martes, septiembre 2

Todo lo que ocurre es lo que necesitamos.


Todo lo que ocurre es lo que necesitamos.

La vida es una constante expansión de capacidades y conciencia.
Para que esto ocurra y nos desarrollemos es imprescindible el medio. Para poder aprender a nadar es imprescindible un medio donde haya agua.
Este medio nos dará las condiciones y estímulos necesarios para trabajar las posibles respuestas y ampliar conciencia y conocimiento de cómo somos.

Para desarrollar valor es imprescindible un medio donde se despierte el miedo.
Para desarrollar la tolerancia es imprescindible un medio donde se despierten rechazos, intolerancia.
Para desarrollar paciencia es necesario un medio donde las situaciones se alarguen más de lo que podemos aguantar con facilidad.

La ley universal de economía nos dice: “Todo lo que existe, existe porque es necesario”.
Conociendo esta ley podemos ponerla a nuestro servicio. Si queremos que el medio, lo que está ocurriendo deje de ser necesario, debemos aprender, creciendo en capacidades y consciencia. De esta manera haremos que el medio no sea necesario y desaparezca. El universo no malgasta ni un gramo de energía en algo que no es necesario.

Puedes preguntarte:¿Qué tengo que aprender de esto?
Desarrolla la actitud de ponerte ante las cosas, observando y conociendo que ocurre en ti, distanciándote del conflicto.
Y recuerda que medio, esta situación en la que te encuentras, es una bendición disfrazada de problema, pues con la actitud adecuada, conseguirá que crezcas interiormente siendo una persona más sensible y humana.

Por favor, sé feliz.
Sergio Cambra.

“Observa siempre...”.

“Observa siempre lo que piensas y sientes”.

Esta es una de las técnicas más importantes del Yoga, se llama Abhyasa. Te aseguro que cambiará tu vida, pues no es lo mismo pensar que observar lo que piensas. Nuestra vida es lo que la mente nos cuenta que es, obsérvala con distancia y no te creas nada, desarrollando un espacio consciente y sereno.

Tu mente piensa constantemente, todo el tiempo está hablando contándote historias, es el parloteo mental. Cuando piensas, lo que te cuenta la mente te envuelve completamente, te lo crees y actúas bajo sus órdenes. Si te dice que eres tonto, que nadie te quiere, que no sirves para nada, que eres mala persona, que las cosas te van a ir mal, que la vida es un lugar desagradable y peligroso… Te lo crees. Te hace ver enemigos y monstruos en todas partes, tu jefe, tu pareja, tu vecino… Tu mente crea un infierno con pensamientos e imágenes y las vives, sin cuestionarte las cosas, lo que dice lo crees sin condiciones.

Cuando observas lo que piensas y sientes, te separas de lo que te cuenta, cogiendo distancia. Aunque lo que te cuenta tu mente sea desagradable, hay una distancia que no permite que te atrape y te envuelva. Te has convertido en el observador, en el testigo. Ahora estas TU y el pensamiento, por lo que al no identificarte con lo que piensas no te atrapa maya, la ilusión, la mentira o el engaño. Al observar te vas conociendo, eliminando automatismo e inconsciencia.

Para conseguir OBSERVAR CON DISTANCIA, respira con suavidad, siente el frescor del aire al entrar y el hormigueo en las mejillas. Así desarrollaras el poder de no ser afectado por la cantidad de mentiras e ilusiones que crea la mente, no reaccionando de forma automática y creando respuestas más inteligentes, amorosas y constructivas, en tu trabajo, familia, relaciones… en tu Vida.

No permitas que la mente con sus mentiras maneje tu vida, trabaja siempre esta técnica y conviértete en el observador, en el testigo interno, en la presencia y serás libre.

Por favor, vive, observa, aprende, crece… Se feliz.
Sergio Cambra.



La perla de Andreas Moritz. Agosto.


" Cuando vengo a este mundo, no traigo nada excepto mi ser; y, cuando lo abandono, no me llevo nada excepto mi ser. Ya existía antes de nacer, y seguiré existiendo después de dejar atrás mi cuerpo físico. La vida no empieza con el nacimiento ni termina con la muerte.

El mundo puede ir y venir, pero yo seguiré adelante para siempre."

El día más bello, hoy

Milde

“Si no le caes bien a alguien...

