpes, el burro es el amo.
Cuando salían del pueblo atravesaron un pequeño puente, donde pasaba un rio con mucha corriente y profundidad. El animal se asusto y se movió con fuerzas sobre sus hombros, al estar ya cansados no pudieron cogerle bien, por lo que se les cayó por el borde del puente al agua, ahogándose el borrico.
Fin.


No podemos gustar a todo el mundo, cuando mas te esfuerzas y te vendes por parecer y agradar, por lo que pensaran lo demás, menos te respetan. Sobre todo es importante lo que tú piensas de ti mismo, ¿te valoras y respetas?

Dentro de las técnicas de Yoga existen los yamas, el despertar de la moral natural, uno de ellos es Satia, sinceridad. Suele confundirse con no decir mentiras, pero no es exacto, tiene que ver con ser sinceros con nosotros mismos, reconociendo quienes somos, sin intentar aparentar o vender ninguna imagen, de forma consciente o inconsciente. Esto en la sociedad que vivimos es difícil, pues le damos un valor excesivo a la imagen y a lo que pensaran lo demás de nosotros. Una cosa soy yo en profundidad, donde soy siempre el mismo, y otra soy yo en superficie, en la personalidad, donde constantemente hay cambios. La personalidad funciona activando una serie de respuestas automáticas, como un robot, ante los diferentes estímulos externos, personas o situación que se producen. Hay una pregunta muy importante que nos hace reflexionar: ¿Quién soy yo?

¿Soy el que aparece cuando estoy con mis padres o cuando estoy con mis hijos, el que sale ante mi jefe o ante mis amigos, el que sale en ambientes cultos o en medio del cachondeo…? Es normal que al basarnos en la personalidad seamos inseguros, además de estar un tanto neuróticos, pues esta cambia constantemente, creando diferentes personajes con los que funcionar, sin tener muy claro cuál de todos somos.

El trabajo está en ir trascendiendo ese yo de superficie, dependiente de los estímulos externos, para acercarse al yo profundo, donde siempre somos el mismo, donde no nos vendemos a los demás esperando su reconocimiento, su aceptación y aprobación, sin miedo a lo que puedan pensar de nosotros, donde funcionamos con honestidad y sinceridad, siendo siempre el mismo.

Ser felices.

Marut.



Somos lo que pensamos



Nos guste o no lo que eres hoy es el resultado de todos tus pensamientos, ya sean conscientes o inconscientes. Si repites un pensamiento este generara una acción, si repites una acción construirás un habito, si mantienes un habito forjaras un carácter, con el carácter marcaras una forma de vida.

Pensamiento ---> Acción ---> Hábitos ---> Carácter ---> Vida

Así pues que si quieres cambiar tu vida deberás trasformar tu carácter, para transformar tu carácter habrás de crear nuevos hábitos, para crear nuevos hábitos deberás actuar de forma diferente, para actuar de forma diferente tendrás que cambiar tus pensamientos.

Constantemente me encuentro con personas que no disfrutan de sus vidas, tienen mala salud, no les gusta su trabajo, sus relaciones con la familia y las demás personas no son buenas … pero no quieren cambiar, siguen creyendo que no es cosa suya. De esta manera es imposible que las cosas mejoren.

La vida es la interpretación que hacemos cada uno del entorno, a través de la mente. Si la mente está cargada de pensamientos negativos y destructivos, las conclusiones que se emitan irán contaminadas y oscurecidas. Puedes tener delante grandes oportunidades pero dentro de ti hay un pensamiento que te dice: Yo no merezco ser feliz, yo no valgo, no sirvo, soy mala persona, soy tonto… Si piensas que tu vida es mala, será mala y estarás atrapado en una vida triste, siendo uno mismo el que se limita.

