domingo, junio 15

Respiración: puerta al vida, puerta a la consciencia.



La respiración es una de las cosas mas importantes de las que tenemos que cuidar en la vida, totalmente al contrario suele ocurrir, pues es común que nadie le de importancia ni atención. A través de ella podemos abrir la puerta de la consciencia, accediendo al aquí y ahora, consiguiendo una mayor presencia, atención y disfrute en lo que se hace.
Podemos pasar días enteros sin comer ni beber, pero si estuviéramos unos minutos sin respirar moriríamos, esto nos dice la total necesidad que tiene en nosotros. A través de la respiración entran alrededor de dos tercios de la energía que necesitamos.
La naturaleza con su gran sabiduría , nos hace sentir placer en las cosas que necesitamos para subsistir, disfrutamos al comer, beber, dormir, con las relaciones sexuales... todo esto lo hace para que la especie humana sobreviva y se preserve. Pues si con todas estas cosa hay placer y disfrute, imagínate la respiración siendo lo mas importante, la cantidad de sensaciones agradables y poderosas que nos transmite. Pero para acceder a este mundo de sensaciones internas hay sobre todo una condición: “atención consciente”.
Nuestra mente es como un saltamontes inquieto, no para, salta constantemente de un pensamiento a otro, esta en el supermercado, al segundo siguiente en el trabajo, luego en el cine, luego en la comida de antes, al segundo en lo que hará para cenar, luego tomando un café por la tarde con un amigo... no para. Esto nos pasa constantemente así que para poder dirigirla debemos empezar por utilizar técnica de yoga de respiración consiguiendo poco a poco mas dominio sobre la mente y dirigiendo nuestra atención allí donde nosotros queramos. La respiración que utilizamos normalmente es una respiración automática, en el momento que se le da una atención profunda, la convertimos en algo mágico, con un gran poder, el poder de estar donde se esta y de sentir la fuerza del presente.
Generalmente la persona utiliza muy poca capacidad de los pulmones, respirando solo con la parte alta de los pulmones, el tórax. Esta forma funciona con una respiración entrecortada y rápida, activando el circuito nervioso simpático, en el cual se tensan los músculos y el cuerpo, estando totalmente alerta y duros, como un gato cuando eriza todo el cuerpo. Esta bien cuando estamos en una situación de peligro y tenemos que actuar con mucha rapidez, lo malo es que estas situaciones no suelen pasar prácticamente y el cuerpo se ha habituado a estar en tensión constante, ni al dormir descansa.
Otra respiración seria con la parte baja de los pulmones, con la zona abdominal, siendo mas alargada y suave al tener mayor capacidad, esta forma activa el sistema nervioso parasimpático. En este los músculos y el cuerpo se relajan, teniendo mayor capacidad de concentración y un pensamiento mas amplio y claro.
Para finalizar tenemos la respiración yoguica donde se juntan las dos respiraciones, alta y baja, torácica y abdominal, consiguiendo una mayor capacidad pulmonar para respirar, por lo que el cuerpo recibe de forma suave mayor cantidad de oxigeno, activando el sistema nervioso parasimpático, llevando salud al cuerpo y a nuestra vida.
Dependiendo que forma de respirar utilicemos, pondremos en marcha un sistema nervioso u otro, dependiendo en el que estemos, simpatico o parasimpático, nuestra mente y los pensamientos funcionaran de una forma alterada, rápida y tensa o funcionara de forma relajada, con mayor claridad y menos miedo.
Recuerda que la vida es la percepción que tiene nuestra mente del entorno, de los hechos y situaciones, como recibe a través de los sentidos lo que ocurre a nuestro alrededor, procesando la información. Así pues dependiendo como esta nuestra mente, seremos mas o menos felices, tendremos mas posibilidades de tomar mejores decisiones y solucionar los problemas que se nos presentan, siendo mas creativos. Recuerda para dirigir nuestra mente el camino se encuentra en la respiración.
Te voy a proponer varias técnicas de respiración, es importante que pongas toda la atención que puedas en lo que haces, si la mente se va la vuelves a traer a la respiración, es normal que esto pase pues lleva toda la vida yéndose donde quiere cuando quiere, así que no te enfades y sin mas trae tu atención donde estas. También es importante que tengas una actitud de agradecimiento, el aire que entra te da la vida , te llena de fuerza, de energía al cogerlo y de paz, de serenidad al soltarlo.
Para empezar es bueno siempre coger una posición cómoda con los ojos cerrados para que consigas concentrarte mejor. Puedes tumbarte sobre una manta doblada en el suelo, separando un poco las piernas y los brazos. Puedes sentarte en un silla con las manos sobre los muslos y con la espalda recta. O puedes utilizar la postura del loto, sentado en el suelo con las piernas cruzadas y la espalda recta. Para empezar te aconsejo una de las primeras, son mas sencillas y aquí no tienes que competir, ni estar incomodo, has de disfrutar.

