lunes, diciembre 12

Competición




Vivimos en una sociedad competitiva, cosa que unos alientan y otros rechazan. La competición no es ni buena ni mala, todo depende desde donde se actúa. Podríamos diferenciar básicamente tres tipos de competición.

Hay un tipo de competición donde la persona no se valora y no confía en sus posibles capacidades a desarrollar. Este tipo de persona es aquella que cuando en una carrera, otro competidor le va a adelantar le pone la zancadilla, de esta manera no son superados. Son muchas las personas que tienen envidia de otros, por su dinero, su capacidades, su forma de hacer… y en vez de aprender de ellos consiguiendo de esta manera superarse, lo que hacen es criticarlos, juzgarlos y derrumbarlos, haciéndolo bajar, sin desarrollar ninguna capacidad latente. Yo tenía un amigo que si él estaba en el hospital con una pierna rota se sentía mal, pero si tú estabas en la cama de al lado con la pierna y el brazo roto, entonces se sentía bien, pues pensaba: “este está peor que yo”. Con esta actitud uno no prospera, viviendo en desgracia. “Mal de muchos consuelos de tontos”.

Otro tipo de competición serian esas personas que confían en sus capacidades y la posibilidad de desarrollarlas. Estos cuando ven un rival superior se estimulan con ese modelo, trabajando hasta conseguir mejorarse y superar al otro. Este tipo suelen conseguir lo que quiere, aunque al dedicar tanto esfuerzo en sus objetivos se pierden muchas cosas y cuando pierden lo llevan muy mal. Un ejemplo son los deportistas de elite, recuerdo a Federer cuando perdió en una final contra Nadal, lloraba en el suelo como un chiquillo lleno de angustia.

El tercer tipo de competición se basa en la confianza de uno mismo y los demás, sabiendo que la fuerza del grupo siempre es más poderosa que la de uno solo. Son aquellas personas que hacen su trabajo, mejorando cada día y ayudan al grupo “por el bien común”. Napoleón no lucho solo, tenia grades generales y soldados, Gaudí no construía solo, tenía grandes maestros de la piedra y obreros, Jesús no divulgo solo su mensaje, tenía a sus discípulos creciendo con el… Pienso que cada vez hay más empresas que no solo buscan la prosperidad de los jefes, sino también la de todos los trabajadores, creando guarderías y facilidades para ayudar e integrar a sus trabajadores en un proyecto de empresa, común y positivo para todos. Un compañero que es masajista me comentaba que estaba contratado por una empresa de pinturas unas horas fijas a la semana, para tratar a sus empleados y mejorar la salud en la espalda.

“Si quieres llegar pronto, ves solo. Si quieres llegar lejos, ves acompañado”

Un cuento nos dice que al morir Buda, fue directo al paraíso y al llegar a las puertas paro. El ángel de las puertas al ver que no entraba le dijo:
-Puedes pasar, ya te has ganado el paraíso, aquí nunca tendrás que padecer dolores ni sufrir, ya no es necesario que vuelvas a nacer, pues ya has aprendido todo lo debías de tu etapa humana.
- No voy a pasar todavía. -Contesto Buda dejando al ángel de las puertas asombrado-. No pasaré hasta que no pase el último de los hombres.
Y ahí se quedo Buda, entre la tierra y el cielo, enviando luz a los hombres para así ayudarles a evolucionar más pronto y con menos sufrimiento.

Ser felices.


Marut.

Bendición disfrazada.



Toda situación se compone de dos partes: un estimulo externo y una respuesta interna. La inconsciencia, la inseguridad y el miedo, nos hacen necesitar que la vida sea como pensamos que ha de ser. Esta actitud nos conduce a sufrir mucho, pues la vida es lo que es, no lo que nosotros queremos, “el hombre propone y Dios dispone”.

La actitud adecuada sería trabajar la respuesta interna, pues sobre esto sí que tenemos el poder para cambiarlo. Desde pequeños hemos desarrollado un abanico de respuestas, para las diferentes situaciones con las que podemos encontrarnos, estas respuestas automáticas salen sin pensar y nos dirigen, sin tener en cuenta cual sería la mejor opción para solucionar en este momento.

Cuando ocurre algo no deseado, nos alteramos, asustándonos, enfadándonos, entristeciéndonos… Es importante darle la vuelta a la situación y sacarle partido, lo que ha pasado no puedo cambiarlo, pero si la respuesta, sabiendo que esto que me está afectando es una “yaga” interna que debo de sanar para que no me escueza mas. La palabra bendición disfrazada a mi me ha servido para localizar mis yagas, situaciones donde surgían mis conflictos, pues son míos y de nadie más. Al darme cuenta de que no tengo delante un problema sino una bendición disfrazada de problema, para indicarme mi “yaga” y así poder sanarla, nos convertimos en alquimistas, trasmutado el plomo, las situaciones malas, en oro, situaciones positivas que nos ayudan a crecer.

No es lo mismo ponerse delante de un problema (que mala suerte, no tengo ganas, no quiero vivir esto…), que delante de un reto (un desafío para desarrollar mis capacidades, superarme y crecer) o sea una bendición para avanzar y no atascarme.
Todas las personas tenemos un gran número de yagas internas, mientras no las curemos, pasará como cuando tienes un corte en un dedo, que parece que todos los golpes vayan justo al corte. No es así, pero como es una zona sensible, cuando la tocamos sentimos dolor. Con las yagas internas, o sea emociones bloqueadas y pensamientos incorrectos, pasa lo mismo, pues son nuestras zonas sensibles activadas por esas situaciones que las despiertan, a esos estímulos disfrazados de problemas que son bendiciones que nos ayudan a darnos cuenta.

Ante una situación que te hace estar mal, date cuenta y repite mentalmente:”Bendición disfrazada”, despertando al alquimista que hay en ti, transmutando el plomo en oro. Cambiando una vida de sufrimientos a una vida de alegrías.

Ser felices.


Marut.

jueves, diciembre 1

Devoción




La devoción es el deseo enfocado en un objeto (cosa, persona, resultado). Una vez que despertamos el deseo sobre algo, nuestra mente pone en marcha sus mecanismos ideando la forma de conseguirlo y finalmente actuaremos a través del cuerpo físico para llevar a cabo ese plan.

Todas las personas somos devotas de algo, para saber cuál es nuestra devoción es importante observar que pensamientos ocupan nuestra mente la mayor parte del tiempo. Si se piensa en cómo unirse con Dios se es devoto de Dios; pensando siempre en cómo ganar dinero, devoto del dinero; si se piensa en mujeres o hombres, excitándose, devoto del sexo; pensar en cómo conseguir reconocimiento, fama o triunfos, se es del éxito; pensar constantemente en el cuidado del cuerpo, para que esté atractivo, devoto del cuerpo; si la mayoría de pensamientos se basan en cómo cuidar a la familia, devoto de la familia…

Ser devoto de una u otra cosa no es malo, lo importante es que las personas tengamos claro cuáles son nuestros auténticos deseos, lo que buscamos en la vida. Si lo que deseas es cuidar de tu familia, pero trabajas tantas horas que no puedes atenderla tendrás conflictos, si por el contrario deseas tener bienes materiales o mantener un nivel de vida, estas siendo honesto contigo, al trabajar tanto para ganar dinero.
Un amigo era muy religioso, había dado votos a su orden mientras vivía ocupándose de sus negocios. Sus leyes mentales le decían que había que hacer buenas acciones, ser honesto y demás. El conflicto surgía en el deseo, pues lo que realmente quería era ganar dinero, que los beneficios de sus comercios aumentara día tras día, o como mínimo que no bajaran. Para que se cumpliera este deseo era capaz de engañar a personas que no conocían los precios de los artículos en promoción, además de otras cosas.

El bakti yoga es la ciencia donde se trabaja la devoción, la capacidad de dirigir correctamente los deseos para que nos dirijan a la meta, evolucionando sin atascarnos ni desviarnos del camino. Dependiendo cuales sean tus deseos tu vida se convertirá en un infierno o en un paraíso. Un dicho dice: Cuando quieras destruir a tu enemigo, pide que se le concedan sus deseos.

El deseo más elevado de todos es el de vivir conscientemente, realizando la autentica naturaleza que somos. “Que todo lo que haya de vivir, lo haga conscientemente. Sin ser manipulado por miedos, tristezas, ira, leyes mentales y demás condicionantes”

De esta manera vamos expresándonos cada vez con mayor verdad y pureza, tomando decisiones más acertadas, conectándose con el presente y viviendo más felices.