“Si no le caes bien a alguien, es su problema.
Si no me cae bien alguien, es mi problema”

Como he comentado alguna vez, los problemas los creamos nosotros cuando no podemos aceptar algo o a alguien. 
Cuando alguien no le gusta como soy, le surge un conflicto y es suya la responsabilidad de solucionarlo para poder mantener la calma. Si a mí me surge el miedo, la culpa o inseguridad, por este rechazo, este será mi trabajo, el de solucionar mi necesidad de caer bien.

Si alguien no me cae bien, es mi problema, pues mi falta de aceptar esa personalidad, esa forma de funcionar, despierta en mí un conflicto que con mayor o menor grado me quita la comprensión y serenidad. Por lo que mi trabajo será el de aceptar y recuperar la paz, permitiendo que esa persona sea como es.

Tanto en una como en la otra situación, tendré que hacer lo que deba, lo justo y necesario, hablar o callar, actuar o esperar, pero siempre CONSCIENTEMENTE y desde la comprensión de que cada uno hace lo que puede, atrapado en su neurosis, personalidad o juego de emociones.

Si esto lo tienes claro, es porque eres una persona responsable de ordenar y solucionar tu mundo interior, que es donde realmente vives la vida a través de tus interpretaciones mentales, sentimientos, pensamientos y emociones. Si hay orden dentro, también lo hay fuera.

Por favor, VIVE y deja VIVIR. Por favor, se feliz.

Sergio Cambra.

Decía Lennon

Decía Lennon en una canción que la vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo planes, no le quito razón. Hace tiempo que llegué a la conclusión de que tenemos dos vidas, una está en nuestra cabeza, es totalmente mental, ahí cuando consigamos nuestros objetivos y metas seremos felices y se acabaran los problemas, no, no, ahora no, espera que pasen una semanas que ahora estoy liado, o no, ahora no es buen momento, cuando se anime el trabajo, o cuando lo encuentre, si, estamos bien, pero espera a que nos casemos, espera a que tengamos niños, espera a que sean mayores, espera a que se vayan de casa, espera, siempre espera…

En cambio la otra vida, esa no tiene tanto glamour, es la del día a día, la del presente, es en la que vivimos, no le damos tanta importancia, es como así de paso ¿no? Nos tenemos que aguantar si no nos gusta lo que vivimos, en cambio en la otra, como es el futuro, y nadie sabe con certeza lo que pasará, nos lo inventamos (un futuro a medida) que al final sea así ya es otra cosa, pero mientras tanto le dedicamos tiempo y energía.

Y así va pasando la vida, hasta que te das cuenta de que esa vida futura, esa en la que todo irá bien, en la que no tendrás problemas, si, esa vida, simplemente no existe, o al menos solo en tu cabeza. Tenía un amigo que dejó de fumar de golpe, de un día para otro después de muchos años fumando lo dejó, me decía que hacía tiempo que se lo quería dejar pero nunca era buen momento, que estaba nervioso, que tenía ansiedad, que lo dejaría más adelante, hasta que se dio cuenta de que siempre encontraría motivos para fumar, siempre habría alguna excusa. Así hacemos con nuestra vida, siempre habrá un motivo, por pequeño que sea, para no conformarnos con lo que tenemos y esperar algo más.

Como todo, esto no es ni bueno ni malo, cuanto más pronto te des cuenta, antes empezarás a darle más importancia al día a día que a lo que está por venir, por muy bueno que sea, porque como decimos mucho por aquí, disfruta el presente que a fin de cuentas es lo único que tienes 

Jose Gramage

https://www.youtube.com/watch?v=WMwtBVqZKkI




Disuelve los problemas.


“Toda maldición que es aceptada, se convierte en una bendición.
Toda bendición que no es aceptada, se convierte en una maldición”

Los problemas no existen, los creamos nosotros. El problema surge en nuestro interior, es un conflicto porque no queremos que algo ocurra o exista. Cuando somos capaces de ACEPTAR la situación, el hecho, la persona… desaparece el problema y lo que queda es una situación a resolver. Cuando tienes un problema, durante el tiempo que dura este sean días, meses o años, no te permite vivir, comer o dormir correctamente, ni disfrutar de la familia o amigos.

Cuando tienes una situación a resolver, porque has podido aceptar, durante el tiempo que dura sean días, meses o años, te permite vivir, comer o dormir correctamente, disfrutar de la familia o amigos, a la vez que vas solucionando.

