jueves, octubre 18

La felicidad es una elección.

Tendemos a pensar que en esta vida unos nacen con estrella y otros estrellados. Si piensas que estas en el lado de los estrellados, es porque tu lo has decidido.

La felicidad es una elección, no es algo que le caiga algunos a través de la belleza, del dinero, del éxito… uno decide ser feliz. Hay personas que creen que el sufrimiento, ese elemento corrector de la vida, es el que nos hace cambiar pero no es exacto.
Las personas tenemos una capacidad enorme para aguantar el sufrimiento, habiendo personas que no cambian nunca, malviviendo con enormes dosis de malestar y tristeza. Otras personas en cambio, después soportar durante más o menos tiempo, situaciones en las que sufren con cierta intensidad, terminan por cansarse y aburrirse de sufrir. Esto es lo que nos hace cambiar, el cansarnos de una situación desagradable que se repite y alarga, nos aburrimos de estar siempre enfadados, siempre tristes, siempre angustiado… hasta que uno decide ya está bien. Se despierta entonces una gran fuerza, cargada de determinación: “Voy a cambiar”. Esta es la decisión profunda y sincera, en la que nos hacemos responsables al 100% de nuestra felicidad.
Que yo esté bien no depende de mi pareja, de mi trabajo, de mis amigos, del gobierno, de la crisis... depende de mí. A partir de aquí se empieza un camino hacia arriba, en el que poco a poco, van apareciendo en la vida los recursos y personas necesarios para aprender, soltar lo que sobra y avanzar, viviendo cada vez con un grado mayor de felicidad.

En este proceso de cambio es muy importante la paciencia y la constancia, por eso es necesario despertar esa decisión sincera en el interior, que hará superar todos los obstáculos para vencer la pereza, miedo, conflictos, dogmas mentales, malos hábitos… acercándose cada vez más a una vida de bienestar.

Dentro de nosotros podríamos definir tres aspectos. Uno es el niño, constantemente se queja, se enfada, se asusta por todo pero no cambia, ni soluciona. El padre seria la ley, aquello que está grabado en nuestra mente a fuego, cómo debe ser todo, imponiendo con rigidez más que buscar soluciones creativas adaptadas a la situación a resolver. Finalmente esta el adulto, el que se plantea las cosas, las piensa, hace razonamientos toma decisiones y cambia. El adulto es el que se cansa de estar mal y decide estar bien. También es muy importante para querer el creer, si tu no crees que puedes no lo alcanzaras.

Así que tu decisión debe ir cargada de confianza, te costara más o menos, pero ten una cosa por segura todos podemos.

 “TU SI QUE PUEDES SER FELIZ”

Ser felices.

Marut.

Humildad y unión ante las crisis

Un cuento de la mitología Griega nos habla de Icaro, el hijo del arquitecto del reino, su padre había construido el laberinto del minotauro para el rey Minos, por lo que vivían de una forma cómoda bajo la protección del rey.
Un día el rey se enfado con su padre por lo que ordeno que lo encerraran junto con Icaro, en una torre rodeada de jardines en los que vivía el peligroso minotauro. Desde allí su padre ideo un plan para escapar de la prisión y huir de la isla. Ponían migas de pan para que comieran las aves, así fueron recogiendo una gran cantidad de plumas. Estas plumas junto con la cera de las velas, las utilizaron para construirse un juego de alas inmensas para cada uno.
Tardaron un tiempo, pero una vez terminadas decidieron ponérselas y escapar. Antes de salir el padre de Icaro le advirtió: “No vueles muy bajo pues te podrán alcanzar las olas del mar, pero tampoco vueles muy alto pues el calor del sol puede derretir la cera de las alas”.
Después de asentir Icaro, afirmando haber comprendido las recomendaciones de su padre, se ajustaron las alas y se dispusieron a volar. Las alas enseguida se hincharon con el aire y comenzaron a planear, volaron y volaron, sobrepasando Samos, Delos y Lebintos.
 La gente los veía volar, era una imagen bellísima con el sol de fondo, todos creían que eran dioses y les gritaban alabándolos. Icaro sintió que todo el mundo le veía como un dios y el mismo llego a creérselo. Empezó a volar haciendo piruetas, enseñando la belleza de su vuelo y olvidando las recomendaciones de su padre, quiso subir alto, muy alto, se sentía como un dios volando. Así, en ese estado de soberbia, fue subiendo acercándose al sol, calentando cada vez con más fuerza las alas, por lo que se fue derritiéndose la cera, hasta conseguir deshacerlas. Icaro, con las alas derretidas cayó sobre el mar y murió. Se había creído un dios, se había creído superior a los demás.
Fin.
El camino de la felicidad va unido al del conocimiento, crecimiento interior y sobretodo humildad. Cuando las cosas nos van siempre bien empezamos a creernos poderos, más listos, más guapo, mas fuertes...mejores que los demás.
El sufrimiento nos pone los pies en tierra, y sentimos esa unión, esa cercanía con las demás personas viéndonos a la misma altura, sintiendo que todos vamos juntos y por igual en este barco llamado vida. Utilicemos la crisis para unirnos a los demás, para colaborar, para desear el bienestar al prójimo, pues ante las situaciones difíciles debemos estar unidos para superarlas, evolucionando como seres y creciendo juntos.