Marut.

miércoles, octubre 19

Evitando el sufrimiento innecesario.





"Si las cosas tienen solución, porque te enfadas y preocupas,
y si no tienen solución, porque te enfadas y preocupas."
Proverbio chino.

Las personas funcionamos de manera que un estimulo externo (las situaciones que nos encontramos en la vida) provocan una respuesta interna (a través de los sentidos percibimos, procesando la información nuestro cerebro) Esta respuesta interna suele estar "distorsionada", funcionando de forma automática, dejándose llevar por hábitos y patrones de conducta ya establecidos.

Cuando sucede algo que no nos agrada, que no es como esperamos o que nuestra mente lo etiqueta como "malo", sin controlarlo nos enfadamos o preocupamos, creemos que actuar así normal, correcto y no se puede evitar. Llevamos toda la vida haciendo lo mismo, nos enfadamos y nos creemos con toda la razón para estar así de enfadados, no nos damos cuenta que así lo único que conseguimos es tener el problema, además del malestar. Fuera lo que hay es una situación que hemos de resolver, al no aceptar ese cambio no querido, interiormente creamos el problema cargado de conflicto. Sería conveniente crear él hábito de solucionar las cosas de la mejor manera posible, evitando la falta de visión que el pensamiento tiene al estar tensos.

Así, creamos el pensamiento constructivo, un hábito correcto de funcionar en la vida. Cuando las cosas no salen como yo quiero, no pierdo el tiempo en buscar culpables, en juzgar a nadie ni a mi mismo, haciendo como el compás que se clava en un punto y no avanza dando vueltas y círculos sobre ese punto, sobre el problema. Desechando pensamientos destructivos e innecesarios, busco la mejor opción para "solucionar en este momento". Si en este momento no hay solución, hay que aceptarlo, no quedándose atascado en algo que ahora no se puede hacer nada, mas adelante quizás.

Recuerdo que antes cuando la grúa municipal se llevaba mi coche, me enfadaba muchísimo, culpaba a la policía por molestar a los que trabajábamos en vez de ir a por lo delincuentes. En una de estas ocasiones me di cuenta que tenía dos opciones:
1-Enfadarme, fastidiarme el día, culpabilizar a los demás, regalarme una ulcera, no aprender nada y perder 120 €
2- No amargarme el día, aparcar mejor la próxima vez y perder 120€.
Estaba claro, por el mismo precio, decidí la 2.

Cuando te concentras en el problema, en el enfado, profundizas en ellos angustiándote mas, destruyendo tu vida. Cuando te concentras en solucionar, encuentras diferentes soluciones, utilizando la mejor, construyendo una buena vida.

Así que tú decides que prefieres: ¿Enfadarte, asustarte, preocuparte… o solucionar?


Ser felices.

Marut.

La justificación



La justificación es esa vocecita interna que nos acompaña toda la vida dando razones para no hacer lo correcto, para no cambiar, impidiéndonos evolucionar. Es la causante de no solucionar relaciones conflictivas, no superar situaciones en las que estamos bloqueados, no atrevernos a hacer algo diferente pues creemos que no podemos… atrapados en un ciclo en el que nuestra vida no mejora.

Las personas podemos funcionar como dos arqueros diferentes:

Uno dispara la flecha y allí donde clava la flecha pinta una diana alrededor, dejando la flecha siempre en el centro de la diana. Estas son las personas que después de una acción o palabras inconscientes, automáticas e incorrectas, se justifican dándose razones para pensar que lo hecho está bien, así se tapa el malestar y la sensación de: “soy mala persona”. Así no se avanza, pues cuando una persona no cree que tiene que corregir la dirección del disparo, de sus acciones, nunca las cambia y no crece.

Otras personas disparan la flecha y una vez clavada, pueden darse cuenta que la diana estaba en otro sitio, o sea que tienen la capacidad de ver que esa acción hecha sin control y sin pensarla, no es correcta. Estas personas pueden comparar lo que se hace y lo que se debería hacer, corrigiendo la dirección con la intención de acercarse cada vez más a la diana, a hacer bien las cosas. Es importante utilizar el malestar que causa el hacer algo incorrecto, pues nos indica que se puede mejorar y nos empuja a intentarlo la próxima vez. Al no escuchar las justificaciones se pueden ver los cambios que deben hacerse en la vida para evolucionar y no quedarse atascados.

Hace unos días estaba en casa trabajando con el ordenador, al momento mi hijo pequeño se puso a mi lado y empezó a tocar el teclado, yo le decía que parará y él seguía haciéndolo. Finalmente, salió de mi el padre rígido con una actuación no correcta y que me hizo sentir mal. Mi mente no paraba de darme razones para que pensara que lo hecho estaba bien: que se lo merece, que hay que poner límites, que soy su padre y tiene que hacerme caso… Seguía sintiéndome mal, era el indicador que me decía que se podía hacer mejor, por lo que decidí no escuchar a mi mente y observar más en profundidad. Pude ver que mi hijo reclamaba mi atención, últimamente dedicaba más tiempo al trabajo y no veía sus necesidades de caricias y afecto por mi parte. Tomé la decisión de dedicar más atención consciente y de calidad a mi hijo, jugar más con él y escucharle. Esto me hizo sentir bien y el ponerlo en marcha también, este es el indicador de que la acción es correcta, solucionando y avanzando.

La grandeza de las personas no se mide en que no cometan errores pues todos lo hacemos. La grandeza se mide en despertar la sensibilidad para darse cuenta del error, saltándose las justificaciones y utilizando ese malestar, esa energía, como gasolina para cambiar, crecer y solucionar. Así nos sentimos bien.



Ser felices.


Marut

miércoles, septiembre 28

Derechos y deberes


Todos nosotros tenemos deberes con la sociedad, la familia, el trabajo y las personas del entorno, pero a la vez también tenemos nuestros derechos, siendo de gran importancia encontrar el equilibrio entre los dos.

Algunas personas solo ven sus derechos, exigen constantemente a los demás, sin pensar que acciones deberían ellos de hacer por otros. Es posible que una persona vaya al médico y exija un trato justo mientras habla con falta de respeto. O que un trabajador exija su sueldo y pagas extras mientras elude su responsabilidad de trabajar lo mejor que pueda, siendo productivo para que su empresa pueda ganar dinero y pagarle. O que exija mucho al gobierno para que solucione la situación de crisis, mientras uno no hace nada de lo que está en su mano, cobra el desempleo, no intenta encontrar trabajo… Si tu personalidad es de este tipo un consejo: “No pienses lo que los demás pueden hacer por ti, más bien piensa lo que tú puedes hacer por los demás”

Otro tipo de personas tienen la tendencia de ocuparse constantemente de los demás sin observar sus propias necesidades. Son capaces de estar todo el día trabajando, limpiando, preparando comida, atendiendo y preocupándose por otras personas… y no encontrar un momento para descansar, leer o desarrollar inquietudes personales, importantes para la salud y el equilibrio interior. En esta situación, es posible que existan problemas de tristeza, de ansiedad, problemas físicos u otro tipo de malestar por solucionar, pues no se permiten dedicarse unas horas a la semana para ellos, al pensar que eso es egoísta. No es correcto, pues es necesario para sanar hacer ejercicio, ir a clases de Yoga, compartir momentos con amigos para charlar y relajarse… Si tú piensas que no mereces tiempo, dinero, atenciones… para tí, los demás no lo harán, pues si tu no valoras tus derechos los demás tampoco. Además ten muy en cuenta que: “Si el motor se estropea, ya no podrá llevar al barco”
Lo importante seria vivir en el equilibrio, dar lo mejor de ti en cada momento atendiendo a la situación lo más correctamente posible. A la vez encontrar el espacio necesario para atender nuestras necesidades e inquietudes, para así tener buena salud física, emocional y mental. Solo puedes dar lo que tienes, al estar bien se da bienestar, al estar mal se dan conflictos.
El padre, la madre, el hijo, el jefe, el empleado, el médico, el paciente, el vendedor, el cliente… todos tenemos unos deberes y unos derechos, encontrando el equilibrio, podremos vivir todos mejor y relacionarnos con mayor amor, comprensión y paz.

Hay un punto de encuentro donde se unen los derechos con los deberes y viceversa. Se dice que todos tenemos un deber transcendente (Sudha Dharma), el de buscar, sentir, reconocer y finalmente realizar nuestra verdadera naturaleza, el Ser. También tenemos un deber personal (Suha Dharma) siendo responsables de nuestra familia, obligaciones en el trabajo y la comunidad… Unimos derechos y deberes, además de funcionar correctamente las cosas, cuando a través de nuestro deber personal nos acercamos al deber transcendente, uniéndonos con nuestra autentica naturaleza, dedicando tiempo y esfuerzo a nuestro equilibrio y bienestar interior. “Que todos mis pensamientos, palabras y acciones, me dirijan hacia el Ser, uniéndome con la verdad de mi interior y así vivir conscientemente”


Ser felices.

