domingo, junio 2

Necesidades innecesarias




Se pueden diferenciar dos tipos de necesidades, las necesarias y las innecesarias. 

Somos muy influenciables por los estímulos externos que llegan a través de la publicidad y de las modas. La publicidad hace que su producto sea apetecible, despertando el deseo de adquirirlo y hacerte creer que eso es lo que necesitas para tu felicidad. De esta manera intentamos alcanzar una imagen ilusoria de la felicidad a través del aspecto físico y de acumular cosas que luego no nos dan ese bienestar deseado. Aun sin aportarnos felicidad, tenemos miedo a perderlas y viendonos obligados a mantenerlas. Así creamos necesidades innecesarias.

Luego están la necesidades necesarias, que son desconocidas para la mayoría de personas pues no suelen “vendérnoslas”.

A nivel físico nuestro cuerpo físico NECESITA:

- Comer de forma adecuada, aportar abundante fruta y verdura fresca a diario.
- Respirar correctamente, la mayoría de personas respira mal, poca cantidad y rápido.
-Ejercicio adecuado, trabajando de forma ordenada estiramientos y contracciones musculares y movimientos de articulaciones. El Yoga, la natación y pasear son estupendos.
-Descaso adecuado, pues una cosa es dormir y otra descansar. Hay veces que el cuerpo se acuesta tenso y se levanta tenso, sin haber descansado.
-Pensamiento positivo. Lo que más mata la salud son los disgustos y las preocupaciones, el stress.

A nivel emocional NECESITAMOS relaciones sanas con nuestro entorno, sinceridad y amabilidad en la familia, trabajo y amigos. Conseguir esto depende de ti, trata a las personas de esta manera y no esperas nada, finalmente también te responderán así.

A nivel mental necesitamos pensamientos que ayuden, que solucionen. Utilizar datos correctos  para llegar a conclusiones correctas.  Alrededor del  80% de los pensamientos o son mentira o solo sirven para empeorar. Si tienes un pensamiento útil profundiza en él y encontraras caminos constructivos. Si tienes un pensamiento inútil, que te daña y no soluciona, cámbialo. Mejor no hablar de la crisis y de sus consecuencias, no te ayuda a ti ni a nadie. Trabaja correctamente y confía.

Si das valor a tus autenticas necesidades,  trabajas con ellas y creas buenos hábitos, sentirás como tu vida gana en salud, alegría y prosperidad.

Ser felices.

Marut.

Libertad




El camino hacia la libertad es un trabajo importante, pero para poder recorrerlo es importante saber el camino. Son muchas las personas que suelen decir: “Yo soy así porque me da la gana, hago y digo lo que quiero”. Generalmente estas personas están muy equivocadas, no se dan cuenta de todo aquello que las condiciona y piensan que dirigen su vida.

Recuerdo cuando empecé a practicar yoga y meditación, quería ir a hacer unos cursos para formarme. Tenía dinero, tenía el tiempo y todo lo necesario externamente para hacerlo, pero tarde cerca de dos años en permitírmelo. Dentro de mi había una ley mental que decía: “Si te vas un fin de semana a hacer un curso, eres un mal padre y un mal marido”. Es curioso que para hacer algo por mi bien no me diera permiso, sin embargo por trabajo viajaba y pasaba noches en diferentes ciudades de España constantemente.

La libertad se gana a través del conocimiento de cómo funcionamos y de todo aquello que nos limita, impidiendo ser quien podríamos llegar a ser y de hacer lo que debemos hacer por nuestro bien y el de los demás.

Las características del cuerpo físico son la pereza y la búsqueda de placer. Cuantas veces hay que hacer algo y no se hace por que el cuerpo no tiene ganas y otras se pone a comer sin poder parar, pasándose y sintiéndose luego mal. A nivel emocional el miedo es el que más nos limita y quita libertad. Miedo a lo que pensaran los demás, al enfrentamiento, a equivocarnos, al fracaso, a lo desconocido, al sufrimiento, a la pobreza… todo esto hace que nos quedemos en la zona de confort, aunque estemos mal, con la idea de que más vale malo conocido que bueno por conocer. A nivel mental tenemos un montón de leyes que te exigen como debes de ser, lo que tienes que hacer y unas barreras gigantescas que dicen “NO PUEDO”