Cuando cometes un fallo te machacas y te insultas de una manera ofensiva, cosas que no permitirías decirte a nadie, te las dices tú, alimentando tu malestar. Si uno cree que es tonto, no se dará la oportunidad de hacer cosas en las que tenga que desarrollar la inteligencia. Si uno cree que no cae bien a los demás se limitara a la hora de hacer cosas con otras personas, separándose de los demás. Si uno cree que es torpe no desarrollara la habilidad. Si uno cree que no sirve para nada no se atreverá a emprender nuevos retos…

La única manera de cambiar tu vida es cambiar tu forma de pensar, despertar la capacidad de observar tus pensamientos, discriminar cuales no solucionan, hacen daño y destruyen, cambiándolos por otros útiles, que ayuden, solucionen y construyan. De esta manera todo lo que salga de ti será positivo, creando un entorno, un mundo mejor allí donde tú te encuentres, lleno de salud, buenas relaciones y alegría.

No intentes cambiar el mundo, te estamparas con él, cambia tu mente haciéndola constructiva y vivirás en el paraíso en la tierra. Como decia un maestro:

"No intentes alfombrar el mundo, ponte zapatillas"


Ser felices.

Marut.

La verdad.



A lo largo de la historia los hombres han peleado por defender la verdad, ya sea desde la religión, la política, los deportes… queriendo imponer su idea. La verdad es el cristianismo, el islamismo, el hinduismo, el comunismo, el fascismo… o la verdad es que el mejor equipo es el Barsa o el Madrid. Por las ideas la gente ha luchado, se ha odiado y ha matado.

A nivel mental nos apegamos a los pensamientos, creyendo que somos lo que pensamos, por lo que cuando alguien me niega lo que pienso, es como si me negara a mí, sintiéndome rechazado, atacado y teniendo que luchar para defenderme. Esta es la ilusión que se crea en nosotros, ya puedes estar con tu padre, madre, pareja, amigos… que cuando te llevan la contraria lo que ves en frente es un enemigo al que hay que vencer, dejando claro que yo tengo la verdad, despertándose la rabia, la ira o el rencor.

Un maestro iba con dos de sus discípulos por el huerto del monasterio. Uno de ellos vio un gusano al lado de la lechuga y lo piso. El otro discípulo, al ver esto dijo:
- Maestro, no es verdad que no tenemos derecho a matar ninguna vida, pues todos formamos parte de la misma vida.
- Es verdad, contesto el maestro.
- Maestro- dijo el otro discípulo- no es verdad que si permitimos que los gusanos se coman nuestras lechugas no tendremos que comer.
-Es verdad.-Contesto el maestro.

Los pensamientos y las palabras deben de estar a nuestro servicio, debemos ser nosotros quien los utilicemos para alcanzar nuestras metas. Suele ocurrir al revés siendo los pensamientos e ideas quienes nos dominan, diciendo lo que tenemos que decir y hacer, a veces sin ningún control o limite, y si es necesario dañando o humillando a nuestro enemigo, ese que no piensa igual que yo.
Así uno se puede convertir en un fanático, siendo muy peligroso. Es muy importante tener una mente abierta, sin apegarte a ningún punto de vista, ni al tuyo ni al de nadie, poder escuchar enriqueciéndote con otras formas de pensar y así poder ser más ecuánime a la hora de tomar decisiones.

Las ideas deben de unirnos y no separarnos por el color, el sexo, la escala social, el partido político, alimentación…

Ser felices.

Marut.

jueves, septiembre 20

Sanar.



La palabra sano y puro tiene una estrecha relación, pues para sanar hay que purificar. Puro es aquello que no está contaminado.

Nuestro cuerpo físico está lleno de tóxicos que hemos ido acumulando con alimentos no apropiados. Las emociones están intoxicadas por los residuos de todos los conflictos que no hemos podido superar correctamente en el pasado.

Los pensamientos están contaminados por todas aquellas ideas equivocadas de otros o nuestras, que se han ido grabando a fuego en nuestra mente sin ser constatados ni actualizadas, diciéndonos como somos, como debemos de ser y como es la vida. Para sanar a nivel físico imprescindible comer mucha fruta y verdura que limpian y aportan vitaminas y minerales. Todos los días comer ajo y limón, que son depurativos. También es importante hacer un ejercicio y un descanso correcto para tu cuerpo. Respirar correctamente de forma amplia también limpia, alimentado tus células y eliminando toxinas. Por último y más importante para la salud de tu cuerpo es pensar de forma positiva, pues lo que mas mata y enferma son los disgustos y preocupaciones.