1ª Parte: Pon atención de abajo hacia arriba en el cuerpo y vas relajando: los pies, piernas, espalda, manos, brazos, boca, ojos, entrecejo y alisa la frente. Ahora el cuerpo esta cómodo y relajándose. Pon atención en tu respiración es suave o entrecortada; en la boca del estomago, esta duro, tenso o relajado, así obtenemos información de cómo llevamos el día y como estamos.

2ª Parte: Siempre busca la comodidad en los tiempos y repeticiones, yo pongo un consejo pero cada uno tiene que ver lo que necesita.
Empieza a respirar de forma suave con la parte baja de los pulmones, con la zona abdominal. Pon total atención, sintiéndolo. Puedes estar unos cinco minutos con esta , así movilizaras el diafragma o puedes contar 30 respiraciones.
Expulsando el aire completamente del abdomen sigue con la parte alta, el tórax, sintiendo las costillas como se expanden hacia los lados y arriba. Ahora la parte baja abdominal no se mueve. Repite este ejercicio unas 15 veces.
Expulsando totalmente el aire del tórax, unifica las dos respiraciones haciendo la respiración completa o yoguica. Siempre empieza cogiendo aire de abajo hacia arriba, primero llenas la parte baja y luego la alta. Al expulsar el aire hazlo de forma inversa, primero la parte alta y luego la baja. Intenta hcer las cosas a gusto, no busques la perfección, si disfrutas y lo haces con cariño. Poco a poco dominaras la técnica. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min.
3ª Parte: Utiliza cualquiera de estas variantes de respiración completa, te recomiendo que empieces por las primeras pues son mas sencillas.
Coge el aire de forma normal, retienes 2 segundos con los pulmones llenos y lo sueltas tan despacio como puedas, sintiendo como si todo tu cuerpo se deshinchara. Repite este ejercicio unas 15 veces.
Coge el aire de forma normal, retienes 2 segundos con los pulmones llenos, sueltas 2 seg. retienes 2 seg. suelta 2 seg. Así hasta tirar todo el aire. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min.
Coge el aire en 4 seg. Retienes en 4 se. Y sueltas en 8 seg. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min.
Respiración cuadrada: Coge el aire en 4 seg. Retienes con pulmones llenos 4 seg. Suelta en 4 seg. Retienes en vacío en 4 seg. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min. ( pautas 1-1-1-1 )
Respiración rectangular: Coge el aire en 4 seg. Retienes con pulmones llenos 2 seg. Suelta en 4 seg. Retienes en vacío en 2 seg. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min. ( pautas 2-1-2-1 )
4ª Parte: Respira de forma normal sin pautas de tiempo, observando como esta el cuerpo, las emociones, los pensamientos, ¿están igual que al principio? Siente la sensación de energía por diferentes parte del cuerpo.
Ya puedes abrir los ojos.







Escrito por Sergio.

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CUENTO: " La cabrita"