Marut.

lunes, septiembre 19

No puedes escapar.


“¿Qué ocurriría si una noche, en lo más profundo de su soledad, un demonio llegara hasta usted y le dijera?: Esta vida que estás viviendo tienes que vivirla de nuevo incontables veces más. Cada dolor, cada alegría, cada pensamiento, cada suspiro volverán a ti, en el mismo orden. El eterno reloj de arena será volteado una y otra vez… ¡y tú con él, del polvo!
¿Se arrojaría usted al suelo rechinando los dientes y maldiciendo a ese demonio? O diría: nunca he oído nada más divino".
Friedrich Nietzsche.

Recuerdo que cuando leí este párrafo por primera vez, llevaba un tiempo pasando una situación difícil tanto a nivel económico como emocional y sentí una gran angustia. Pensaba que la vida era difícil y llena de sufrimientos, pero que alguna vez acabarían aunque solo fuera con la muerte.

Algunas filosofías nos enseñan que tal y como vives, mueres, esto quiere decir que el camino sigue, si vives en paz la muerte será en paz, si vives en ira la muerte será en ira…por lo que todo lo que tengas que solucionar de tus miedos, inseguridades, tensiones y conflictos, lo tienes que hacer ahora, en vida. Es importante despertar una actitud de valor, de afrontar, de ponerte delante de las cosas y vivirlas lo mejor que puedas hasta que pasen.

Hace poco tiempo, una persona querida se quito la vida, seguramente quisiera dejar atrás el sufrimiento y la angustia. La muerte no va a solucionar nada, pues estas filosofías, nos dicen que primero muere el cuerpo físico desde donde ya no se padece dolor, pero sigue todavía el cuerpo emocional viviendo una especie de pesadilla, llena de conflictos y sin poder solucionar nada, pues toda solución se hace en vida. Es como cuando te vas a dormir después de una discusión o con alguna tensión, se suele tener pesadillas, sueños nerviosos en los que nunca se solucionan nada.

En estos momentos de mi vida, cuando leo este párrafo de Nietzsche, siento que la vida es hermosa, que está bien y de esta manera se pueden vivir todas las que haga falta. Esto es porque en un momento de mi vida, vi que era importante mi bienestar y decidí aprender a vivir, a afrontar las cosas y crecer con ellas.

Te lo aseguro, la vida puede ser un lugar seguro y bonito, por favor decide “Vivir”.

Ser felices.


Marut

lunes, agosto 1

Ser o no Ser


Ser o no Ser
A través de la historia de la humanidad a habido y habrá una búsqueda común en el hombre, ya sea desde la filosofía, la ciencia, la religión, el arte, la literatura… la intención es encontrar y expresar la verdad.

Desde la filosofía del Yoga, la verdad, el Ser, Dios, la esencia, el yo verdadero…da lo mismo como lo llames, se busca en el interior. Para ello trabajando la capacidad de mirar hacia dentro, se empieza a ver, conociendo lo que ocurre en nosotros. Se conocen las sensaciones físicas, desde el dolor y placer, también se profundiza en el mundo de las emociones, miedo, tristeza, ambición, euforia, pena, frustración… Además de la observación de pensamientos, dogmas y leyes mentales que condicionan nuestra vida, diciendo como debemos vivir y hasta donde podemos llegar, limitándonos constantemente.
En esta búsqueda de la verdad, del Ser, hay una máxima muy importante: “La verdad no cambia y la no verdad cambia”.

Tu cuerpo físico, tus emociones y tus pensamientos cambian constantemente, por lo que no son tú autentica naturaleza. Al identificarnos con ellos se forma el ego o la personalidad, causando sufrimiento en nuestras vidas al tomar decisiones desde ellos. Que no sea la verdad no quiere decir que no sean reales, y tanto que lo son, pero el ser humano es mucho mas que eso.

En la profundidad se encuentra la conciencia, aquello que toda tu vida te ha acompañado “sin cambiar” aunque tu no hayas sido consciente. A este estado es el que se accede en la meditación, sintiéndolo cada vez con mas fuerza y separándolo de todo aquello añadido, que no somos (pensamientos, emociones y sensaciones físicas)
Ser o no Ser, he aquí la cuestión. Todo lo que salga del no Ser, irá influenciado por miedos, tensiones, inseguridades, necesidades… haciendo que el resultado vaya manchado de inconsciencia y egoísmo, surgiendo complicaciones y sufrimiento. Toda acción o pensamiento que surja cerca del Ser, desde la verdad, desde la pureza de intención y conscientemente, tendrá un resultado correcto, libre de Karma, creando en nuestras vidas armonía y felicidad.


Yo tengo clara mi decisión de poner todo el esfuerzo que puedo para vivir lo mas cerca del Ser, incluso con todas mis limitaciones, acercándome cada vez un poco más, para así vivir con mayor claridad y bienestar.


Ser felices.


Marut.

Los náufragos



Los náufragos

Un barco viajaba por medio del inmenso océano conducido por tres tripulantes, aunque los tres iban sobre el mismo buque y su meta era la misma, cada uno vivía la experiencia de una manera diferente. Pasaban los días sin ningún contratiempo importante, hasta que algo rompió la rutina, uno de ellos vio una grieta por la que entraba agua, abriéndose más poco a poco.
Al dar el grito de alarma acudieron sus compañeros corriendo, tras estudiar la situación llegaron a la conclusión que estaban en peligro y tenían que tomar rápidamente decisiones con las acciones necesarias para taponar la grieta, para que no siguiera aumentando.
Uno de ellos, el mas temerario y osado, cogió directamente uno de los dos botes salvavidas y lo lanzo al agua. Dijo que no iba a pasar ni un minuto mas en ese barco que se hundía, que eso no tenia solución. Con estas palabras se despidió de sus compañeros y de un salto subió al bote y se alejo remando, dándose toda la prisa posible pues tenia miedo que el barco lo arrastrara al hundirse.
Los otros dos se pusieron manos a la obra intentando tapar la grieta con trapos, maderas y lo que veían que podía ser útil. Como veían que la reparación se alargaba, mientras uno trabajaba en la grieta, el otro iba achicando el agua y con un cubo la tiraba por la borda. Así fue pasando el tiempo, cuando los dos de golpe pararon y se miraron. No hacia falta las palabras, sabían que el barco se iba a hundir, solo era cuestión de tiempo.
Uno de ellos, se quedo totalmente paralizado, por más que su compañero le intentaba aconsejar, no podía escuchar. Siempre había sido el mas negativo, tenia mucho miedo a los cambios y a lo desconocido. Así se quedo en lo más alto del mástil, subido y abrazado completamente al palo, estaba petrificado.
Su compañero se dio cuenta que para salir de esta situación lo mas importante era “pensar”, intentando dejar el miedo lo mas alejado posible. De esta manera pudo observar a su alrededor viendo las diferente opciones y haciendo un calculo de probabilidades vio las diferentes posibilidades que tenia. Quedaba todavía una balsa, también había algo de comida y agua. Otro problema que podría encontrarse seria una posible insolación, así que con las velas fabricó un toldo para resguardarse del sol. Observo en que situación se encontraba el barco, aunque se había llenado muy rápido de agua, todavía podría estar en él un rato mas, era importante ser prudente, pues cuando bajara de él ya no podría volver a subir.
Seguía pensando que dificultades se podría encontrar y que le podría hacer falta para conseguir llegar a tierra. Algo para hacer señales a otros barco iría bien por si encontraba algún barco, bajo al camarote y cogió un trozo de espejo que utilizaba para afeitase. También cogió hilo y anzuelos, podrían serle útiles. De esta manera estudio las diferentes situaciones que podían surgir, teniendo la solución antes de que pasaran.
Observo el barco, era el momento de abandonarlo, o lo hacia ya o quizás ya no pudiera hacerlo nunca. El miedo le hacia resistirse a, saltar, no sabia lo que iba a pasar, si lo hundiría una tormenta o algo parecido, pero se dio cuenta que le daba mucho mas miedo quedarse, y acabar como su compañero, paralizado y atascado, hundiéndose con el barco.
Era el momento, bajo el bote al agua, le grito a su compañero si quería venir, pero este no le escuchaba, estaba ausente y bajarle a la fuerza era imposible. Subió al bote y con movimientos seguros fue alejándose del barco sin mirar hacia atrás, si lo hubiera hecho hubiera visto como se hundía a sus espaldas, el barco y su compañero. Había dejado el barco en el momento justo, si hubiera tardado un poco mas el remolino del barco al hundirse le hubiera arrastrado tras el a las profundidades de océano.
Sabia que había hecho lo correcto al abandonar el barco y ahora se encontraba ante un océano enorme, lleno de dudas sobre lo que iba a ocurrir, pero en el fondo de él confiaba. Todas las posibles situaciones que pudo preveer fueron ocurriendo, siendo muy útiles todo el material que había cogido, y las que no pudo preveer improviso, confiando en que siempre que aparece un problema unido a él se encuentra la solución.
De esta manera pasaron los días, daba la sensación que aunque las cosas se pusieran difíciles, sin aparecer la costa ni barco alguno, todo seguía su ritmo y él lo llevaba bastante bien. Cuando tenia algún momento de desesperación, observaba sus pensamientos, si eran amigos y servían para ayudar o solucionar los dejaba. Si en cambio lo único que hacían es complicar la situación, no ayudar y confundirle mas, rápidamente los desechaba.
De esta manera la situación se alargo mas de lo que el había planeado, ya pasaron los días en los que constantemente miraba alrededor esperando un cambio, una recompensa por todo su esfuerzo. Lo mas importante de toda la aventura era que se había dado un gran cambio, pero no era fuera sino dentro, algo en él se había dado transformándolo, una confianza, una fuerza constante le empujaba, hacia adelante, sin derrumbarse, sin prisas… ya no tenia miedo. Se sentía en paz y feliz, el silencio del mar, el despertar de sus capacidades dormidas, el sentirse profundamente conectado con su esencia, le hacía brillar con luz propia.
Al despertar por la mañana había cogido el hábito de sentarse con la espalda recta, respirar con profundidad y bucear en su interior, de esta manera descubrió un mundo interno, lleno bienestar y conocimiento. Como todos los días al terminar su meditación, hizo varias respiraciones amplias y abrió los ojos, ante él a unos kilómetros de distancia se encontraba la costa, tierra firme.