Para sanar a nivel emocional pondremos mucha atención en nuestras relaciones, padre, madre, hermanos, pareja, hijos, jefe, empleados, amigos… pues aquí es donde se activan todas aquellas emociones enfermas. Recuerda, sanar una relación no es que la otra persona sea o actúe como yo quisiera, sanar una relación (emoción) es ante esa persona o su recuerdo, que no se expandan en mí MIS CONFILTOS (miedos, rabia, ira, inseguridad..), dirigiendo conscientemente mi forma de pensar, hablar o actuar, manteniendo la mayor serenidad posible. En definitiva para sanar las emociones hay que aceptar a las personas, a ti mismo y a la vida como es.

Para sanar a nivel mental el trabajo está en cuestionar tus pensamientos, evitando aquellos que destruyen, potenciando aquellos que solucionan y crean felicidad. Actualizándolos y viendo si te valen en este momento de tu vida, con la edad que tienes y responsabilidades. Muchos de nuestros pensamientos vienen de la educación que tuvimos, nuestros padres lo hicieron lo mejor que pudieron, pero sus datos viene de otra época y dirigidos a un niño o adolescente.

Un chiste: Estando en la acera le dicen a un hombre:
-Por favor podría ayudarme a pasar el semáforo.
- El hombre lo mira extrañado y le dice- ¿No entiendo?
-Es que mi papa no me deja pasar solo .Responde.
-Bueno yo te ayudo si quieres Pepe, pero ya tienes cuarenta años.

Ríete de Pepe, pero en todos nosotros tenemos pensamientos que nos dirigen como si fuéramos un niño de 5 años o para una época y condiciones que no son las nuestras.

Ser felices.

Marut.


O estas aquí, o estas allí.



Cuando era niño veía a Epi y Blas explicando la diferencia entre estar aquí o estar allí, en ese momento no era consciente de la profundidad del mensaje, como toda una vida depende de dónde te encuentras. Estar aquí o allí, no es un lugar físico, sino mas bien el lugar en el interior donde estas, desde donde vives.

Los momentos en los que estoy aquí puedo escuchar en vez de oír y puedo ver en vez de mirar, estos momentos son una bendición. Me llena poder escuchar la música que suena desde el CD, poder escuchar el cantar de los pájaros o escuchar el silencio entre notas y otros sonidos. Sentir los rayos de sol en mi piel, su calor y energía. Poder ver un árbol, sus colores, luces y movimiento rítmico. Poder ver las nubes con su serenidad, fuerza y belleza. Poder valorar y atender con presencia la conversación de una persona, poder ver la mirada y la chispa que sale de los ojos de un niño o un adulto. Poder pensar con distancia sin ser absorbido por mis pensamientos… Qué gran “poder” estar aquí.

Los momentos en los que estoy allí, estoy como perdido sin rumbo, los pensamientos vagan de uno a otro sin llegar a profundizar, a concretar, dispersos. Voy conduciendo con el piloto automático personal, pensando en mil cosas que pueden generarme cierto malestar, sin ver el paisaje, sin escuchar la música, sin sentir el sol, sin…. Estoy haciendo algo con el portátil, hablando por teléfono sin enterarme de lo que me cuentan, sin prestar atención a mi familia que me rodea… Comiendo con una persona y estoy pensando en mis proyectos o agenda, veo a la vez la televisión, pensando en el problema que tengo con otra persona… sin darle valor a ese encuentro, al sabor de la comida, al momento de compartir. En definitiva estando allí, con mis pensamientos, obsesiones, angustias, ansiedades, inseguridades, conflictos…

La vida solo la podemos vivir aquí, conscientemente, en presente. Allí está el pasado cargado de tristeza y malestar por lo que hiciste, te hicieron o dejaste por hacer. Allí está el futuro cargado de miedo y dudas por lo que pasara, con la necesidad de encontrar en él la salvación. El pasado es historia, no existe, el futuro es una ilusión, lo único que existe es el presente. Aquí puedes VIVIR y cambiar tu vida, con decisiones conscientes, pensadas y no automáticas, pues allí como decía Calderón de la Barca, La vida es sueño.

Aquí es consciencia, es presencia, es eterno e inmortal, no tiene principio ni fin. Repite a lo largo del día: ¡Estoy Aquí!