 Ser felices.

 Marut.

Sinceridad.



Un cuento nos habla de un anciano que iba con su nieto y su borrico, al entrar en un pueblo los vecinos empezaron a murmurar sobre ellos:

- A ese le importa más el burro que su nieto, pues el chaval debe de estar cansado y no lo sube sobre el animal que va sin carga.
Al oír esto de los vecinos, el abuelo hizo a su nieto subir sobre el burrito. Al pasar por la plaza del pueblo, de nuevo un grupo de vecinos comento:
- Mirar a esos, el anciano muerto de calor y el chaval que es joven, bien cómodo sobre el burro.
El anciano, para contentar a los vecinos, decidió bajar a su nieto y subir el sobre el burro.
- Anda que menudo sin vergüenza es ese, permite que su nieto vaya andando con este calor, mientras el va bien cómodo sobre el burro.- dijeron los vecinos en la siguiente calle al verlos.
Tras estas palabras el anciano, ordeno al nieto que subiera en el burro tras él. Cuando pasaban por delante del bar, unas personas comentaron con indignación al verlos:
- Que animales son esos dos, van a matar al pobre burrito con su peso. ¡Serán bestias!
El abuelo estaba totalmente confundido, por más que hacía, nunca estaban contentos. Finalmente desesperado, decidió hasta que salieran del pueblo subir entre los dos al borrico sobre sus hombros. Al verlo los vecinos empezaron a reír y a insultarles:
- Es más listo el animal que vosotros, que torpes, el burro es el amo.
Cuando salían del pueblo atravesaron un pequeño puente, donde pasaba un rio con mucha corriente y profundidad. El animal se asusto y se movió con fuerzas sobre sus hombros, al estar ya cansados no pudieron cogerle bien, por lo que se les cayó por el borde del puente al agua, ahogándose el borrico.
Fin.


No podemos gustar a todo el mundo, cuando mas te esfuerzas y te vendes por parecer y agradar, por lo que pensaran lo demás, menos te respetan. Sobre todo es importante lo que tú piensas de ti mismo, ¿te valoras y respetas?

Dentro de las técnicas de Yoga existen los yamas, el despertar de la moral natural, uno de ellos es Satia, sinceridad. Suele confundirse con no decir mentiras, pero no es exacto, tiene que ver con ser sinceros con nosotros mismos, reconociendo quienes somos, sin intentar aparentar o vender ninguna imagen, de forma consciente o inconsciente. Esto en la sociedad que vivimos es difícil, pues le damos un valor excesivo a la imagen y a lo que pensaran lo demás de nosotros. Una cosa soy yo en profundidad, donde soy siempre el mismo, y otra soy yo en superficie, en la personalidad, donde constantemente hay cambios. La personalidad funciona activando una serie de respuestas automáticas, como un robot, ante los diferentes estímulos externos, personas o situación que se producen. Hay una pregunta muy importante que nos hace reflexionar: ¿Quién soy yo?

¿Soy el que aparece cuando estoy con mis padres o cuando estoy con mis hijos, el que sale ante mi jefe o ante mis amigos, el que sale en ambientes cultos o en medio del cachondeo…? Es normal que al basarnos en la personalidad seamos inseguros, además de estar un tanto neuróticos, pues esta cambia constantemente, creando diferentes personajes con los que funcionar, sin tener muy claro cuál de todos somos.

El trabajo está en ir trascendiendo ese yo de superficie, dependiente de los estímulos externos, para acercarse al yo profundo, donde siempre somos el mismo, donde no nos vendemos a los demás esperando su reconocimiento, su aceptación y aprobación, sin miedo a lo que puedan pensar de nosotros, donde funcionamos con honestidad y sinceridad, siendo siempre el mismo.

Ser felices.

Marut.



Somos lo que pensamos



Nos guste o no lo que eres hoy es el resultado de todos tus pensamientos, ya sean conscientes o inconscientes. Si repites un pensamiento este generara una acción, si repites una acción construirás un habito, si mantienes un habito forjaras un carácter, con el carácter marcaras una forma de vida.