Comentario:
Durante una etapa de mi vida me sentí como los tres náufragos, atrapado en un trabajo que no me llenaba. La primera reacción que tuve era la de escapar con rapidez, sin pensar en las consecuencias y en algunos momentos solía tener ganas de llamar a la empresa para decirles que se buscaran a otro que yo dejaba el trabajo. La prudencia me hacia recapacitar y esperar, de esta manera me fui preparando, conociendo que es lo que quería hacer y que habilidades tenia. Esto fue lo más difícil, poder conocerme y saber que rumbo tomar en mi vida. Mientras seguía con mi trabajo, pude formarme, prepararme para tener las bases suficientes para afrontar los cambios de mi vida. Así pase varios años, trabajando, formándome y desarrollando mis capacidades dormidas, esperando el momento oportuno. Cuando sentí que había llegado el momento de cambiar, el miedo seguía dentro de mí y me paralizaba, no dejándome encontrar el momento de hablar con los jefes y transmitirles mi decisión.
El miedo es una herramienta muy poderosa si se usa correctamente, así que lo utilicé a mi favor. Tenia miedo a lo que me pudiera pasar si dejaba la empresa, pero había un miedo mucho mayor que me empujaba a hacerlo: morir en vida, oscurecerme en un trabajo en el que no creía, con el que me costaba pasar los días, con el que la tristeza y el malhumor me afectarían, haciéndome daño a mi y a las personas de mi entorno, posiblemente llegando incluso a enfermar.
Tomada la decisión, estudie la forma correcta de hacerlo y los posibles problemas con los que me podía encontrar, el plan estaba en mi cabeza y lo veía bastante claro.
Finalmente hable con la empresa, aunque no querían que me fuera, lo entendieron y me apoyaron, quedando una buena relación. Las diferentes situaciones previstas, oséa, el cálculo de probabilidades, me ayudaron a solucionar y vivir mejor lo que pasaba.
En estos momentos, me alegro de haber hecho lo que hice, mi vida es mucho mejor y mi relación con mi familia y las personas del entorno es mucho mejor, mas sana y sincera.

Ser felices.

Marut.

martes, junio 14

Aprendiendo a ser “mi amigo”



Aprendiendo a ser “mi amigo”
Dedicamos mucho tiempo y esfuerzo en caer bien a los demás, necesitando ser aceptados.
¿Y que pasa con la persona que pasas más tiempo, compartiendo alegrías y tristezas? Ese eres tú y es la amistad más importante que debemos alcanzar. Así que mejor llevarte bien contigo, colaborando para poder afrontar correctamente todas esas situaciones que la vida nos pone. La pregunta es: ¿Cómo me hago mi amigo?
Las claves para la amistad son comunicación, aprendiendo a escuchar y respeto, aceptando la forma de ser, con las limitaciones de la personalidad.
Recuerdo cuando tenia veinte años, un amigo y yo decidimos montar juntos un negocio, al principio todo funcionó bien, había comunicación y respeto, nos complementábamos y el negocio subió con mucha rapidez, haciéndonos ganar mucho dinero. Con el tiempo la comunicación se perdió y el respeto desapareció, sin llegar a puntos de encuentro y con acusaciones ofensivas. El negocio bajo, incluso teniendo perdidas, hasta que mi socio vendió su parte a otra persona. Con esta persona al haber comunicación y respeto, nos complementábamos, superando las dificultades y consiguiendo que el negocio remontara siendo rentable económicamente.
La comunicación y el respeto son esenciales para cualquier relación, de trabajo, de pareja, deportiva… creando prosperidad. No olvides que la relación más importante a desarrollar es con uno mismo, si se desea una vida abundante, prospera y feliz deberás aprender a respetarte y tener una comunicación clara.
El cuerpo físico se comunica con nosotros a través del placer, cuando hacemos lo correcto por el y dolor cuando lo estamos dañando. A nivel emocional se comunica con nosotros a través del sufrimiento, avisándonos de nuestras necesidades y carencias, para que trabajemos con ellas sanandolas. La voz de la mente son los pensamientos, es importante observarlos y cuestionarlos, abriéndose a otros puntos de vista.
El respeto se consigue aceptándose uno como es, motivándose para mejorar al ritmo personal, ganando en dignidad y autoestima, valorándose.
Al tener una buena amistad con uno mismo, a través de la comunicación y el respeto, a través de la comprensión y el amor, se empuja sin tirarse, se escucha sin insultarse, se motiva sin engañarse, se confía en uno sin creerse mejor que los demás, conociendo virtudes y aceptando las limitaciones.
Ser felices.

saber esperar haciendo.



Nuestra vida esta marcada por las decisiones que tomamos y para hacerlas con el mayor acierto posible es muy importante que sea el momento oportuno.
Se puede decir que las decisiones son como los higos, si los coges del árbol antes de tiempo, apresurándote, estarán duros y no podrás comerlos. Al pasarte esperando y cogerlos demasiado tarde, estarán pasados y tampoco podrás comerlos. Solo se pueden comer si los coges cuando toca, cuando es el momento oportuno todo cambia y las cosas funcionan.
Para mí es fundamental el equilibrio entre esta pareja de cualidades:

PACIENCIA-----------------Y-----------------DETERMINACIÓN

La paciencia nos ayuda a saber esperar, muchas cosas necesitan tiempo para poder hacerse correctamente. Si nos pasamos de pacientes puede aparecer la desgana o la pereza, la falsa comodidad. Quedándonos parados, atascados y dejando pasar oportunidades.
La determinación tiene que ver con la agilidad mental, saber cuando es necesario actuar, en el momento correcto. Si te pasas con la determinación puedes ser impulsivo e imprudente, haciendo las cosas cuando no se deben hacer.
Este equilibrio de paciencia y determinación, saber esperar haciendo, es importante para cualquier cosa en la vida. En un matrimonio, si al primer conflicto se corta la relación luego vendrán problemas, habiendo dañado a una persona, seguramente se querrá volver pero ya no será fácil. Si se acomoda uno en una situación de monotonía, de falta de afecto, es posible que constantemente hayan reproches hacia la otra persona culpándole de lo que nos pasa, de cómo nos sentimos, llegando incluso a tener relaciones fuera de la pareja. Desde mi punto de vista el equilibrio está en vivir las complicaciones, aprendiendo todo lo que se puedan de ellas, ganado en comunicación y respeto, haciendo todo lo posible para solucionar. Si con el tiempo las cosas no cambian y se llega a un punto en el que se creen que no tienen solución, dejarlo, pero con la certeza de que se ha hecho absolutamente todo lo que uno podía hacer, creciendo y evolucionando con estas acciones.
Lo mismo pasa con coger o dejar un trabajo, montar una empresa, casarte, tener un hijo, comprar un coche, decirle algo a una persona… Para que las cosas salgan bien es importante que sea el momento adecuado.

