miércoles, julio 18

Yo robot.



En nuestra mente se han creado registros neuronales, grabaciones de cómo hacer las cosas y dar las respuestas ante diferentes situaciones con las que nos podamos encontrar. Esto en principio está bien pues así puedes andar mientras te ocupas de otras cosas, escuchar música, hablar, pensar… Puedes cocinar y organizar mentalmente el fin de semana… En definitiva tenemos la opción de hacer varias cosas a la vez utilizando los automatismos de la mente. El problema está en que cuando queremos quitar el piloto automático y coger el control de los pensamientos, palabras o acciones no podemos hacerlo.

En el momento evolutivo que se encuentra el Ser humano si queremos avanzar tenemos que expandir la consciencia, la capacidad de darse cuenta de las autopistas neuronales que nos dirigen y gradualmente coger el volante, creando nuevas formas de funcionar adecuadas al momento y necesidades.

En situaciones de riesgo nuestra consciencia se expande, da la impresión que se para el tiempo y vemos de una forma más amplia lo que pasa. Por ejemplo cuando vas conduciendo y otro coche se pone de golpe delante, en ese instante ves con claridad el coche, el hueco que te deja para pasar, eres consciente de si frenas o de cómo giras el volante... Todo esto ha pasado en decimas de segundo, sin asustarte, ni enfadarte. Nada mas librarte de la situación y sentir que el peligro a pasado es cuando aparece el miedo y es posible que insultes a gritos al otro conductor.

Estudios científicos demuestran que la mente recibe 100 millones de datos por segundo, pero en situaciones de riesgo amplía esa capacidad a 300 millones por segundo, por eso podemos profundizar y ver más, dando la sensación que el tiempo se alarga. Se hicieron pruebas con personas que no podian ver numeraciones electrónicas que vibraban con mucha rapidez en una pantalla digital, al hacer puenting por primera vez con esta pantalla en el casco, podian leer esa numeración.

Deberíamos poder decidir que situaciones son de riesgo en la vida, pues la respuesta que des en una conversación, en una relación, en un trabajo o con otras situaciones pueden determinar tu vida. Antes cuando por el comentario de alguna persona, me sentía atacado, saltaba discutiendo o podía bloquearme quedándome atascado, sin ser consciente de lo que pasaba y sin poder controlarlo. Cuando se va expandiendo la consciencia lo que antes era un segundo automático sin ver lo que pasaba, se puede convertir en un segundo donde se “VE” lo que ocurre, apareciendo la rabia, calentándose el cuerpo, tensándose las mandíbulas, agitándose la respiración, acelerándose los pensamientos, para terminar hablando sin poder pensar. Cuando amplias la capacidad para ver este proceso también se va desarrollando la capacidad de frenarlo, cogiendo las riendas y diciéndole el camino a seguir, o sea la respuesta más acertada en el momento.

Es importante saber que estamos evolucionando, y para hacerlo correctamente es necesario la paciencia y constancia, para de forma gradual ir haciéndonos dueños de nosotros mismos. Despertando el poder, o sea la capacidad de hacer, lo que uno quiere conscientemente y así gobernar nuestro cuerpos físico, emocional y mental con conocimiento y firmeza.

Ser felices.

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