PARTE 1

En un hermoso valle junto a la ladera de una alta montaña, vivía un matrimonio de campesinos con cuatro hijos pequeños. Era una familia sencilla y humilde que trabajaban duro en el campo para subsistir, mientras los hijos jugaban, cantaban y disfrutaban de la naturaleza.
Un día que el padre había ido el pueblo a comprar unas cosas volvió con una sorpresa, era una cabrita muy bonita y salada, de color negro y algunas manchitas blancas repartidas por el lomo, sus ojos brillaban como dos estrellas en la noche. El pequeño de la casa, al que llamaban Monchito, como no sabia decir cabrita, la llamaba “brita”, así que decidieron ponerle este nombre cariñoso y gracioso como ella. Para toda la familia su llegada les lleno de alegría, los niños no paraban de jugar con ella, les divertía mucho como iba a pillarlos y envestirlos con su cuernecitos, todos corrían y le animaban riéndole las gracias. Ella se sentía querida y apreciada.
Cuando veía que los niños no le hacían caso y se sentía sola llamaba su atención corriendo a envestirlos, estos como les pillaba desprevenidos se sobresaltaban y todos reían, que feliz era. Poco a poco fue creándose en ella el habito de embestir para sentirse parte de todos, era su forma de decir: “oye que estoy aquí”. Para Brita nunca era suficiente, aunque jugaran con ella todo el día, al ver que no le hacían caso embestía, siempre quería mas.
Paso pues que Brita creció reforzando estos hábitos de embestir, para jugar y llamar la atención, pasando a formar parte de su forma de vida. Brita no podía evitar parar de embestir, pero hacia tiempo que había dejado de ser gracioso esto para toda la familia, pues los golpecitos que antes eran suaves y con uno cuernecitos chiquitines, ahora eran dados con una cabra fuerte y de una gran cornamenta, hacían mucho daño. Así todos los niños fueron perdiendo las ganas de jugar con ella, pues terminaban siempre con el cuerpo lleno de morados y mucho dolor.
Monchito, aun siendo el más pequeño y al que más le impactaban los golpes por su poco peso, seguía acercándose a ella para tocarla y acariciarla, pero en el momento que se descuidaba un poco, Brita le golpeaba con los cuernos tirandole al suelo y llenándole de dolor. El aun teniendo menos conocimiento que los demás, entendía que Brita no podía evitarlo, veía que el envestir estaba metido dentro de su conducta, y como no podía verla sola y triste seguía acercándose. Él confiaba en ella, sabia que podía cambiar. Seguía insistiendo en estar con ella esperando que despertara, que se diera cuenta que ya no era gracioso, pero las cosas no cambiaban.
Poco a poco fue cogiendo miedo a estar con ella, y esto se notaba pues cuando estaban juntos, a él le costaba mucho sonreír, estaba tenso como si esperara la embestida.
Cierto día que estaba con ella y se puso a observar el vuelo de un mariposa posándose en las flores que habían junto a él, Brita arremetió con fuerza y como estaba descuidado el golpe fue tremendo, tirandole al suelo con mucha dureza, allí se quedo aturdido, tirado en tierra y llorando. Allí es donde decidió que no volvería nunca mas a acercarse a Brita. Entendía que Brita no podía evitar embestir a los que tenia alrededor, pero también comprendía que el no podía seguir así, estaba últimamente triste y dolorido, se estaba quedando sin fuerzas en intentar algo que debía cambiar Brita, el no podía hacerlo.
Al no acercarse ya Monchito, Brita se fue consumiendo, siempre estaba sola, deseando que alguien estuviera con ella y cuando pasaba alguien cerca golpeaba con mas dureza, intentando en vano, que así con mas fuerza volverían las risas y los juegos. Estaba equivocada, aunque pudiera golpear con la fuerza del toro, ese no era el camino, esas no eran las formas de recuperar su aprecio, su atención.
Incluso en cierto momento olvido el porqué de embestir, y ya le salía de forma automática, como si tuviera dentro un resorte donde cualquier motivo lo disparaba. Las causas que podían activar este dispositivo eran infinitas: por llevar un jersey rojo le encendía, por estar de pie le recordaba un tronco, por estar sentados no le hacían caso, por mirar al cielo no querían jugar, por mirar al suelo la ignoraban, por gritar, por reír, por correr.... por infinidad de estímulos sin razón. Cualquier excusa activaba un fuego sin poder parar la reacción de embestir, le encendía dentro una fuerza que era incapaz de controlar y de la cual ella no se daba cuenta, dejándose llevar totalmente y no siendo capaz de terminar con las cornadas.
Así poco a poco fue cada vez estando mas separada y sola, cuando estaba en medio de los demás había tensión. Nadie estaba tranquilo esperando, y en algunos casos provocando la embestida, pues ya no la trataban con cariño, no podían, tenían demasiados morados en el cuerpo por los golpes recibidos para tratarla con amor. Recordaban lo hermosa y salada que era, como había cambiado tanto, esto les llenaba de pena. Así, incluso el trato por parte de todos hacia ella llego a ser desagradable, se ponían nervioso por cosas que no eran importantes, ellos tampoco podían evitar ya comportarse de esta manera, dentro de ellos había dolor, tristeza, miedo y rabia contenida.
Cierto día estaba, ya como era habitual, sola en su cuadrita escuchando las voces de fondo de toda la familia, riendo y hablando entre ellos, y recordaba.
Recordaba aquel tiempo en el que toda la familia se juntó para hacerle un sitio para dormir y que estuviera calientita. Todos los niños llevaban paja, mantas, cubos... y así le hicieron entre canciones y risas, con mucho amor una cuadrita para ella.
Recordaba cuando el campesino la llevaba siempre orgulloso a todos los sitios, a trabajar, al campo, al pueblo, siempre enseñándola a todos. Luego empezaron las embestidas primero hacia él, incluso delante de sus amigos y familiares, luego a estos también, dejándole una gran tristeza al campesino. Ahora ya no llevaba a Brita a ninguna parte. Para él había sido muy doloroso, muchas veces quería cerrar los ojos, para no ver, le dolía como habían cambiado las cosas, se resistía a aceptar esa realidad, quería estar ciego. Alguna vez la volvía a sacar a pasear para que andara, pero ya no sonreía, y cuando se despistaba, Brita embestía golpeándolo, entonces el se alejaba mas y brita golpeaba mas fuerte entonces. De vez en cuando, la veía a lo lejos sola y triste, pensaba ir y acariciarla, entonces veía sus moratones y el dolor que le causaban, y algo le clavaba los pies en tierra, impidiéndole acercarse.
Escuchaba como la mujer del campesino trataba con cariño y cuidaba de todos los niños, siempre había sido una mujer que se ocupaba de los demás. Recordaba cuando ella le traía antes la cómoda a su cuadrita. Como mientras Brita se la comía, le acariciaba el lomo y le cantaba canciones dulces. Ahora dejaba la comida y salía rápidamente, así evitaba las embestidas. Brita pensaba porque había cambiado tanto esa mujer con ella. Estaba ciega, no podía ver.
Recordaba cuando todos los niños jugaban con ella, abrazándola y riendo, ahora ya prácticamente no los veía, y cuado estaban cerca pasaban rápidamente sin parar.
Cuanto cariño había recibido de todo el mundo y no había sido capaz de apreciarlo. Sin tener ni idea se encontraba ante lo que más había huido toda su vida. No se podía decir que fuera culpable de eso, pues en gran medida y de forma inconsciente no había podido evitarlo. Había tocado fondo, llena de dolor y de pena se dio cuenta:
Estaba total y absolutamente “SOLA”.