Ser felices.

Marut.

Estrellas y satélites



Se podría decir que existen dos tipos de personas, los satélites, aquellos que reciben la luz de otros y las estrellas, los que generan su propia luz.
La personalidad vive bajo la influencia del entorno, un estimulo externo despierta una respuesta interna, generalmente grabada y automática. Partiendo de esta base lo que podemos trabajar es el grado de consciencia sobre la respuesta, para no ser como títeres de las influencias del entorno.
Es fácil que si te encuentras con una persona enfadada, nerviosa, preocupada… absorbas su energía, quedando de la misma manera. Esto se puede ver en muchos sitios, por ejemplo en los hospitales. Recuerdo cuando he estado en la puerta de urgencias con algún familiar, empieza uno a quejarse de los médicos y enfermeros, de cómo nos tratan, del mal servicio que dan… enseguida se coge otro y luego otro. Si no se pone atención, rápidamente se empieza a emitir juicios en la misma línea o se comienza a conversar sumándose a las críticas de los demás. Esto también pasa en muchos entornos cuando se habla de política, crisis económica, futbol, epidemias… Alguien tiene una energía mayor, una personalidad más fuerte y el resto le sigue sin pensar con demasiada profundidad lo que dice.
Al vivir como satélite, se funciona con lo que hace todo el mundo, con lo que es lo “normal” que no tiene por que ser lo correcto. Así, si toca comprarse un adosado por 300.000€ uno se lo compra, pues como lo hace todo el mundo estará bien, aunque luego le toque pagarlo a el solo.
En el lado opuesto estarían las estrellas, aquellos que no se dejan influenciar con facilidad por el entorno y aunque el resto del mundo se tire por el precipicio, no les sigue. Despertando la capacidad de ver lo que es correcto o no, lo que le hace sentir bien y mal, pensando con claridad y emitiendo juicios razonados propios.
De esta manera uno llega a generar su propia luz, haciéndose dueño de su vida, de lo que dice y hace, incluso llegando a influir en su entorno con la potente luz que emite.
Ser felices, ser estrellas.




Marut.

Caerse o levantarse



La vida de todas las personas esta llena de caídas, aquellas cosas que no esperamos que nos sucedan y no queremos vivirlas. Estas caídas pueden venir con problemas o rupturas en las relaciones, con problemas de salud, con perdidas o carencias económicas… y muchas mas situaciones que no entraban en lo que habíamos planeado para nosotros.
La diferencia de las personas no estriba en que aparezcan situaciones difíciles o no, pues en todas las vidas aparecen, cayendo. La diferencia está en la capacidad de reacción, de levantarse. Siempre que aparece algo no esperado, no querido, aparece la falta de aceptación, sufriendo a través de la ira, el miedo, la frustración, tristeza… quedando atrapado en estas emociones. De forma inconsciente nos bañamos en estas emociones, dándoles más poder a través de pensamientos con críticas, reproches y desvalorización. Nada de esto te va ayudar, así que date cuenta y despierta, utiliza tus capacidades para tomar la mejor decisión en ese momento, actuando y con paciencia, lo que yo llamo “saber esperar haciendo”. Repitiendo esta acción cada vez que te caes, gradualmente tendrás mayor capacidad de levantarte con mayor rapidez y agilidad, ante las situaciones de la vida. Esto es muy importante si quieres alcanzar tus metas y es la única forma para conseguirlas.
También caemos a lo largo del día en situaciones cotidianas con la que perdemos el control de las palabras, acciones y pensamientos, actuando de forma inconsciente al enfadarnos, preocuparnos o impacientarnos.
Tendemos a pensar que las demás personas, en especial aquellos que han conseguido éxito lo han tenido fácil, que gran mentira. Onasis llegó a ser uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo, pero antes se arruino y paso por grandes desgracias, cayendo hasta el fondo y levantándose, cada vez con más conocimientos, cada vez más cerca de su meta.
Para conseguir esto es importante quitar de nuestro diccionario la palabra problema, ya que estos los creamos nosotros a través de nuestros conflictos internos. En el exterior lo que hay es una situación a resolver, dedicándole el tiempo y atención necesarias para que no exploten complicando mas las cosas.
Así pues, caerte no te hará mejor, el merito esta en levantarse, reforzando el carácter, enriqueciendo tus experiencias y capacidades.

Ser felices.


Marut.

Escuchando al sufrimiento




El Sufrimiento es el elemento corrector de nuestra vida, viene para informarnos de que hay algo en nuestro interior que no funciona correctamente. Debemos prestarle atención en vez de intentar escaparnos, puesto que cada vez nos avisa con más intensidad, con más sufrimiento, hasta que le escuchamos y solucionemos lo que es necesario.
Es importante atender nuestras emociones, ellas se comunican con nosotros a través del sufrimiento, avisándonos de nuestras necesidades, carencias e intolerancias. Muchas veces al relacionarnos con otras personas pueden aparecer celos, envidias, inseguridades… en vez de escucharlas, nos justificamos echando la culpa a los demás, por su comportamiento.
Recuerdo un amigo, había dado votos de castidad y cuando se acercaba el verano se le iban los ojos detrás de los escotes de las mujeres. Dentro de él se le encendía una emoción llamada sexualidad, que según sus leyes mentales era mala e impura, en vez de escuchar el sufrimiento avisándole de una necesidad, el se justificaba criticando la forma de vestir de esas mujeres, siguiendo sin atender a su emoción. La última vez que lo vi, había pasado una serie de situaciones en su vida que le habían hecho despertar, creando un cambio de actitud. Me comentaba que solía ir a la hora de comer a la playa y se ponía donde hubieran mujeres en top-les. Este comportamiento me pareció mucho mas sincero y que empezaba a escuchar sus necesidades emocionales. Ojo, atender las emociones no es reprimirlas, pero tampoco desenfrenarlas, es darles lo que hesitan para estar equilibradas.
Hay que entender la diferencia entre dolor y sufrimiento, para poder comunicarnos con ellos. El dolor procede del cuerpo físico, avisándonos de algún mal que ocurre en el, mientras que el sufrimiento viene de las emociones, llamando nuestra atención sobre algún aspecto que no funciona bien y requiere ser atendido.
Por ejemplo, tienes un dolor en el pecho, como una presión, avisando que hay que cuidar de tu salud, pero de repente aparece el miedo pensando que te va a dar un ataque y en el departamento de la menta llamado fantasía aparecen las imágenes como si te estuvieran llevando al hospital, esto es sufrimiento.
Te despiertas con gripe y tienes que quedarte en la cama para recuperarte, tienes dolor. Aparece entonces un montón de pensamiento con todo lo que tienes que hacer, trabajo en la oficina, obligaciones en casa… sin aceptar que te has de quedar en la cama para recuperarte, esto es ira y es sufrimiento.
Se puede trabajar sobre el sufrimiento, el miedo, la falta de aceptación, la rabia... así también disminuye el dolor. Generalmente es mucho peor el sufrimiento que el dolor, puedes tener miedo de ir al dentista y te pasas dos meses pasándolo mal. Cuando estas esperando en la antesala, el corazón parece que te va a estallar a causa del miedo y luego entras y en una hora sales. ¿Que crees que ha sido peor? La hora dentro del dentista o los dos meses anteriores.
Una de las técnicas más importantes del Yoga es abhyasa, con ella se va despertando la capacidad de observar las emociones y pensamientos, si estamos bien o mal. Al comunícate correctamente con las emociones, escuchándolas y atiéndelas, se va encontrando el equilibrio interior, salud emocional.
Te invito a probar una clase de yoga, escuchar tu cuerpo e ir haciéndote tu amigo, comprendiéndote y valorándote, seguramente tu vida mejorará.
Ser felices.


Marut.

martes, abril 12

¿Ver para creer?


En cierta ocasión Isaac Newton hizo que un hábil mecánico le hiciera un modelo del sistema solar. Bolas que representaban los planetas estaban engranadas juntas de modo que su movimiento en órbita fuera conforme a la realidad.