Ser felices.


Marut.


Alfabetización emocional



En la sociedad que vivimos se le da mucha importancia al conocimiento intelectual, en las escuelas los niños y adolescentes aprenden matemáticas, historia, lengua, física… Ya más mayores en la universidad, se les sigue aumentando los conocimientos, datos y más datos.

No quiero decir que todo esto sea malo, pero hemos dejado de lado el aprendizaje de nuestras emociones, como funcionan, para que sirven, como dirigirlas correctamente, impedir que salten y generen conflictos en nuestras vidas. De las emociones surgen los deseos y estos nos mueven, son la gasolina para funcionar en la vida, o sea el motor de la acción. Si aprendes a dirigir tus emociones correctamente, aprendes a vivir correctamente.

Las personas generalmente tienen poca capacidad para definir qué emoción les está afectando en cada momento y en qué dirección les mueve. No es lo mismo la tristeza que la frustración, la ira que la rabia, el orgullo que la soberbia, los celos que la envidia… cada una de esta emociones surge de una forma diferente, buscando cada una un objetivo particular, generando todas ellas conflictos. Pretendo llamar la atención sobre la necesidad de una alfabetización emocional, aprendiendo como funcionamos, sabiendo poner nombre a como estamos y porque. Una persona puede estar años estresada, angustiada, triste, frustrada… y no darse cuenta.

No suele ser habitual que las personas sepan expresar los sentimientos correctamente y muchas veces los modelos sociales, lo que hacen es perjudicar. Lo que hacen en la televisión personajes como Belén Esteban, Kiko Matamoros… no tiene nada que ver con expresar los sentimientos, más bien es desenfrenar los sentimientos, sacando todo su malestar con gritos y palabras imprudentes y ofensivas, la violencia genera violencia. Tampoco expresar los sentimientos es callarse las cosas sin decir lo que uno piensa o siente, por miedo o por no molestar. Expresar los sentimientos es hablar de forma sincera, diciendo lo que uno siente, como se encuentra, dándose cuenta de las emociones que le atrapan y lo que provocan en su interior, hablando con las palabras convenientes cuando toca y callando cuando es mejor no hablar.

Para expresar lo que uno siente, es muy importante un amigo o una persona que sepa escuchar, que pueda hacerte de espejo, sin juzgarte ni encender mas las emociones, para que así al contar como se siente uno, tenga la oportunidad de reflexionar, de darse cuenta lo que está ocurriendo en su interior. Escribir, también ayuda a expresar y soltar, pues te da un espacio de tiempo para mirar hacia adentro y darnos cuenta. El silencio, paseos por el campo… también nos ayudan a hacernos conscientes de cómo estamos.

Conocer nuestras emociones y expresar correctamente lo que sentimos es muy importante, pues de no hacerlo se puede bloquear una emoción, enquistándose y surgiendo algún tipo de enfermedad a nivel físico.

Ser felices.

Marut.


Los cinco mejores lamentos.



El miedo mayor del ser humano es a la muerte, pero curiosamente vivimos como si nunca fuéramos a morir. Cuando una persona ve de cerca la muerte, es posible que aparezca una forma de interpretar la vida con mayor claridad, dándole valor a muchas cosas sencillas pero importantes. En estos momentos puede surgir también una profunda tristeza al darse cuenta de todo lo que no ha hecho y no ha valorado, sintiendo que se ha desperdiciado la vida.

Bronnie Ware pasó años trabajando en cuidados paliativos, atendiendo a pacientes terminales en sus últimas 12 semanas de vida y estas experiencias las plasmó en un libro titulado 'Los cinco mejores lamentos de los que van a morir'.

En el libro cuenta las confesiones sinceras de las personas que cuido en su lecho de muerte, centrándose en los cinco lamentos más comunes:

1. Ojalá hubiera vivido a mi manera Muchos se quejaban de no haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a sí mismos, sino a lo que los demás esperan de ellos, renunciando a sus sueños e ideales. Como resultado, se conforman con una existencia mediocre y nunca llegan a ser lo que en realidad quieren ser o lo que realmente son capaces de hacer. "El origen de muchas enfermedades tiene relación con la amargura, la frustración y el resentimiento que esto conlleva", explica Ware.