PARTE 2.

Brita paso toda esa noche observando la luna y hablándole, fue una noche llena de tristeza pero muy hermosa, esa noche accedió a una parte muy profunda de ella misma donde solo existía verdad. Era como si el dolor que sentía hubiera derribado todas las barreras de tensión, rabia y miedo que la cubrían, abriendo así una gran puerta a la comprensión, llenándola de paz. Desde aquí había observando toda su vida y despertó, comprendió en ese momento que no era hora de justificarse, que no era hora de juzgarse y machacarse, era hora de cambiar. Tomo entonces la decisión más importante y firme de toda su vida:
“Conseguiría evitar hacer mas dolor, conseguiría llevar amor y alegría allí donde fuera, conseguiría ser FELIZ”.
Empezó con una determinación absoluta haciendo un camino de cambio, de darse cuenta donde se equivocaba, de todas las cosas que causaban sufrimiento en ella misma y en los demás, de cuantas cosas habían fuera que le molestaban indicándole dentro de ella ese interruptor, ese reflejo interno dañado que había que arreglar, para no saltar embistiendo. Y así fue consiguiendo un conocimiento de ella misma muy profundo, basado en la verdad, no en reflejos y mentiras.
Brita tenia un montón de cualidades y aptitudes buenas, lo que pasa es que estaban escondidas debajo de esas tensiones, de ese miedo, de ese dolor, de esa embestida. Era fuerte, tenia una voluntad grande, mucho coraje. Iba a darse a los demás sin esperar nada a cambio, así es como ocurre el verdadero milagro, porque te das confiando plenamente y recibes todo al darlo, en sensaciones que surgen dentro, en amor.
Era un día hermoso y soleado, todos los niños jugaban fuera y salió de su cuadrita con alegría. Se fue acercando a todos como gritándoles que había cambiado, que no quería hacerles daño. Todos salieron corriendo al verla, Monchito es el que más aguanto pero cuando vio que todos corrían, no pudo evitarlo y también corrió.
Sabia que ahora le tocaba recuperar la confianza de todos los demás, sabia que iba a ser duro. Tenia claro que al acercarse a ellos las cosas podrían complicarse, llevándose malas palabras o esquivándola, pues entendía que podía quedar miedo y temor de que les diera una cornada, pero si algo tenia brita era “coraje” y esto no la pararía. Los comprendía y sabia que en el fondo ellos también querían acercarse a ella y abrazarla, pero para eso era necesario que se liberaran del miedo.
Hacia falta tiempo, y ella con paciencia y constancia, conseguiría volver a conquistar el corazón de ella misma y de los demás. Ella lo sabia
Había veces que caía en la desesperación, como el día que estaba Monchito solo y ella se acerco con un florerita en la boca para dársela, pero él al verla corrió, ella también iba detrás de él pero entonces entro en su casa y cerro la puerta, dejándola fuera suspirando con fuerza mientras la flor le caía de la boca. En estos momentos se acordaba de lo mal que estaba antes, no quería volver a esa soledad, a ese golpear sin mas. Entonces se daba cuenta que si había avanzado, aun le quedaba mucho camino pero ella si que había recorrido un buen tramo, aunque los demás aun no lo vieran. Sabia que esta dirección era la correcta, la que le iba a llevar a vivir en el amor, a vivir en la alegría, o simplemente podíamos decir a “VIVIR” en mayúsculas.
Una tarde estaba bajo un almendro sintiendo el aire en sus orejas y el sol en su lomo, que bien se estaba. Desde que tenia claro lo que quería había conseguido un estado de confianza y de seguridad, con el cual en algunos momentos sentía chispazos de vida, de felicidad. Este era uno de esos, estaba a gusto viendo a los lejos los niños jugar y reír. Al verlos veía como el mayor protegía y cuidaba a los demás, como el más pequeño confiaba en el dejándose guiar, veía luz en ellos y sentía amor dentro de ella. Tiempo y constancia, ella lo sabia.