Un día un amigo ateo visitó a Newton. Al ver el modelo, Isaac lo hizo funcionar, y su amigo exclamó lleno de admiración: "¿Quién lo hizo?" Newton respondió: "¡Nadie!" El ateo replicó: "¡Tú crees que soy un tonto! Por supuesto que alguien lo ha hecho, y es un genio."

Entonces Newton le dijo a su amigo: "Esto no es sino una imitación insignificante de un sistema mucho mayor cuyas leyes tú conoces, y yo no puedo convencerte de que este simple juguete no tiene diseñador y hacedor; ¡sin embargo, tú afirmas creer que el gran original del cual se tomó este diseño ha llegado a existir sin necesidad de un creador!"



Que no sepamos ver, o comunicarnos, o entender la inteligencia superior que nos rodea, no quiere decir que no exista o que no esté allí.

Luis. »-(¯`v´¯)-»

martes, marzo 29

Vampiros de caricias.



Lo mas importante para nuestra estabilidad psicológica es la de sentir diariamente una buena dosis de caricias, siendo como vampiros, pero en vez de sangre buscamos ser acariciados por los demás.

Los seres humanos nos pasamos nueve meses formándonos en el vientre de la madre, en un ambiente calido, oscuro, silencioso, unidos a esa persona amada, la madre. El primer nacimiento, el físico, se produce cuando nos sacan al mundo, separándonos de nuestra madre, en un ambiente frío con mucha luz y sonidos estridentes, nos limpian con una toalla que parece lija, comparada con la placenta en la que estábamos envueltos y para más caos nos dan una palmada en el culo hasta que lloramos. Esta es la primera experiencia traumática que vivimos, sintiéndonos perdidos e inseguros en un mundo que no conocemos, entonces nos ponen sobre nuestra madre y sentimos su calor, sentimos su abrazo, nos sentimos bien y seguros. Aquí se produce el nacimiento psicológico, convirtiéndonos en estos momentos dependientes de caricias.
Las caricias pueden ser de diferentes tipos, de contacto, acariciando con la mano, un abrazo, un beso, la mano en el hombro… De palabra, con reconocimiento, animo, afecto, amistad… Con gestos, una sonrisa, un guiño, una mirada amable… Siendo todas estas caricias agradables.

Muchas personas al no recibir su dosis de caricias agradables y sentir que no se le presta atención, intentan buscarlas atrayendo la atención de los demás con conflictos o exigencias. “A falta de pan buenas son tortas”
Es común ir haciéndose tan independiente que llegamos a creer que no nos hace falta nada de los demás, que no tienen nada que darnos, acorazándonos y separándonos. A estas personas les cuesta recibir caricias, abrazos, halagos, afectos… quedándose rígidos y actuando con cierta brusquedad en estas situaciones.
En alguna ocasión he visto alguna de estas personas, como finalmente llega un momento crítico en su vida, una crisis. Al abrazarlo y mirarle a los ojos he visto un niño asustado y perdido, pidiendo cariño, suplicando caricias con gritos silenciosos.

Las caricias son igual de necesarias darlas como recibirlas, así que intenta dar una buena dosis todos los días, sin esperar nada a cambio y veras como también las recibes, llenándote por dentro y sintiéndote bien.

Por favor, ser felices.

Marut.

Fluir en la vida


Fluir en la Vida

Para fluir en la Vida uno tiene que desarrollar el pensamiento positivo, pues van unidos. Muchas personas creen que la persona positiva es aquel que se autoengaño viendo solo lo que quiere ver, eliminando lo que no le gusta. No es así, la persona positiva es aquella que de una forma amplia ve todas las partes que afectan a una situación, contemplando las diferentes alternativas y tomando la decisión de andar el camino que le permite seguir hacia adelante, buscando solucionar y construir.
La vida es una cuestión de decisiones, constantemente se cierran unas puertas y se abren otras. La persona negativa es aquella que estando bajo las influencias de diferentes emociones (miedo, tristeza, inseguridad, ira..) cuando ocurre algo que no espera, cerrándose una puerta, se queda delante de esta dándose cabezazos contra ella, dañándose con reproches, insultos… buscando culpables. Así, además de no avanzar atascándose en una situación que genera sufrimiento, se crea una actitud destructiva para uno mismo y las personas del entorno.
La persona positiva es aquella que ve que la puerta se ha cerrado, pero al no estar atrapado por esto aceptando la situación, tiene la capacidad de mirar en su entorno y ver la puerta abierta que le permite seguir camino hacia su objetivo. Esta actitud constructiva atrae riqueza, salud y prosperidad en la vida de uno mismo y de las personas que le rodean.
Para fluir en la vida hay que ser como el agua, pues si fuera por un canal y este encontrara dos caminos uno grande y ancho, pero cerrado a los pocos metros y otro más pequeño pero abierto para continuar. ¿Qué creéis que haría el agua? No se atascaría en el camino cerrado, dando golpes contra un muro, sino que cogería cualquier camino o grieta que le permitiera seguir, sin saber con seguridad que es lo que se encontrará mas adelante, pues lo importante es fluir sin atascarse.
El agua atascada o estancada, finalmente se hace mala y enferma, a las personas nos pasa lo mismo.

Ser felices.

Marut.

Karma.


El Karma o ley de acción y reacción, nos dice que lo que hacemos es como un bumerang, siempre vuelve, haciéndonos pasar por multitud de situaciones viviendo las dos caras de la misma moneda. A una persona que grita, también le gritaran, a una persona que golpea terminaran golpeándola, si ataca y exige, también le atacaran y exigirán… Todo esto se alargara hasta que nos hagamos conscientes y nos demos cuenta de las dos situaciones opuestas que vivimos constantemente, acabando estas únicamente al encontrar el equilibrio entre ellas, sin ser ni el que daña, ni el que es dañado. Esto sucede porque si sueles reírte, insultar, atacar u otras cosas no correctas a otros, cuando te lo hacen a ti te ves como esa persona a la que tú se lo hacías, dándote cuenta que lo pasas mal. Al surgir otra ocasión de dañar a otro, cuando esté sufriéndola, al mirarle, no estarás viendo su miedo y malestar, sino que vivirás de nuevo el tuyo propio de cuando tú la viviste, es posible que algo surja en este momento y te haga reaccionar, sin poder dañarle en la misma situación que a ti te dañaron. De esta manera te estás uniendo a esa persona en profundidad, pues ya no hay dos personas, hay un solo Ser.

Esto lo he visto muy claro muchas veces, por ejemplo al llegar a casa y ver a mi mujer muy alterada por el comportamiento de los niños, entonces la juzgo pensando como debería comportarse. Al día siguiente, me quedo solo con ellos y al rato el karma me pone en la misma situación que ella el día anterior, haciéndome perder los nervios. Es cuando me acuerdo de lo fácil que es emitir juicios y veo que en su situación lo hago prácticamente igual, esto me hace comprenderla y unirme más a ella.
El karma puede ser de pensamiento, palabra o acción. Así que da a los demás lo que tú busques en la vida, si buscas amor, paz, comprensión, alegría, riquezas o demás cosas, ayuda a los demás a conseguirlo y esta ley actuará para que tú lo recibas.

Ser felices.

Marut.