Pensamiento ---> Acción ---> Hábitos ---> Carácter ---> Vida

Así pues que si quieres cambiar tu vida deberás trasformar tu carácter, para transformar tu carácter habrás de crear nuevos hábitos, para crear nuevos hábitos deberás actuar de forma diferente, para actuar de forma diferente tendrás que cambiar tus pensamientos.

Constantemente me encuentro con personas que no disfrutan de sus vidas, tienen mala salud, no les gusta su trabajo, sus relaciones con la familia y las demás personas no son buenas … pero no quieren cambiar, siguen creyendo que no es cosa suya. De esta manera es imposible que las cosas mejoren.

La vida es la interpretación que hacemos cada uno del entorno, a través de la mente. Si la mente está cargada de pensamientos negativos y destructivos, las conclusiones que se emitan irán contaminadas y oscurecidas. Puedes tener delante grandes oportunidades pero dentro de ti hay un pensamiento que te dice: Yo no merezco ser feliz, yo no valgo, no sirvo, soy mala persona, soy tonto… Si piensas que tu vida es mala, será mala y estarás atrapado en una vida triste, siendo uno mismo el que se limita.

Cuando cometes un fallo te machacas y te insultas de una manera ofensiva, cosas que no permitirías decirte a nadie, te las dices tú, alimentando tu malestar. Si uno cree que es tonto, no se dará la oportunidad de hacer cosas en las que tenga que desarrollar la inteligencia. Si uno cree que no cae bien a los demás se limitara a la hora de hacer cosas con otras personas, separándose de los demás. Si uno cree que es torpe no desarrollara la habilidad. Si uno cree que no sirve para nada no se atreverá a emprender nuevos retos…

La única manera de cambiar tu vida es cambiar tu forma de pensar, despertar la capacidad de observar tus pensamientos, discriminar cuales no solucionan, hacen daño y destruyen, cambiándolos por otros útiles, que ayuden, solucionen y construyan. De esta manera todo lo que salga de ti será positivo, creando un entorno, un mundo mejor allí donde tú te encuentres, lleno de salud, buenas relaciones y alegría.

No intentes cambiar el mundo, te estamparas con él, cambia tu mente haciéndola constructiva y vivirás en el paraíso en la tierra. Como decia un maestro:

"No intentes alfombrar el mundo, ponte zapatillas"


Ser felices.

Marut.

La verdad.



A lo largo de la historia los hombres han peleado por defender la verdad, ya sea desde la religión, la política, los deportes… queriendo imponer su idea. La verdad es el cristianismo, el islamismo, el hinduismo, el comunismo, el fascismo… o la verdad es que el mejor equipo es el Barsa o el Madrid. Por las ideas la gente ha luchado, se ha odiado y ha matado.

A nivel mental nos apegamos a los pensamientos, creyendo que somos lo que pensamos, por lo que cuando alguien me niega lo que pienso, es como si me negara a mí, sintiéndome rechazado, atacado y teniendo que luchar para defenderme. Esta es la ilusión que se crea en nosotros, ya puedes estar con tu padre, madre, pareja, amigos… que cuando te llevan la contraria lo que ves en frente es un enemigo al que hay que vencer, dejando claro que yo tengo la verdad, despertándose la rabia, la ira o el rencor.

Un maestro iba con dos de sus discípulos por el huerto del monasterio. Uno de ellos vio un gusano al lado de la lechuga y lo piso. El otro discípulo, al ver esto dijo:
- Maestro, no es verdad que no tenemos derecho a matar ninguna vida, pues todos formamos parte de la misma vida.
- Es verdad, contesto el maestro.
- Maestro- dijo el otro discípulo- no es verdad que si permitimos que los gusanos se coman nuestras lechugas no tendremos que comer.
-Es verdad.-Contesto el maestro.

Los pensamientos y las palabras deben de estar a nuestro servicio, debemos ser nosotros quien los utilicemos para alcanzar nuestras metas. Suele ocurrir al revés siendo los pensamientos e ideas quienes nos dominan, diciendo lo que tenemos que decir y hacer, a veces sin ningún control o limite, y si es necesario dañando o humillando a nuestro enemigo, ese que no piensa igual que yo.
Así uno se puede convertir en un fanático, siendo muy peligroso. Es muy importante tener una mente abierta, sin apegarte a ningún punto de vista, ni al tuyo ni al de nadie, poder escuchar enriqueciéndote con otras formas de pensar y así poder ser más ecuánime a la hora de tomar decisiones.

Las ideas deben de unirnos y no separarnos por el color, el sexo, la escala social, el partido político, alimentación…

Ser felices.

Marut.