El descubrimiento sobre ella misma que más fuerza le había dado, fue cuando con toda claridad vio la cantidad de amor que tenia dentro para dar, sabia que cometía errores como todos, pero dentro de ella estaba la necesidad de dar amor y esto la conectaba con el poder Dios, así sabia que absolutamente nada le impediría alcanzar su destino. El amor hacia que brillara, y en los demás se iban destruyendo poco a poco las barreras de la desconfianza.
Otro de sus grandes descubrimientos ocurrió al ser capaz de ver el aspecto positivo en los demás, pues consiguió también verlo en ella; al no buscar la pega en los demás, tampoco buscaba la pega en ella; al no buscar el miedo y tensión en los demás, tampoco lo encontraba en ella; al encontrar la belleza y el aspecto divino en los demás, también lo sentía en ella, haciéndolo cada vez más grande. Así vio que tal y como actuaba con los demás actuaba con ella misma, y fue consiguiendo un estado de amistad, de armonía con ella misma, con los demás, con su entorno y con su vida.
Cierto el día el pequeño de la casa estaba llorando solo en el valle, una discusión con uno de sus hermanos lo había puesto muy triste, no era algo normal entre ellos pero de vez en cuando pasaba.
De repente Monchito sintió algo que se frotaba en su hombro, al volverse descubrió que era Brita, el primer impulso fue correr, pero entonces le miro a los ojos y vio un brillo que salía del centro de su corazón. Él siguió mirando a la cabrita ya con mas confianza y entonces descubrió que en la boca llevaba un ramillete de flores. Enseguida supo que Brita lo había conseguido, en el fondo él siempre había confiado en ella, ya no venia a golpear, si no a darle el regalo más hermoso que existía, “amor incondicional”. El niño la abrazo lleno de alegría, volvían a estar unidos. El no pudo apreciar como en ese momento a Brita le caían lagrimas de los ojos, estaba feliz.
Poco a poco, Brita fue acercándose a los demás miembros de la familia, sin apretar, sin exigir. Simplemente, de forma lenta y calmada, se ponía a una distancia de ellos en la que no se sintieran amenazados, allí se sentaba y esperaba. Ellos empezaron a darse cuenta que Brita era diferente , veían que brillaba, como si una luz le saliera desde dentro, llenándola de paz y armonía. Así fue como todos volvieron a confiar en ella, borrando el miedo y el rencor.
Brita no hubiera podido andar este camino lleno de cuestas muy difíciles y bajadas pronunciadas, si no hubiera sido por la gran fuerza y voluntad que tenia, solo tenia que dirigirla en la dirección correcta, de forma humilde y sencilla. Toda la fuerza y tozudez que antes utilizaba en dar golpes incorrectos, ahora las había utilizado bien dirigidas creándose un propósito cada vez más grande, un propósito divino.
Poco a poco, poco a poco Brita fue consiguiendo cambiar, poco a poco iba ganando en paz, poco a poco iba descubriendo el amor verdadero. Al acercarse a alguien ya no veía donde golpear, sino la parte hermosa, la parte positiva, el aspecto divino que hay dentro de cada uno, esto le hacia multiplicar la fuerza, no por el doble, ni por el triple sino por muchísimo mas, pues esto hacia que se conectara con una energía divina llena de amor para dar.
Cierto día el campesino llego cuando anochecía muy cansado, brita lo veía a lo lejos, sintiendo amor hacia él, era un buen hombre. Entonces este tropezó con una piedra y se golpeo con una roca, no se levantaba. Brita corrió hacia él, al llegar vio que estaba sangrando inconsciente en el suelo, cogió su sombrero y lo llevo corriendo en busca del pequeño de la familia. La noche había llegado rápidamente, por lo que no se veía nada, hacia mucho frió.
El niño al ver a brita se acerco, como no distinguía lo que llevaba brita en la boca, cogió luz y se acerco a ella. Al ver el sombrero de su padre llamo rápidamente a toda la familia.