Cuando aceptas, tu mente queda libre para dedicarse a buscar soluciones y crear, construir. Cuando no aceptamos, nuestra mente, está atrapada en el conflicto, en el problema, sin ver más allá. Es como cuando te sale un grano en la cara, solo un milímetro de grano en medio de una cara grande y hermosa, pero al no aceptar que exista ese grano, ¿cuándo te miras al espejo que ves? El grano. Toda la atención la llevas a él, haciéndolo grande, que crezca sin ver el resto de la cara.

Lo mismo nos pasa con aquello que no aceptamos en nuestra vida, tenemos un montón de cosas buenas, amigos, salud, casa, familia… pero todo nuestro pensamiento se centra en nuestro problema, sin poder ver más allá. Un milímetro de problema rodeado de una vida grande y hermosa y nuestra mente atrapada en el problema.

¿Qué es lo que tenemos que aceptar?
- Lo que nos toca vivir, los hechos, lo que existe, lo que es. Situaciones y personas.
- Lo que siento. Rabia, miedo, tristeza…
- Lo que surgirá de esta situación. Puede ocurrir cualquier cosa, tanto lo que mi mente cataloga como malo o bueno.

¿Qué es lo que no hay que aceptar?
Que solo puedo vivir la situación mal, este es un pensamiento totalmente equivocado.

No te resignes, puedes trabajar sobre tus conflictos, suavizándolos, o incluso anulándolos y mientras dure la situación podrás VIVIR con mayúsculas. Tienes el poder de cambiar lo que surja en tu interior, poniendo orden y armonía, de esta manera la situación externa la vivirás bien.

Muy importante no confundir, resignación con aceptación. La resignación es rabia contenida, no quiero esto, no acepto que exista y mientras esté, mi conflicto trabajará para anularlo, recordando constantemente lo que no tengo. Esto genera frustración y falta de autoestima.

La aceptación, por el contrario, permite que exista la situación, el hecho, lo que es y aunque giremos la cara sigue siendo. Al aceptar podemos concentrarnos en la solución, convirtiendo el problema en oportunidad, pues hacemos cosas diferentes con lo que tenemos. Esto genera satisfacción, esperanza y autoestima.

Al aceptar disuelves el conflicto, al quitar el conflicto desaparece el problema, cuando no tenemos problemas surge la paz, desde la paz conseguimos el silencio interno.
Solo en este silencio, puedes sentir quien eres esencialmente, brillando la dicha y el gozo en Dios.

Por favor, sé feliz.
Sergio Cambra.
www.yogui-urbano.com

Poema de los átomos

Foto: Poema de los átomos

Baila, como si nadie te estuviera mirando,
Ama, como si nunca te hubieran herido,
Canta, como si nadie te hubiera oído,
Trabaja, como si no necesitases dinero,
Vive, como si el cielo estuviese en la tierra.
 
¡Ven, ven, quienquiera que seas, ven!
Infiel, religioso o pagano, poco importa.
¡Nuestra caravana no es la de la desilusión!
¡Nuestra caravana es la de la esperanza!
¡Ven, aunque hayas roto mil veces tus promesas!
¡Ven, a pesar de todo, ven!
 
Hoy, como cualquier otro día, nos despertamos vacíos y asustados.
No abras la puerta del estudio y empieces a leer
Toma un instrumento musical.
Deja que la belleza de lo que amamos sea lo que hacemos.
Hay cientos de formas de arrodillarse y besar el suelo.

Yalal ad-Din Muhammad Rumi (1207 – 1273)

Baila, como si nadie te estuviera mirando,
Ama, como si nunca te hubieran herido,
Canta, como si nadie te hubiera oído,
Trabaja, como si no necesitases dinero,
Vive, como si el cielo estuviese en la tierra.

¡Ven, ven, quienquiera que seas, ven!
Infiel, religioso o pagano, poco importa.
¡Nuestra caravana no es la de la desilusión!
¡Nuestra caravana es la de la esperanza!
¡Ven, aunque hayas roto mil veces tus promesas!
¡Ven, a pesar de todo, ven!

Hoy, como cualquier otro día, nos despertamos vacíos y asustados.
No abras la puerta del estudio y empieces a leer
Toma un instrumento musical.
Deja que la belleza de lo que amamos sea lo que hacemos.
Hay cientos de formas de arrodillarse y besar el suelo.

Yalal ad-Din Muhammad Rumi (1207 – 1273)

Andreas Moritz. La perla de Julio.


" No necesito normas, reglamentos o sistemas de creencias creados por el hombre para saber lo que me conviene. Ya no estoy atado por creencias basadas en el miedo y en pronósticos negativos. Sólo dejo entrar en mi vida aquello que me entusiasma y me produce alegría; y me deshago de lo demás".
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Aportación de Milde Tomas

La perla de Andreas Moritz de junio


"Siempre que sea apropiado, me doy permiso a mí mismo para dejar que pasen las cosas, para dejarlas tal como son, sobre todo si parecen confusas, fuera de control y sumidas en el caos. Renuncio a la necesidad de arreglar todo lo que a mi juicio necesita arreglo".

Aportación de Milde Tomas.

Consciencia

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La evolución del ser humano no se da almacenando datos, carreras, conocimientos, éxitos, dinero, casas, cuerpos perfectos o popularidad, la evolución se da al expandirse la consciencia en nosotros. La consciencia es la capacidad de ver, de darse cuenta, descubriendo y reconociendo algo que ya está.

A nivel físico uno se puede hacer consciente de las sensaciones, disfrutando de un montón de regalos agradables que te da el cuerpo todos los días, a través de la respiración, una ducha, el contacto del aire, el agua o el sol en la piel… También nos hacemos conscientes de las necesidades del cuerpo disfrutándolas cuando se les da correctamente, el comer, beber, dormir, pasear… Uno se hace consciente de las señales de aviso, el dolor, diciéndonos que paremos, que cambiemos la intensidad, que rebajemos el ritmo… de no hacerles caso saldran las lesiones.

A nivel emocional nos damos cuenta de cómo funcionan, como nos afectan y que nos quieren decir. Muy importante ver la emoción con la que se mueven las acciones y las palabras, pues de esta manera podremos ajustar la dirección de lo que hago. Puedo darme cuenta si ante una situación surge el miedo o la vergüenza paralizando mi capacidad de expresarme correctamente. Si es desde la ira o la rabia, hablare o actuare demasiado rápido, sin poder pensar ni buscar soluciones, seguramente queriendo dañar. Si es desde la envidia desearé a esa persona que tiene lo que yo no tengo y me gustaría tener, que le vayan mal las cosas. Desde los celos, pensare que alguien esta quitándome algo que es mío. O desde la vanidad, sintiéndome el centro de atención, del orgullo creyéndome más que tú, o desde la soberbia, pensando que soy tan superior a los demás que nadie tiene nada que darme.

Si no soy consciente de todas estas cosas, teniendo un conocimiento emocional propio, viviré una especie de ilusión, de mentira, en la que cada vez viviré mas en el conflicto, sintiendo más solo y separado de los demás.

A nivel mental podemos darnos cuenta, de los pensamientos que hay en nosotros, exigiéndo como debes comportarte, como debe ser uno y el resto del mundo, que es lo que tiene que pasar y lo que no, que va a ser bueno para y malo. Si no nos hacemos conscientes de los pensamientos, dirigirán nuestra vida y nos empujaran a dirigir también la de los demás, obligándonos ha hacer y decir cosas que nos crearan complicaciones y sufrimiento.

Existen dos mundos el externo, que percibimos a través de los sentidos y el interno, que es donde viven las sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos… dirigiendo las acciones externas. Así pues, ser consciente, es evolucionar, es darte cuenta a través de la experiencia propia, en momento presente, de conocer lo que está ocurriendo en tu interior, de cómo funcionas. Si expandes consciencia puedes ordenar y crear bienestar, prosperidad allí donde te encuentres, discriminando lo correcto o de lo que no, lo útil de lo inútil, lo que construye de lo que destruye.

Por favor, ser felices.

Sergio Cambra.

Humildad


El camino de la felicidad va unido al del conocimiento, crecimiento interior y sobre todo humildad. Cuando las cosas nos van siempre bien empezamos a creernos poderos, más listos, más guapo, mas fuertes...mejores que los demás.

El sufrimiento nos pone los pies en tierra, y sentimos esa unión, esa cercanía con las demás personas viéndonos a la misma altura, sintiendo que todos vamos juntos y por igual en este barco llamado Vida.

Un cuento de la mitología Griega nos habla de Icaro, el hijo del arquitecto del reino, su padre había construido el laberinto del minotauro para el rey Minos, por lo que vivían de una forma cómoda bajo la protección del rey.

Un día el rey se enfado con su padre por lo que ordeno que lo encerraran junto con Icaro, en una torre rodeada de jardines en los que vivía el peligroso minotauro. Desde allí su padre ideo un plan para escapar de la prisión y huir de la isla. Ponían migas de pan para que comieran las aves, así fueron recogiendo una gran cantidad de plumas. Estas plumas junto con la cera de las velas, las utilizaron para construirse un juego de alas inmensas para cada uno.

Tardaron un tiempo, pero una vez terminadas decidieron ponérselas y escapar. Antes de salir el padre de Icaro le advirtió: “No vueles muy bajo pues te podrán alcanzar las olas del mar, pero tampoco vueles muy alto pues el calor del sol puede derretir la cera de las alas”.

Después de asentir Icaro, afirmando haber comprendido las recomendaciones de su padre, se ajustaron las alas y se dispusieron a volar. Las alas enseguida se hincharon con el aire y comenzaron a planear, volaron y volaron, sobrepasando Samos, Delos y Lebintos.

La gente los veía volar, era una imagen bellísima con el sol de fondo, todos creían que eran dioses y les gritaban alabándolos. Icaro sintió que todo el mundo le veía como un dios y el mismo llego a creérselo. Empezó a volar haciendo piruetas, enseñando la belleza de su vuelo y olvidando las recomendaciones de su padre, quiso subir alto, muy alto, se sentía como un dios volando. Así, en ese estado de soberbia, fue subiendo acercándose al sol, calentando cada vez con más fuerza las alas, por lo que se fue derritiéndose la cera, hasta conseguir deshacerlas. Icaro, con las alas derretidas cayó sobre el mar y murió. Se había creído un dios, se había creído superior a los demás.
Fin.

Subir, crecer, elevaros, pero con prudencia. Todos somos seres humanos, con debilidades, limitaciones... nadie es perfecto. Utiliza tus limitaciones para conocerte, comprenderte, aceptarte... a tí y a los demas.

Por favor, ser felices.

Sergio Cambra.

La perla de Andreas Moritz de mayo



"Dejo que la vida me refleje, así que veo mi luz interior reflejada por todo y por todos los que veo. Si alguien es poco amable conmigo, lo veo como una oportunidad para responder con mucha más
amabilidad. No permito que la grosería de otros me llegue al corazón; más bien, se lo abro a ellos para ver su dolor, su miedo y su tristeza.
La compasión que llena mi corazón cambia su actitud hacia mí y les ayuda a sentirse mejor consigo mismos".

Aportación de Milde Tomas.

lunes, mayo 5

Cuento

Una mujer estaba buscando algo en el suelo junto a un farol. Pasó por allí un hombre y se paró, curioso, a observar a la mujer, que afanosamente buscaba y buscaba. Intrigado, después de un rato, el hombre preguntó:
- Buena mujer, perdona que me inmiscuya en tus asuntos, pero ¿podrías decirme qué buscas?
Y la mujer repuso:
- Busco una aguja que he perdido en mi casa, pero como allí no hay luz he venido a buscarla junto a este farol.
Como esa mujer proceden muchos seres humanos. En lugar de buscar dentro de ellos mismos (donde se haya la respuesta a todas las preguntas), buscan fuera de ellos lo que jamás podrán hallar allí.

martes, abril 22

Cuento



Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta. Esta ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes… pero pozos al fin. Los pozos se diferenciaban entre sí, no sólo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior).

Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra. La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado.

Un día llegó a la ciudad una “moda” que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial sino el contenido. Así fue cómo los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de joyas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más, optaron por el arte, y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.

Pasó el tiempo. La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. Los pozos no eran todos iguales, así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior… Alguno de ellos fue el primero: En lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose.

No pasó mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.

Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad…

Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho. Pronto se dio cuenta que todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido…

Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo.
Vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había deshecho. Un día , sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa. Adentro, muy adentro , y muy en el fondo encontró agua. Nunca antes otro pozo había encontrado agua.

El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera. La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar. Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto, en tréboles, en flores, y en troquitos endebles que se volvieron árboles después.

La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar “El Vergel”.
Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro.

-Ningún milagro – contestaba el Vergel – hay que buscar en el interior, hacia lo profundo..

Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse. Siguieron ensanchándose cada vez más para llenarse de más y más cosas…

En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío…
Y también empezó a profundizar…
Y también llegó al agua…
Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo…

- ¿Que harás cuando se termine el agua? – le preguntaban.

- No sé lo que pasará – contestaba – Pero, por ahora, cuánto más agua saco, más agua hay.

Pasaron unos cuantos meses antes del gran descubrimiento. Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma. Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.

Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente, como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto: La comunicación profunda que sólo consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar.

“Cuentos para pensar” de Jorge Bucay

jueves, abril 10

Mi muro



Estos días me toca hacer un muro con mi padre, si, si, un muro de toda la vida en la casita. Ahora habrá mucho whatsapp, facebooks y twitters pero el cemento se tiene que pastar como hace siglos, y cansa. La verdad es que no me puedo quejar, es un trabajo agradecido, ves el cambio día a día de no haber “nada” a haber “algo”, y ese algo encima es un muro ¡ni más ni menos!. Paso un rato entretenido con mi padre y encima me pongo moreno ¿Qué más puedo pedir?

¿Y todo esto del muro que tendrá que ver con el yoga? Pues todo, así de simple. Todo es yoga, todo nos puede servir para sentir nuestro “ser” o la esencia de lo que somos realmente. ¿Acaso solo te sientes cuando las condiciones son favorables? ¿Solo cuando estás en una clase de yoga fresquito con ropa cómoda y un ambiente agradable? Pues es exactamente lo mismo que estar dando el callo bajo el solarro. Todo es yoga.

Hay una frase fácil de entender pero difícil de asimilar (o no) que dice “lo importante no es lo que haces sino como lo haces”, bien entendida esta frase es revolucionaria. Puede que hayamos estado mirando mucho tiempo al lugar equivocado. Estamos muy preocupados por lo que hacemos (y muy intrigados por lo que hacen los demás) pero el como lo hacemos ya es otro asunto, mientras se haga el “como” nos da igual. Y así vivimos, haciendo una cosa mientras pensamos en otra, y al final no hacemos bien ni lo uno ni lo otro...

Volviendo a mi muro ¿Qué tiene de especial? Pues todo y nada, para mi puede ser un fastidio, un trabajo en el que estoy todo el rato mirando la hora esperando que pase el tiempo para parar, una perdida de tiempo por la que ni me pagan o por el contrario, puede ser una actividad para estar consciente, para descubrir mi ser, puedo estar presente, sabiendo que hago en cada momento. Puedo plantearlo incluso como ejercicio al aire libre o un momento padre hijo que algún día echaré de menos. Y es el mismo muro en ambos casos. Todo depende de mi, siempre dependerá de mi.  

Dejemos de dar tanta importancia a lo que hacemos y empecemos a fijarnos en como lo hacemos, todo lo que nos sucede al día es una oportunidad para estar presentes y conscientes, no la desaprovechemos. Como diría Sergio “por favor ser felices”

Jose Gramage

martes, marzo 11

Bhagavad Gita

El Bhagavad Gita, un gran libro de sabiduria, que nos habla de la verdad esencial de uno mismo. YOGA.


http://www.youtube.com/watch?v=slWTJsy5MGE

Los errores.



"Puede haber un gran propósito en nuestros “errores”, si es que entendemos su sentido. Los problemas que plantean persisten hasta que encontramos el sentido o verdadero propósito oculto en ellos. Tengo por regla bendecir todo lo que me ocurre y darle conscientemente un significado. Este significado se convierte en la realidad que acepto y recuerdo. Mi actitud hacia los problemas es amable, porque podría resultar que fuesen los mejores maestros que haya tenido nunca".

Andreas Moritz.

La estrella matutina




“LA ESTRELLA MATUTINA” : La sabiduría de los indios pieles rojas pieles rojas

"Cuando te levantes por la mañana, da las gracias por la luz matinal. Da las gracias por tu vida y tu vigor. Da las gracias por la comida y por la alegría de vivir. Y si por ventura no ves razón alguna para dar las gracias, ten el convencimiento de que la cosa es tuya". Wabasha (Sioux Santi)

"En mis oraciones y conversaciones, no siempre pido únicamente lo que me gustaría que sucediese, pues ningún hombre puede decir qué sabe qué es lo mejor para la humanidad. Sólo Wakan Tanka y el Abuelo saben qué es mejor, y por eso, aunque esté preocupado, mi actitud no está sumida en el miedo al futuro. Siempre someto a la voluntad de Wanka Tanka. No es fácil, y a muchos les resulta imposible. Pero yo he visto el poder de la oración, y he visto cumplidos los deseos de Dios. De modo que siempre pido que me dé Dios la sabiduría de aceptar sus modos de hacer las cosas". Fools Crow (Sioux Teton)

"La paz entra en las almas de los hombres cuando ellos se dan cuenta de su relación, su unidad, con el universo y todos sus poderes, y cuando se dan cuenta de que en el centro del Universo mora Wakan Tanka, y que este centro está realmente en todas partes, está dentro de nosotros" Alce Negro (Sioux Ogala)

Aportación de Milde Tomas.

Personas bellas



"Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades.

Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que nos llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa.

La gente bella no sale de la nada."

Elisabeth Kubler-Ross

viernes, marzo 7

Tal como la fresa sabe a fresa, así la vida sabe a felicidad

En primer lugar, la vida es buena; es buena por sí misma; el razonamiento no le hace mella. No se es feliz por viaje, riqueza, éxito, placer. Se es feliz porque se es feliz. La felicidad es el sabor mismo de la vida. Tal como la fresa sabe a fresa, la vida sabe a felicidad. El sol es bueno; la lluvia es buena; todo ruido es música.

Ver, oír, oler, gustar, tocar, toda una seguidilla de felicidades. Incluso las penas, incluso los dolores, incluso el cansancio tienen sabor a vida. Existir es bueno; no mejor que otra cosa; pues existir es todo y no existir es nada. Si así no fuera, ningún viviente duraría, ningún ser vivo nacería. Pensad que un color es una alegría para los ojos. Actuar es una alegría. Percibir también lo es y es la misma.

No estamos condenados a vivir; vivimos ávidamente. Queremos ver, tocar, jugar; queremos desplegar el mundo. Todo ser viviente es como un paseante matutino. […] Ver es querer ver. Vivir es querer vivir. Toda vida es un canto de alegría

Alain  (Émile-Auguste Chartier (1868-1951))

lunes, febrero 17

La invitación

No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.

No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores. Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.

Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las limitaciones propias de nuestra condición humana.
No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma…

Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su presencia.

Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna llena: “¡Sí!”.

No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.

No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.

No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.

Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío.

"La invitación" de Oriah Mountain Dreamer



miércoles, febrero 12

Cuento

El discipulo se reunió con su mentor espiritual para indagar algunos aspectos de la liberación y de aquellos que la alcanzan. Departieron durante horas. Por último, el discípulo le preguntó al maestro:

-¿Cómo es posible que un ser humano liberado pueda permanecer tan sereno a pesar de las terribles tragedias que padece la humanidad?

El mentor tomó entre las suyas las manos del perplejo discípulo, y le explicó:

-Tú estás durmiendo. Supóntelo. Sueñas que vas en un barco con otros pasajeros. De repente, el barco encalla y comienza a hundirse. Angustiado, te despiertas. Y la pregunta que yo te hago es: ¿Acaso te duermes rápidamente de nuevo para avisar a los personajes de tu sueño?

martes, enero 21

Libre y relajado.

"La suerte me favorece automáticamente porque no dudo en poder conseguir lo que quiero y lo que necesito. No dudo de que todo lo que me sucede es lo mejor para mí. Esto es lo que yo llamo suerte."


LIBRE Y RELAJADO: UN CANTO VAJRA ESPONTÁNEO
Por el venerable Lama Guendun Rimpoché



La felicidad no se consigue
con grandes sacrificios y fuerza de voluntad;

No te esfuerces,
No hay nada que hacer o deshacer.
Todo lo que aparece momentáneamente en el cuerpo-mente
no tiene ninguna importancia,
sea lo que fuere tiene poca realidad.
¿Por qué identificarse con ello y luego apegarse?
¿Por qué emitir juicios sobre eso y sobre nosotros?

Es mucho mejor dejar
simplemente que todo el juego ocurra por sí mismo,
surgiendo y replegándose como las olas
-sin alterar nada-
y observar como todo se desvanece
y reaparece mágicamente, un y otra vez,
eternamente.

Es nuestra búsqueda de felicidad
Lo único que nos impide verlo.

Es como perseguir un arco iris de vivos colores
que no alcanzas jamás,
o como un perro intentando atrapar su propia cola.

Aunque la paz y la felicidad no existen realmente
como una cosa o como un lugar,
están siempre disponibles
y te acompañan a cada instante.