Héroes




Siempre había pensado que los héroes eran personas que habían conseguido grandes logros con facilidad, pues tenían muchos talentos y capacidades. En estos momentos de mi vida, ya no pienso igual.
Tanto en el bagabaghita, como en otros mitos, cuentos o leyendas, el héroe representa el alma queriendo expresarse. Para ello tiene que superar las dificultades, las tendencias del cuerpo inferior (la personalidad, el ego)  o sea las diferentes caras del villano, para así, poco a poco dirigirse hacia su meta y poder reencontrarse con la amada princesa, la sabiduría, alcanzando la realización del Ser, de nuestro Yo Superior.
Mi camino hacia la meta, lo comparo con una sabana blanca, llena de todo tipo de manchas de tinta, mermelada, grasas, ceras… causadas durante las situaciones que fue utilizada en el pasado. Metiendo esta sabana en la lavadora, en su primera lavada, un gran número de manchas que no estaban muy pegadas, se limpian, quedando una sabana mucho más clara y limpia. Se puede creer que a este ritmo, con tres o cuatro lavadas mas, se podrán quitar todas las manchas de la sabana, dejándola totalmente blanca. Pero la segunda lavada ya no se puede comparar con la primera, quitando únicamente algo de intensidad en las manchas y en las siguientes lavadas, ya prácticamente las manchas se quedan igual, pues estas ya están muy pegadas a la sabana.
En mi vida de repente apareció el Yoga de la mano de Dharma, despertándose cierto grado de consciencia, así un gran número de hábitos, que no estaban fuertemente arraigados en mi personalidad desaparecieron. Esta batalla interior, fue una victoria clara, muchas de las tendencias que me causaban malestar habían sido destruidas, borradas de la sabana. A este ritmo, en cinco o seis meses, me desharé de todas las tendencias negativas de la personalidad, pienso yo en ese momento. No es así, lo que queda esta muy arraigado y por más que lo intento, no desaparece.
Es el momento de cambiar la estrategia en la batalla interna, de seguir luchando hacia eliminar las manchas no conseguiré nada y perderé la guerra, sin alcanzar la meta. Tras la euforia de las primeras victorias vienen momentos duros que te hacen cambiar la actitud, ganando en aceptación y comprensión, permitiendo existir las manchas de la sabana, o sea, el miedo y características propias y aprendiendo a convivir con ellos.
En esta parte, al aprender a convivir con lo que no nos gusta es donde surge el héroe. Las tendencias de nuestro cuerpo inferior, de la personalidad, o sea los villanos de la epopeya o las manchas de la sabana, siempre están ahí surgiendo cíclicamente con más o menos fuerza. Son mi pereza, mi tristeza, mis miedos, mis dudas, mis necesidades, mis expectativas, mis, mis…y muchos mas mis. Cuando surgen, uno esta bajo su influencia, pero esto no significa que necesariamente te dirijan, aquí es donde surge el conflicto, la batalla interna entre el héroe-alma y el villano-tendencias inferiores.
En nosotros se va desarrollado algo, podemos llamarlo sentido común, intuición, discernimiento o la voz del alma, escuchándolo cada vez con mas claridad. Que lo escuches no te asegura que lo hagas y aquí es donde hay que trabajar.
Teresa de Calcuta tenía un voto secreto que decía:
“Dios, no te voy a negar nada de lo que me pidas”
De esta manera, con ese cuerpo pequeño y delgado, hacia cada vez mas grande la voz del alma, del héroe, consiguiendo una enorme fuerza que le venia de lo mas profundo.
Ella, como todo ser humano, tenia sus dudas y demás condicionantes, pero esa batalla que se libraba en su interior, la ganaba el alma. No vencía porque desaparecieran las tendencias de su personalidad, sino porque a pesar de estar sus dudas y demás conflictos internos, hacia lo que debía hacer. Así gradualmente, al mirar la sabana, aunque sigan las mismas manchas de siempre, cada vez se ve con mas intensidad el blanco y puro fondo. Al mirar hacia dentro aunque se perciben todos los conflictos de siempre, va cogiendo fuerza la luz y claridad de lo que hay que hacer, con el poder de hacerlo.
En las vidas de las personas que han conseguido sus metas, hay un denominador común, mucho trabajo y esfuerzo, caerse y levantarse, un montón de conflictos y dudas en su canino.
Tomas Alba Edhison, el inventor de la lámpara incandescente y otras cosas, decía:
“El éxito es un 5% de inspiración y 95% de transpiración”, ósea mucho sudar y trabajar.
Madhava nos habla de trabajar la paciencia y la constancia haciendo lo justo y necesario, Ramachandra de la acción que nos ayude a evolucionar, tanto a mi y como a los demás, Basista en las relaciones entre personas, nos anima a dar la caricia adecuada a cada momento. En los momentos que Aryuna dudaba, el Señor le dijo: “No cedas a la inacción… rechaza ese deprimente desaliento mental y emprende la elevada acción”. En definitiva es hacer lo que toca, guste o no, con miedo o sin miedo, con ganas o sin ganas.
Así pues, cuando se despierte una batalla en tu interior, entre la voz del alma y las tendencias del ego, pereza, miedos, tristeza, intolerancias… pregúntate:
¿Quién quieres que dirija tu vida? El héroe o el villano.

Marut.

Tensión



Se tiende a pensar que estar en tensión es malo, no es así, como todo en la vida depende de la dosis para que sea positivo o negativo.
Una de las máximas mas importantes en los ejercicios de Yoga, y también en las situaciones de la vida es: “No te pases, ni te quedes corto”.
Esta búsqueda de equilibrio, desde mi punto de vista, es una de las cosas más difíciles de conseguir, pues trabajamos directamente sobre las tendencias de nuestra personalidad.

En las diferentes posturas de una clase, al forzar poco, con una tensión corta, la sensación que te transmite el cuerpo es insuficiente, por lo que es facial dispersarse y aburrirse. En la vida es lo mismo, si no pones algo de tensión en lo que haces, falta pasión, esto lleva a una falta de motivación en la vida y a un estado de tristeza por la ausencia de entusiasmo y proyectos. Una pasión sin fuerza, es como un barco de vela en el mar sin viento, al pairo, sin moverse.

En el otro polo hay quien se pasa, con un exceso de tensión, por lo que nuestro cuerpo nos avisa con dolor de que paremos pues sino enfermará. Este tipo de personalidades el avanzar y superarse, va acompañado de exigencias y sufrimiento, pues si se relajan creen que todo saldrá mal. Un exceso de pasión te puede llevar a la obsesión, a la ansiedad, empujándote con tanta fuerza que pierdes la visión y el control sobre tus acciones y pensamientos, como si un viento huracanado te empujara, tirándote y arrastrándote por el suelo.

En el punto medio de estas dos formas de funcionar encontramos el equilibrio, como decía Buda: “El justo termino medio”. Esta tensión no se pasa causando sufrimiento, ni se queda corta dejándote indiferente, siendo una tensión agradable y gustosa, que te ayuda a estar concentrado en lo que haces, así puedes ver que tensiones son necesarias, cuales ayudan y cuales te complican, dejando la tensión correcta.
La tensión o pasión, es la gasolina necesaria para movernos y hacer cualquier cosa en la vida, busca en ella el equilibrio, para que este viento sople a tu favor y te lleve hacia tu meta, consiguiendo tus objetivos.

Por favor, ser felices.


Marut

Apego



Todas, absolutamente todas las personas sufrimos. La diferencia entre unos y otros esta en el grado, en un grado elevado de sufrimiento se vive en un constante malestar y en un grado bajo se disfruta de una vida de felicidad.

Las emociones tienen un valor fundamental y es la de despertar el deseo, esto hace que nos movamos intentando conseguir metas en las que vamos creciendo, desarrollando capacidades y evolucionando. Lo que sucede es que los deseos generan apegos y el apego genera sufrimiento.

Un estimulo externo despierta en nosotros un deseo, comprarse un coche, adelgazar unos kilitos, viajar a la India, conseguir un trabajo… desde aquí pueden suceder tres cosas:

1- Conseguirlo y que sea lo que esperábamos, entonces nos sentimos satisfechos.
2- Conseguirlo y que no sea lo que esperábamos, sin cubrir nuestras expectativas, sintiéndonos insatisfechos.
3- No conseguirlo, sintiéndonos frustrados, con baja autoestima.
Suele pasar que la idea que teníamos sobre las sensaciones y bienestar que recibiríamos al alcanzar lo que deseamos no suele ser cubierta en los casos de conseguirlo, por lo que generalmente funcionamos entre el 2 y 3 punto, entre insatisfacción y frustración.

Para poder trascender estas pautas de sufrimiento, la forma esta en trabajar el desapego. No necesitar de forma obsesiva que el resultado de las acciones sea el esperado y abrirse a lo que venga, haciendo las cosas de la mejor manera posible. Así, al disfrutar de lo que se hace, sin el miedo a que nuestro trabajo no sea recompensado de la forma que nosotros creemos merecer, aprendemos y crecemos sin sufrimiento. De esta manera se van alcanzando objetivos, sin sentirnos derrotados por la frustración, con la falta de ganas por la insatisfacción o con el cansancio de los disgustos.

Recuerda, lo importante de un viaje no es llegar al final, sino la experiencia del camino, vivir cada paso conscientemente, confiando que si las cosas no son lo que yo espero es porque algo mejor se esta cociendo. Da cada paso llenándote con él, aprendiendo y creciendo interiormente, sabiendo que te acerca a tu meta, sea la que sea, con PACIENCIA Y CONSTANCIA.

Por Favor, ser felices.

Marut

Miedo




Al miedo se le teme e intentamos escapar de el, pero el miedo es necesario y si se sabe utilizar es una gran herramienta, siendo como el viento o la gasolina, una energía que nos empuja hacia nuestra meta.
El miedo y el valor son lo mismo, van unidos como las dos caras de una misma moneda, no se pueden separa, aunque si puedes vivir siempre en una cara con la ignorancia que en la otra esta su complementario.

