jueves, noviembre 28

La felicidad es una elección

Tendemos a pensar que en esta vida unos nacen con estrella y otros estrellados. Si piensas que estas en el lado de los estrellados, es porque tu lo has decidido.

La felicidad es una elección, no es algo que le caiga algunos, a través de la belleza, del dinero, del éxito… uno decide ser feliz. El sufrimiento, ese el elemento corrector de la vida, nos indica cuando algo lo estamos viviendo de forma incorrecta, pero al final no es él quien nos hace cambiar. Las personas tenemos una capacidad enorme para aguantar el sufrimiento, habiendo personas que no cambian nunca, malviviendo con enormes dosis de malestar y tristeza. Otras personas en cambio, después soportar durante más o menos tiempo, situaciones en las que sufren con cierta intensidad, terminan por cansarse y aburrirse de sufrir. 

Esto es lo que nos hace cambiar, el cansarnos de una situación desagradable que se repite y alarga, nos aburrimos de estar siempre enfadados, siempre tristes, siempre angustiado… hasta que uno decide ya está bien. Se despierta entonces una gran fuerza, cargada de determinación: “Voy a cambiar”.

Esta es la decisión profunda y sincera, en la que nos hacemos responsables al 100% de nuestra felicidad. Que yo esté bien no depende de mi pareja, de mi trabajo, de mis amigos, del gobierno, de la crisis... depende de mí. A partir de aquí se empieza un camino hacia arriba, en el que poco a poco, van apareciendo en la vida los recursos y personas necesarios para aprender, soltar lo que sobra y avanzar, viviendo cada vez con un grado mayor de felicidad.

En este proceso de cambio es muy importante la paciencia y la constancia, por eso es necesario despertar esa decisión sincera en el interior, que hará superar todos los obstáculos para vencer la pereza, miedo, conflictos, dogmas mentales, malos hábitos… acercándose cada vez más a una vida de bienestar.

Dentro de nosotros podríamos definir tres aspectos. Uno es el niño, constantemente se queja, se enfada, se asusta por todo pero no cambia, ni soluciona. El padre seria la ley, aquello que está grabado en nuestra mente a fuego, cómo debe ser todo, imponiendo con rigidez más que buscar soluciones creativas adaptadas a la situación a resolver. Finalmente esta el adulto, el que se plantea las cosas, las piensa, hace razonamientos toma decisiones y cambia. El adulto es el que se cansa de estar mal y decide estar bien.

Un santo decía: “El cielo se conquista al asalto”. Si trabajas y no te rindes lo conseguirás, para esto debes creer que lo vas a conseguir, si tu no crees que puedes no lo alcanzaras. Así que tu decisión debe ir cargada de confianza, te costara más o menos, pero ten una cosa por segura todos podemos. 

“TU SI QUE PUEDES SER FELIZ”



Sergio

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias

Anónimo dijo...

Muchas gracias Marut