2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro Sufrían por haberse perdido la infancia de sus hijos y lamentaban no haber disfrutado más de la compañía de su pareja. Comprendieron tarde que no se debe basar la existencia en el trabajo.

3. Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos Ocultaban sus sentimientos con el fin de mantener la paz de su entorno, de esta manera no mejoraban sus relaciones y sentimientos, viviendo con miedo, rabia o tristeza.

4. Ojalá hubiera mantenido el contacto con mis amigos A veces nos sentimos tan absorbidos por nuestras propias vidas, que es como si estuviéramos atrapados y renunciamos a uno de los mayores tesoros de la vida, la amistad.

5. No he sabido ser feliz Muchos de los pacientes no se dan cuenta hasta el final de sus vidas de que la felicidad es una elección. Se quedan atascados en viejos patrones y hábitos, el miedo al cambio les convence de que están contentos con lo que tienen.

Hay una técnica para observar si esto te podría pasar. Visualiza que tienes ya una edad avanzada, ya has hecho todo lo que tenías que hacer en la vida y estás sentado en una mecedora cómodamente en tu casa. Reflexionas mirando al pasado y piensas como te hubiera gustado vivir la vida, la familia, trabajo, objetivos, amigos... ¿Corresponde eso con lo que estás haciendo?

Estas a tiempo, si no quieres lamentarte después, cambia tu vida ahora.

Sé feliz.

Marut.

El punto de encuentro



Un cuento nos narra la historia entre un búfalo y un yak. Tenían una amistad un tanto complicada pues el yak vive en lo alto de la montaña y el búfalo en las partes más bajas. Cuando el búfalo subía a ver a su amigo le afectaba el mal de altura, mientras que cuando el yak bajaba a ver al búfalo sufría un calor insoportable y se asfixiaba por el aire. De esta manera comenzaron a tener problemas y discusiones, no querían dejar esta relación pero a la vez no querían sufrir los desagradables desplazamientos.

Se enteraron que había un sabio en la montaña que podría ayudarles y decidieron ir a visitarle. Les recibió con mucha amabilidad y le contaron lo que les sucedía.
- No os preocupéis, lo importante es que encontréis el punto de encuentro.- Les dijo el sabio.
El yak dijo rápidamente: “que sea en lo alto de la montaña”, mientras que al mismo tiempo el búfalo decía:” bajo la montaña es un buen sitio”. Los dos animales empezaron a discutir.
- No buscáis el equilibrio, no buscáis el punto de encuentro. Os propongo una cosa, que os encontréis a mitad de camino, de manera que el Yak baje hasta una altura en la que se sienta cómodo y el búfalo suba hasta donde vea que puede estar bien, sin padecer ninguno de los dos.- Contesto el sabio.
La idea gusto a los dos animales, la pusieron en práctica y de esta manera pudieron profundizar en una hermosa y duradera amistad.

Las relaciones de las personas no se diferencian mucho de la de estos dos animales. Cada persona tiene un carácter, una forma de ser y de pensar, los hay disciplinados e indisciplinados, organizados y desorganizados, estrictos y despreocupados… Al relacionarnos con los demás no queremos ceder, apegados a cómo deben de ser las cosas, pensando que como es nuestro mundo debe ser también el de los demás. La solución está en encontrar el punto de encuentro en que ambos sigan fieles a su forma de ser, sin venderse, pero a la vez pueda enriquecerse de aspectos del otro, abriéndose a escuchar y aprender. De esta manera que haya un punto medio, de equilibrio, en el que con comodidad esa relación pueda mantenerse y evolucionar, ganando los dos.

Hay una frase que dice:”Cuando tengo un amigo tuerto, lo miro de perfil”. Lo importante de la amistad no es engancharse con aquello que no me gusta, si no que aun sabiendo que eso existe, me centro en la cara más amable de esa persona, dándole fuerza a lo positivo y respetando su “forma de ser”.


Ser Felices.


Marut.


miércoles, julio 18

¡Atención!



Allí donde diriges tu atención, eso crece. Si tu atención suele estar enfocada en los problemas y conflictos, estos crecerán dando la impresión de que tu vida está llena de dificultades y malestar. Si por el contrario llevas la atención a las posibles soluciones y a temas agradables, crecerán las soluciones, viendo las cosas más claras y el camino a seguir más sencillo, viviendo con más bienestar y prosperidad.