Para utilizar correctamente el miedo y el valor deben estar unidos, buscando el equilibrio entre ellos. Si solo vivo desde el miedo, sin despertar valor, me paralizará, sin buscar los cambios y acciones necesarias en mi vida para no atascarme, entristecerme y enfermar. Si me polarizo en el valor, sin el miedo, me volveré imprudente y cometeré fallos, actuando rápido y sin pensar.
Cuando unimos miedo y valor, despertamos la prudencia unida a la determinación, el saber esperar actuando cuando es necesario hacerlo.

Supongamos que nos hemos quedado sin trabajo, la primera respuesta serán, inseguridad e incertidumbre, ósea miedo. Esto puede despertar dos cosas básicamente:
1- Quedarnos bloqueados con pensamientos negativos, fantasías destructivas que nos hacen pensar que nunca conseguiremos trabajo, que perderemos la casa, que no valgo para hacer otras cosas… quedándose paralizados.

2- Después del susto inicial, despertar valor, haciendo lo posible para vencer barreras internas, como la pereza e inseguridades personales que nos dicen que no podemos, que no servimos, siendo creativos, haciendo cosas diferentes que pensabas que no podrías hacer, pensando alternativas y nuevos camino, presentándote a entrevistas de trabajo con decisión… creciendo y desarrollándote…con paciencia y constancia hasta conseguirlo.

Recuerdo que una alumna siempre se estaba quejando de su trabajo, un día la despidieron y llego a clase muy asustada. Después de ir al paro y ver que lo que le quedaba no era suficiente para pagar la hipoteca y demás gastos necesarios, tuvo mucho más miedo. Aun teniendo la formación como profesora de Yoga, no se veía preparada, esto fue el detonante que le impulso a dar clases, venciendo sus inseguridades y consiguiendo el dinero suficiente para cubrir sus gastos.
Utiliza el miedo, que no te utilice el a ti.

Por favor, ser felices.

Marut

Ego


Ego
Al nacer empezamos a formarnos, condicionados por nuestros padres, la educación y el entorno, vamos creando una personalidad, un personaje, un ego.
El ego al identificarse con nuestra forma física, emociones y pensamientos, que cambian constantemente, se llena de inseguridad, buscando el reconocimiento, aceptación y admiración por parte de los demás. Para conseguir esto, el ego utiliza un valor, un poder que sienta que atrae la atención hacia él. Lo buscamos a través de la imagen siendo el fuerte, alto, guapo, con coches caros, ropas de marca, propiedades... Desde las emociones siendo el bueno, duro, tierno… El intelectual busca demostrar conocimientos, tener datos y dejar a los demás asombrados con lo listo que es. En general desde el ego, nos sentimos obligados a mostrar constantemente lo que tenemos, lo que hacemos, lo que sabemos… para ser aceptados, queridos.
Esto se ve claramente cuando en alguna celebración, boda o bautizo, se forma una mesa donde no se conocen las personas. Puede pasar que algunos terminen hablando de su empresa, los trabajadores que tiene o incluso de lo que factura. Otros hablan de sus propiedades, casas, coches. Otros alardean de sus master, conocimientos, proyectos… todo por sentirse reconocidos, que son aceptados en el grupo.

Todos estos apegos nos harán crear una imagen falsa de lo que somos, defendiendo ese personaje allí donde estemos, sintiéndonos seguros y bien cuando seamos el mas listo, guapo, rico… y sintiéndonos inseguros y mal cuando aparezca alguien que sea mas que nosotros en ese aspecto. El ego no sabe sentirse igual, por lo que suele estar por abajo con frustración y rabia o por encima con orgullo y vanidad. Como no nos gusta estar abajo aparece la envidia, con chismorreos y juicios temerarios para hundir al otro y así estar por encima.

Es muy común el pensamiento:”Tanto tienes, tanto vales”. Que gran equivocación.
La verdadera grandeza se encuentra en la humildad, el autentico valor está en que somos un Ser humano, ni mejor ni peor, solo diferentes, pero cada uno único e indispensable. Esto hace que puedas estar con un mendigo o un príncipe y no sentirte ni mas ni menos, relacionándote sin prejuicios de forma sincera con cualquier persona.

Por favor, sed felices.

Marut

Un mundo mejor.



Una persona con un pensamiento negativo puede cruzarse con diez personas y transmitirlo, estas a su vez pueden cruzarse con otras diez personas cada una y seguir transmitiendo negatividad, así sucesivamente. En el mismo día la vibración negativa de una persona puede llegar a cientos de personas, haciendo que estas tengan un mal día. Esto mismo lo puede hacer una persona con un pensamiento positivo, transmitiendo esta vibración a cientos de personas, consiguiendo llevar un día agradable a todas ellas. Pienso que este es el camino para conseguir un mundo mejor, empieza por la paz y alegría en uno mismo.

Imaginaros que tenéis un buen día, de repente aparece una persona con sus preocupaciones y problemas personales. De repente se comporta o dice algo que no os resulta agradable. Es el momento de decidir:
1-Sentirse ofendido y atacado por su forma de comportarse. Entonces recibiendo su conflicto, gritarle, insultarle y discutir con él. Vuestro día se ha vuelto desagradable.
2-Darse cuenta que el problema de esa persona no va contigo, su bloqueo y rigidez mental, allí donde va los lleva, a la panadería, en el trabajo, con la familia... Para comprender a esa persona recuerda cuando algo te hace enfadar, como pierdes la claridad de pensamiento, el único punto de vista es el tuyo y no puedes ver nada más. Si puedes quitale leña al fuego hablándole con serenidad, buscando ayudar e intentando arrancarle una sonrisa que le quite importancia al asunto. Cuando logras que esa persona no solo no te transmita su tensión, sino que eres capaz de ayudarle, dándole tranquilidad y bienestar, entonces has hecho magia, has conseguido un milagro al transmutar el malestar en alegría.

Lao-Tsé decía:
Para que haya paz en el mundo debe haber paz en las naciones. Para que haya paz en las naciones debe haber paz en las ciudades. Para que haya paz en las ciudades debe haber paz entre los vecinos. Para que haya paz entre los vecinos debe haber paz en las casas. Para que haya paz en las casas debe haber paz en los corazones.
El cambio hacia un mundo mejor empieza en ti.

Ser Felices.

Marut.

Responsabilidad: “Responder con habilidad”


Responsabilidad: “Responder con habilidad”

Reconozco que mi vida empezó a mejorar cuando aprendí que yo era responsable de todas las cosas que me afectaban en la vida.
Para poder entender esto es importante diferenciar responsabilidad de culpabilidad. Todos cargamos con grandes dosis de culpa, siendo esta la forma de castigarnos y dañarnos en la vida. La responsabilidad, sin embargo, es la respuesta hábil ante cualquier situación que se nos presenta en la vida. Entendiendo de esta manera los términos, ante cualquier conflicto o problema, en vez de enfadarnos, buscar culpables y enredarnos en un montón de críticas y juicios destructivos, trabajaremos para solucionar y construir, buscando la respuesta correcta para solucionar la situación.
Recuerda, la guerra (la culpa) destruye, nos lleva al conflicto, a la pobreza y a la enfermedad, en cambio la paz (responder con habilidad), nos lleva a colaborar con nosotros, creando prosperidad y riqueza en nuestras vidas.
En la vida constantemente se cierran puertas y se abren otras, la respuesta hábil nos hace fluir como si fuéramos agua, buscando alternativas, caminos abiertos para seguir.
Pongamos un ejemplo:
Estas en casa, llama un amigo y te dice que si puedes ir a su casa a ayudarle en unas cosas, a ti no te apetece mucho pero accedes a ir. Vas conduciendo el coche hacia su casa y se pincha una rueda del coche.
Opción A. Culpabilidad: pensamientos llenos de ira, insultando, juzgando y condenando a tu amigo por llamarte y a ti mismo por acceder. Acompañado posiblemente de alguna patada al coche o gritos de rabia.
Opción B. Responsabilidad: Todas las decisiones para estar aquí, en esta situación, las he tomado yo, como adulto. Desde aquí sin enfadarme respiro y pienso, busco las soluciones y de la mejor manera que yo pueda, cambio la rueda, intentando incluso disfrutar de esta situación.
Entre la opción A y la B hay un camino gradual a recorrer, una actitud a trabajar poco a poco, una y otra vez, pero con atención e intención se puede alcanzar.

Ser felices.


Marut