No creas en la realidad
de las experiencias buenas y malas;
pues son tan efímeras como el buen tiempo y el mal tiempo,
como el arco iris en el cielo.

Deseando aferrar lo inaferrable,
te agotas en vano.
En el instante en que abres y relajas
ese apretado puño del aferramiento,
ahí está el espacio infinito, abierto, seductor y confortable.

Sírvete de esa espaciosidad,
de esa libertad y tranquilidad natural.
No busques más.
No te adentres en la enmarañada selva
siguiendo el rastro del gran elefante despierto,
pues ya está en casa descansando apaciblemente
enfrente de tu propio hogar.

Nada que hacer o deshacer,
nada que forzar,
nada que desear,
nada falta.

¡Maravilloso!
Todo sucede por sí mismo.



Aportación de Milde Tomas

Un 2014 lleno de V.A.L.O.R.


"El hombre se convierte en lo que piensa"


miércoles, enero 8

Cuento

Un joven, deseoso de buscar el verdadero conocimiento, abandonó todo y resolvió llevar una vida errante, para dedicarse enteramente a la búsqueda de la sabiduría.

Estaba en una cierta zona de Asia, cuando oyó hablar en una ciudad de un hombre sabio que vivía en una montaña lejana, y que tenía la capacidad de fabricar oro de las piedras. Al oír esa historia, decidió ponerse en camino, encontrar a ese sabio, y pedirle que le enseñase ese maravilloso poder.

Tras muchas jornadas de camino y penalidades, consiguió llegar al lugar donde vivía el alquimista, y le pidió que le enseñase el don de fabricar oro. El anciano le miró compasivo, le dio una escoba de barrer y le dijo: «Más tarde te enseñaré. Ahora, coge esta escoba y ponte a barrer».

Cuando hubo terminado, el joven volvió a su petición, pero el anciano le dio un delantal, y le conminó a que se metiera en la cocina y preparase algo para comer. «Mañana te enseñaré lo que quieres saber —le dijo—. Hoy se ha hecho muy tarde».

Al día siguiente, el alquimista encargó al muchacho multitud de tareas: cavar un campo de hortalizas que había cerca, arreglar el techo de la cabaña, ordeñar unas cabras… por la noche, el joven volvió a preguntar, pero obtuvo la misma respuesta: «Mañana».

Pero el día siguiente fue igual que el anterior: trabajos y más trabajos. Y fueron pasando los días, las semanas, los meses y los años, y el muchacho no cesaba de trabajar, de encargarse de toda clase de faenas. De vez en cuando, le recordaba al anciano su demanda, pero siempre  era igual la respuesta: «Mañana».
Así, llegó el momento en que el muchacho, ya maduro, se olvidó de preguntar: Ya no recordaba la intención que le había llevado a aquel lugar. Se limitaba a trabajar y a descansar.

Entonces, una mañana, el maestro le llamó y le dijo: «Muy bien, deja eso que estás haciendo y ven conmigo, porque voy a enseñarte ahora cómo fabricar el oro».

El muchacho, que estaba regando la huerta, respondió inmediatamente, sin volver la cabeza: «Mañana, maestro, ahora estoy muy ocupado. Estas plantas necesitan agua».

viernes, enero 3

Si el mundo se fuera a acabar…

Si como usted dice, estuviéramos amenazados de muerte, creo que la vida nos parecería repentinamente maravillosa. Piense por un momento en la multitud de proyectos, viajes, romances o estudios que nuestra vida nos oculta, invisibles por nuestra pereza que, a causa de nuestra certidumbre de futuro, los retrasa incesantemente.
No obstante, imaginemos que todas esas amenazas resultaran totalmente imposibles; ¡qué hermoso volvería a ser todo! Si el cataclismo no ocurriera esta vez, no nos perderíamos la visita a las nuevas galerías del Louvre, nos lanzaríamos a los pies de la señorita X o haríamos ese viaje a la India.
Pero si el cataclismo no sucede, no haremos ninguna de esas cosas, ya que regresaremos al corazón de la vida normal, donde la negligencia atenúa el deseo. Y aun así, no deberíamos necesitar del cataclismo para amar a la vida ahora mismo. Sería suficiente con pensar que somos humanos, y que la muerte puede llegar este mismo atardecer.

Marcel Proust, Ensayos y Artículos, 1922