Seguramente que alguna vez te haya dolido la espalda, la cabeza… si estas todo el rato prestándole atención al dolor, este crece tanto que lo único que ves es un dolor insoportable. Es posible que te hayas encontrado con una persona que te ha hablado de temas que te interesaban, al llevar la atención sobre la conversación te olvidas del dolor y te vuelves a acordar del dolor cuando se acaba la conversación. Si todos los días piensas en la crisis tu vida es una crisis, pero si observas las alternativas para superarla tu vida mejora, llenándose de posibilidades. Si estas todo el día pensando en la discusión con tu pareja, tu jefe, un amigo… tu vida es un conflicto, pero si llevas la atención a la forma de solucionar y mejorar vuestra relación, tu vida será más agradable, con mejores relaciones.

Una historia nos cuenta la conversación de un viejo indio con su nieto:

- Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón.
Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador.
El otro está lleno de amor y compasión.
- Abuelo, ¿Dime cual de los dos lobos ganara la pelea de tu corazón?
- Aquel que yo alimente.

La energía sigue al pensamiento, el pensamiento esta donde tu atención haciendo que se haga grande lo observado, para finalmente salir una acción desde ahí. Si tu atención está en el problema tendrás un problema muy grande, saliendo acciones llenas de conflictos.

Si tu atención está en la solución, tendrás un montón de alternativas, actuando para solucionar de la forma más conveniente. Con pensamientos de conflicto, vida destructiva y triste, con pensamientos creativos, para solucionar, vida constructiva y alegre.

Pon atención, observa tus pensamientos y decide cuales quieres alimentar.

Ser felices.

Marut.


Consciencia



La evolución del ser humano no se da almacenando datos, carreras, conocimientos, éxitos, dinero, casas, cuerpos perfectos o popularidad, la evolución se da al expandirse la consciencia en nosotros. La consciencia es la capacidad de ver, de darse cuenta, descubriendo y reconociendo algo que está.

A nivel físico uno se puede hacer consciente de las sensaciones, disfrutando de un montón de regalos agradables que te da el cuerpo todos los días, a través de la respiración, una ducha, el contacto del aire, el agua o el sol en la piel… También nos hacemos conscientes de las necesidades del cuerpo disfrutándolas cuando se les da correctamente, el comer, beber, dormir, pasear… Uno se hace consciente de las señales de aviso, el dolor, diciéndonos que paremos, que cambiemos la intensidad, que rebajemos el ritmo… de no hacerles caso saldran las lesiones.

A nivel emocional nos damos cuenta de cómo funcionan, como nos afectan y que nos quieren decir. Muy importante ver la emoción con la que se mueven las acciones y las palabras, pues de esta manera podremos ajustar la dirección de lo que hago. Puedo darme cuenta si ante una situación surge el miedo o la vergüenza paralizando mi capacidad de expresarme correctamente. Si es desde la ira o la rabia, hablare o actuare demasiado rápido, sin poder pensar ni buscar soluciones, seguramente queriendo dañar. Si es desde la envidia desearé a esa persona que tiene lo que yo no tengo y me gustaría tener, que le vayan mal las cosas. Desde los celos, pensare que alguien esta quitándome algo que es mío. O desde la vanidad, sintiéndome el centro de atención, del orgullo creyéndome más que tú, desde la soberbia, pensando que soy tan superior a los demás que nadie tiene nada que darme.

Si no soy consciente de todas estas cosas, teniendo un conocimiento emocional propio, viviré una especie de ilusión, de mentira, en la que cada vez viviré mas en el conflicto, sintiendo más solo y separado de los demás.

A nivel mental podemos darnos cuenta, de los pensamientos que hay en ti, exigiéndote como debes comportarte, de ser tú y el resto del mundo, que es lo que tiene que pasar y lo que no, que va a ser bueno para ti y malo. Si no nos hacemos conscientes de los pensamientos, dirigirán nuestra vida y nos empujaran a dirigir también la de los demás, obligándonos ha hacer y decir cosas que nos crearan complicaciones y sufrimiento.

Existen dos mundos el externo, que percibimos a través de los sentidos y el interno, que es donde viven las sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos… dirigiendo las acciones externas. Así pues, ser consciente, es evolucionar, es darte cuenta a través de la experiencia propia, en momento presente, de conocer lo que está ocurriendo en tu interior, de cómo funcionas. Si expandes consciencia puedes crear bienestar y prosperidad allí donde te encuentres, discriminando lo correcto o de lo que no, lo útil de lo inútil, lo que construye de lo que destruye.
Ser felices.

Marut.


Yo robot.



En nuestra mente se han creado registros neuronales, grabaciones de cómo hacer las cosas y dar las respuestas ante diferentes situaciones con las que nos podamos encontrar. Esto en principio está bien pues así puedes andar mientras te ocupas de otras cosas, escuchar música, hablar, pensar… Puedes cocinar y organizar mentalmente el fin de semana… En definitiva tenemos la opción de hacer varias cosas a la vez utilizando los automatismos de la mente. El problema está en que cuando queremos quitar el piloto automático y coger el control de los pensamientos, palabras o acciones no podemos hacerlo.

En el momento evolutivo que se encuentra el Ser humano si queremos avanzar tenemos que expandir la consciencia, la capacidad de darse cuenta de las autopistas neuronales que nos dirigen y gradualmente coger el volante, creando nuevas formas de funcionar adecuadas al momento y necesidades.

En situaciones de riesgo nuestra consciencia se expande, da la impresión que se para el tiempo y vemos de una forma más amplia lo que pasa. Por ejemplo cuando vas conduciendo y otro coche se pone de golpe delante, en ese instante ves con claridad el coche, el hueco que te deja para pasar, eres consciente de si frenas o de cómo giras el volante... Todo esto ha pasado en decimas de segundo, sin asustarte, ni enfadarte. Nada mas librarte de la situación y sentir que el peligro a pasado es cuando aparece el miedo y es posible que insultes a gritos al otro conductor.

Estudios científicos demuestran que la mente recibe 100 millones de datos por segundo, pero en situaciones de riesgo amplía esa capacidad a 300 millones por segundo, por eso podemos profundizar y ver más, dando la sensación que el tiempo se alarga. Se hicieron pruebas con personas que no podian ver numeraciones electrónicas que vibraban con mucha rapidez en una pantalla digital, al hacer puenting por primera vez con esta pantalla en el casco, podian leer esa numeración.

Deberíamos poder decidir que situaciones son de riesgo en la vida, pues la respuesta que des en una conversación, en una relación, en un trabajo o con otras situaciones pueden determinar tu vida. Antes cuando por el comentario de alguna persona, me sentía atacado, saltaba discutiendo o podía bloquearme quedándome atascado, sin ser consciente de lo que pasaba y sin poder controlarlo. Cuando se va expandiendo la consciencia lo que antes era un segundo automático sin ver lo que pasaba, se puede convertir en un segundo donde se “VE” lo que ocurre, apareciendo la rabia, calentándose el cuerpo, tensándose las mandíbulas, agitándose la respiración, acelerándose los pensamientos, para terminar hablando sin poder pensar. Cuando amplias la capacidad para ver este proceso también se va desarrollando la capacidad de frenarlo, cogiendo las riendas y diciéndole el camino a seguir, o sea la respuesta más acertada en el momento.

Es importante saber que estamos evolucionando, y para hacerlo correctamente es necesario la paciencia y constancia, para de forma gradual ir haciéndonos dueños de nosotros mismos. Despertando el poder, o sea la capacidad de hacer, lo que uno quiere conscientemente y así gobernar nuestro cuerpos físico, emocional y mental con conocimiento y firmeza.

Ser felices.

miércoles, enero 11

En el 2012 se acaba el mundo



En el 2012 se acaba el mundo Según los mensajes de algunas profecías y del calendario Maya, en el 2012, se acaba el mundo.

A mi entender esto se refiere a un cambio de conciencia general, a un cambio en la forma de pensar y de vivir, acabando el mundo tal y como lo conocemos.

Las sociedades son el reflejo de las personas que la forman. En el punto evolutivo que se encuentra el ser humano, generalmente no está la madurez necesaria para cambiar por las buenas, esos hábitos y formas de pensar no correctos, por lo que se ha de hacer por las malas, mediante las crisis.

La palabra crisis significa en su etimología griega “cambio”, de esta deriva la palabra “crisálida”, que evoca la metamorfosis, la transformación vital para seguir subsistiendo, de una forma más bella y mejorada. El gusano, habituado a arrastrarse por la tierra, se resiste a convertirse en crisálida, pero finalmente dejara de ser lo que siempre fue y pasado un tiempo volará.

Todos los grandes cambios históricos importantes han venido desde una crisis, en la que las personas cambian a la fuerza después de aburrirse de aguantar situaciones difíciles. Está claro que estamos pasando una crisis a muchos niveles, económicos, psicológicos, ecológicos… que nos están forzando a cambiar individualmente. Cambiar algo que no está bien, pues muchas personas viven en constante malestar y desgracia, pues aun teniéndolo todo, no se tiene nada, se está vacío. Sin poder valorar lo que realmente importa, familia, amigos, las personas del entorno, relacionarse de forma sana, con sinceridad, respeto y cariño. Una sociedad donde las personas se han de apoyar en el prozac y otros ansiolíticos, pues no se les ha enseñado a convivir con las emociones y encontrar un sentido correcto a la vida…

En definitiva esta crisis es necesaria para cambiar y solo acabara cuando cambiemos cada uno de nosotros. Aprendiendo a no dañarnos, a codiciar menos y disfrutar más de lo que tenemos, viviendo con más honestidad, sinceridad y amor. No pensando tanto en lo que yo quiero y más en lo que necesitamos como conjunto, que puedo aportar, como puedo servir, como puedo ayudar.

Por lo tanto mi deseo para el 2012 es que se acabe el mundo. Que sea el final de un mundo de tristezas, angustias y malestar. Y que brille para ti un mundo de abundancia con paz, amor y alegría.

Ser felices.

Marut.

Amor y querer

/>Pienso que existe gran confusión cuando utilizamos las palabras amor y querer, seguramente la sociedad, la publicidad y el cine nos han vendido una película, cambiando sus significados.

El querer es una emoción y como tal produce deseo, apego, necesidad, haciéndonos sufrir.

Un cuento nos narra la historia de un hombre que estaba perdido en la selva, así pasó varios días asustado, nervioso, prácticamente sin poder dormir. Al cuarto día vio a los lejos a otra persona y fue corriendo hasta llegar a él.
-Que alegría haberte encontrado, estaba perdido. Le dijo.
- Que suerte haberte visto, creía que moriría perdido en la selva. Contesto el otro al mismo tiempo.

En este cuento una persona perdida e infeliz, cree que la otra persona cubrirá sus carencias, lo salvará, haciéndole estar bien, lo que pasa es que la otra persona está igual de perdida, así nadie puede ser salvado, ni salvar a nadie.

Generalmente el querer sale de la necesidad, al estar mal uno necesita que la otra persona le de lo que “quiere” creyendo que así va a estar bien. De esta manera vuelco la responsabilidad de sentirme bien a la otra persona, quiero que me cuides así, quiero que me des esto, quiero que te comportes así, quiero que estés aquí, quiero que seas así… y si no me das lo que quiero me siento mal y arrojo sobre ti mi enfado, tristeza y frustración.

El amor en cambio surge desde la paz y desde la comprensión, con la capacidad de poder ver las necesidades y limitaciones de la otra persona, permitiéndole Ser. Dejando que cometa sus propios errores y que aprenda en la vida al ritmo que necesita. Cuando una persona está bien, no exige a la otra persona, más bien da sin esperar nada a cambio.

El amor es la relación más pura y hermosa que podemos tener, pero para poder conseguirla con lo demás, primero se debe conquistar en uno mismo, conociéndose, comprendiéndose, respetándose, eliminando conflictos y creando armonía. Tal y como te comportas contigo, te comportaras con los demás.

No responsabilices a otra persona (pareja, amigos, hijos…) de tu bienestar, trabaja tú por conquistarlo y luego podrás compartirlo, amando mas y queriendo (exigiendo-necesitando) menos.

Ser felices.

Marut.