Él confiaba plenamente en Brita así que dijo a todos que a su padre le había pasado algo, que cogieran luces y Brita les conduciría hasta él. Así lo hicieron, todos fueron detrás de ella en la oscuridad de la noche y con las pocas luces que llevaban. Al rato de andar tropezando con piedras vieron al padre, en el suelo inconsciente y sangrando. Lo taparon con una manta y lo cogieron, todos querían ayudar, así lo llevaron a casa, lo tumbaron en la cama, le curaron las heridas y fue recuperando el calor del cuerpo. Estaba dolorido pero se recuperaría. Unas horas mas allí tumbado y podría haber muerto de frío.
Todos los niños volvían a jugar con ella, el campesino la llevaba siempre al campo y cuando le llevaba comida la madre de la familia, le acariciaba cantándole canciones muy hermosas. Cuando estaban juntos todos reían y cantaban.
Brita era “FELIZ”.






“CUANDO EL DESEO ES SINCERO Y LA INTENCIÓN CORRECTA, LLEGA UNA FUERZA DESDE LO MAS PROFUNDO DE NUESTRO SER, QUE NOS EMPUJA, QUE NOS LLEVA AYUDÁNDONOS A NO CAER ANTE NUESTROS FRACASOS Y ERRORES, DÁNDONOS FUERZA PARA SEGUIR Y ALCANZAR NUESTRA META”



COMENTARIO:
Todas las personas llevamos dentro cargas emocionales, patrones de conducta automáticos, necesidades, carencias... que hemos ido cargando en nuestro pasado, en general muchas cosas que debemos cambiar y superar, pues nos crean desequilibrios internos. La diferencia que hay entre unas personas y otras es el grado de fuerza que ejercen estas tensiones internas en nosotros, con un grado bajo podremos vivir con mayor tranquilidad reinando la coherencia y la armonía en nuestras vidas. Pero las personas que tienen un grado alto de tensión interna, viven en un conflicto continuo, pues esa guerra que llevan dentro la trasladan allí donde se encuentran. Este malestar que hay dentro, condiciona a la hora de percibir lo externo, al tener las emociones alteradas, estas dirigen a la mente haciendo que procese la información que le llega del entorno de forma errónea, buscando excusas constantemente fuera de cosas que no valen la pena y sin importancia para sacar ese conflicto interno que no les deja vivir en paz. Esta personas se suelen sentir vivas con la emoción del conflicto en si, por lo que constantemente añaden leña al fuego sin intentar seguir el camino correcto, el de la resolución del conflicto.
Para las personas así, su vida a sido una guerra continua desde dentro hacia fuera, siempre han echado la culpa a los demás de todo lo que pasaba en sus vidas y así es imposible solucionar todo ese dolor interno. Al final se quedan solas, las personas se van alejando pues lo único que les causan es dolor y problemas.
Estas personas deberían parar y pensar:
“ En todas las situaciones de conflicto, en mi trabajo, en mi familia, en mis vacaciones, conduciendo.... ¿cual es el denominador común?, que elemento se repite en todas ellas”
Si uno es sincero, la respuesta será:
“YO MISMO”



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Escrito por Sergio.

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