domingo, junio 2

Cuestiona lo que piensas










Un cuento nos habla de una mujer que estaba en la estación, mientras esperaba el tren, compró un paquete de galletitas saladas de la marca que más le gustaba y se sentó en un banco. Al momento se sentó un joven al otro lado del mismo banco.

 La mujer al verlo, empezó a pensar que menuda pinta con esa barba y el pelo largo. El muchacho cogió el paquete de galletas que había en el banco y comió una. La mujer al ver esto cogió otra galleta mirándole con rabia mientras no paraba de pensar que ese muchacho era un sinvergüenza y un caradura, como podía atreverse a coger sus galletas sin permiso. El muchacho sin embargo la miraba con una sonrisa dulce y cogió otra galleta. Ella más enfadada también cogió una, aumentando los malos pensamientos hacia él, deseándole lo peor. El muchacho sin embargo le devolvió la mirada con una sonrisa cogiendo otra galleta. Esto se fue repitiendo hasta que llego la última galleta. No será capaz de cojearla este hippie melenudo, pensaba la mujer. El muchacho la cogió, la partió por la mitad y le ofreció una parte a la mujer. Esta no se contuvo ya, se levantó de golpe y echando pestes se fue hacia el tren que estaba llegando.

Una vez ya sentada en su asiento del tren, no podía parar de pensar en el muchacho, llena de rabia y tensión, así que decidió coger una revista de su bolso para ver si así pensaba en otra cosa. Cuál fue su sorpresa, cuando al abrir su bolso descubrió el paquete de galletas que había comprado antes y con toda su vergüenza comprendió que había estado comiendo las galletas del muchacho. 

Fin


Este tipo de cosas es fácil que nos pasen, pues sacamos conclusiones con muy pocos datos en nuestro poder, montándonos historias. Al creer ciegamente lo que pensamos, nos sentimos en posesión de la verdad absoluta y nos tomamos el derecho a decir lo que queramos. Un consejo: no te creas todo lo que piensas de una forma rígida, cuestiona y deja puertas abiertas a otros puntos de vista, teniendo una visión más amplia.

Así se construye una mente abierta y desapegada.       


Ser Felices


Marut.


No hay comentarios: