viernes, junio 19

Vaciarse para llenarse

Es muy importante hacer un trabajo con nuestra personalidad, con el ego, de vaciar, eliminando necesidades no necesarias, sentimientos contradictorios e inconscientes, viejos patrones mentales atascados… en definitiva todo aquello que nos condiciona y no nos permite “VIVIR”. Mientras soltamos esos pesos, esos lastres del ego, lo que estamos haciendo es acercarnos a algo más grande, a la conciencia, donde el valor se lo damos a la existencia.
Valorar y agradecer la vida es muy importante, porque nos llena, nos hace crecer, nos hace sentir de forma agradable, acercándonos al espíritu y a la alegría.
Para llenarnos tenemos que vaciarnos primero, observando, quitando importancia y poder a todo lo que te limita y condiciona, comenzando a andar libre de cargas por la vida, libre....
Así conseguiremos fluir con la vida, confiar en ella, ir en la dirección correcta, estar en sincronía con ella, limpiando todos esos pensamientos residuales, vaciándonos. Dejar de organizar todo y a todos, dejar de planificar constantemente, dejar de escuchar todas las cosas que nuestra mente dice que hagamos, controlar nuestro entorno, controlar las personas, controlar nuestra vida y la de los demás.


La persona que esta totalmente llena, que esta cargada, ya no tiene espacio para nada más, esta cerrada a aprender. Eso quiere decir que ya a terminado su camino, ya no puede aprender nada, ya no puede entrar nada mas en él, no hay espacio.
Cuando tenemos demasiado claro como deben ser las cosas nos perdemos lo que realmente son, viviendo en la expectativa. Así pues al tener esta rigidez de ideas, estamos ciegos ante todo lo que se nos ofrece en nuestro entorno.
Un vaso que esta totalmente lleno de agua, no le puedes meter agua nueva pues se saldría, se derramaría. Si dejas mucho tiempo esa agua dentro del vaso sin cambiarla, se ensucia, caduca y termina por enfermar. Lo mismo pasa con nosotros, con nuestra mente, tenemos que vaciarla de viejos conceptos almacenados, ir vaciándola, cuando se vacía entran mas, vaciar y llenar, siempre en esa medida.
Dar y recibir. Al vaciarnos podemos abrirnos a recibir, con interés, gratitud y agradecimiento. Recibir la acción de los demás, las buenas palabras, ayuda, lecciones, los consejos, el conocimiento, los regalos. Para esto también tenemos que ser humildes, con intención alegre de aceptarlo, lo que venga, sea lo que sea tanto de la existencia, como de otras personas. Al llenarse de bienestar, tenemos la posibilidad de dar, la necesidad de dar, estamos pletóricos, desbordando amor y alegría, queremos compartir lo que tenemos.
Alumno y maestro, siguiendo con ese equilibrio perfecto, siempre en la vida tenemos que ser a la vez alumnos y maestro. Al vaciarse podemos recibir y nos convertimos en alumnos, aprendiendo con cada paso, aprendiendo de cualquier cosa que se nos presente, que veamos, que sintamos, continuamente sin parar, creciendo y aprendiendo, pero claro al ser alumno tienes que estar vacío, con humildad. Al estar llenos, podemos dar y ser maestros, porque a la vez que somos alumnos tenemos que ir enseñando, tenemos que ir dando nuestras experiencias, aportando, llenos de conocimientos, sentimos la necesidad de enseñar. Es muy importante ser alumnos y maestros en la vida, dejando espacio a los dos, maestros con la capacidad de enseñar, con nuestros conocimientos y experiencias, y al vez ser alumno, permitiendo que los demás también sean nuestros maestros, escuchando lo que dicen con interés, no siendo lo único interesante e importante lo que “yo digo”. Muchas veces tenemos mas interés en que lo que decimos sea reconocido siendo el centro de atención, mas que conversar. Debemos aprender a escuchar y valorar otros puntos de vista.
Podríamos decir que al vaciarnos, recibimos, siendo alumnos cumpliendo una de las partes que hemos venido ha hacer en la vida: Evolucionar. En el otro lado veríamos que al llenarnos damos, siendo maestros y completando otra razón por la que venimos a la vida: Aportar.
Nuestro trabajo en la vida seria encontrar el equilibrio entre las parejas de este círculo: vaciarse-llenarse, alumno-maestro, recibir-dar, evolucionar-aportar.
Este esquema se repite en el universo constantemente: espirar (vaciarse de aire)-inspirar (llenarse de aire), los árboles se llenan de frutos y luego se vacían, las personas beben, comen y luego vacían, el día se llena de luz y luego se vacía de luz....son ciclos constantes, de otra manera no podría ser.
Por eso busquemos siempre el punto medio de estar vacíos-llenos, recibir-dar, alumno-maestro. Si solo nos vaciamos siendo alumnos, recibiendo, aprendiendo, espirando, nos atascaríamos, y lo mismo pasaría si solo nos llenáramos y fuéramos maestros, dando, enseñando, inspirando, es necesario el equilibrio entre los dos para seguir, para crecer.

Vaciándonos nos llenamos, así completamos él circulo.


















Marut.




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