Un cuento nos habla de un elefantito que nada más nacer lo ataron a una estaca clavada en el suelo, se pasó toda la noche estirando de la cuerda para soltarse pero no pudo. Al día siguiente siguió intentándolo y al otro, hasta que al cuarto se rindió y grabo una afirmación que decía: “No puedo”. El elefantito se fue haciendo grande, pesaba varias toneladas y podía derribar árboles, muros… era muy poderoso pero cuando le ataban a la estaca nunca más intento estirarla. Con poco esfuerzo habría conseguido sacar la estaca del suelo, pero tenía una gran limitación, la más fuerte de todas. La mente lo encerraba en una cárcel invisible con una grabación que decía: “No puedo”

Confucio decía: “Si crees que puedes tienes razón, si crees que no puedes tienes razón”

Otra frase importante nos dice: “La verdad te hará libre”. La verdad no son palabras ni acciones. La verdad es quién eres esencialmente, percibirlo y reconocerlo hace que no te identifiques con los cuerpos físico-emocional-mental  y así no hacer lo que ellos te digan. Pues debe de ser al revés, que ellos hagan lo que tú digas, lo que tú creas que se debe hacer. Esto es libertad.

Ser felices.

Marut.

Momentos presentes




Una mujer viajaba conociendo diferentes pueblos de la región, en uno de ellos pasó por el cementerio local y decidió visitarlo. Le llamo la atención ver tantas imágenes de personas sonriendo, pero aún le sorprendió más, leer los enunciados en las lapidas. Muerto con 15 días de vida, muerto con 30 días de vida, muerto con 25 días de vida… Todas las lapidas apuntaban a muertes muy rápidas 10, 31, 23, 7 días de vida. En ese momento se cruzó un lugareño saludándola, ella no pudo contener su curiosidad:

-¿Disculpe buen hombre, como puede ser que todas las personas de este cementerio han muerto con tan pocos días de vida?

El hombre con una sonrisa amable le contesto.
-Creo que se confunde. En este pueblo no medimos la vida por la duración del cuerpo, sino por la suma de todos los momentos presentes, pues estos son realmente aquellos que estamos vivos. El resto estamos en un estado de ensueño, solo se viven en la mente, sin enterarnos apenas de lo que ocurre realmente.

Este cuentecito nos da una lección muy importante. La mente tiene la tendencia a dispersarse hacia al pasado, en la memoria, recordando lo que paso o no paso, lo que hice o no hice, lo que me hicieron o dejaron de hacer. También tiende a viajar al futuro, a la fantasía, montando películas de lo que pasará o no pasará. 

Parece ser que al morirnos no nos llevaremos nuestro dinero, ni nuestra casa, ni tan siquiera la dentadura de oro… pero sí que nos llevaremos los momentos presentes, aquellos momentos que vivimos conscientemente. Estos momentos nos acompañaran, cargando nuestra alma de experiencias y haciéndonos evolucionar. Puede ser que no creas esto, pero puedo asegurarte que cuando vives las situaciones conscientemente, en presente todo cambia, llenándose de matices y serenidad. Cualquier situación difícil, desde el pasado aparece la rabia o el rencor, en  el futuro generalmente el miedo, si la vives en presente, no hay espacio para suposiciones, ni malestar… viviéndose con libertad, sin distorsionar las cosas.

Mi consejo es que le des importancia a sumar momentos presentes por pequeños que sean. Esto se consigue a través de experiencias sencillas como respirar de forma profunda, estar en silencio, sentir los rayos de sol en la piel, el aire rozando las mejillas, observar la naturaleza, las nubes, una puesta de sol, un amanecer, el vuelo de los pájaros… son cosas que nos hacen sentir que estamos vivos, sentirnos en profundidad.

Ser Felices.

Marut.

Los dos mundos




Podríamos diferenciar básicamente dos mundos, el mundo externo (de nariz hacia fuera) y el mundo interno (de nariz hacia dentro). El mundo externo es el mundo de las formas, de los objetos y de la acción, accedemos a él a través de los sentidos, siendo nuestra mente quien interpreta los datos recibidos. El mundo interno, es donde realmente vivimos, es donde existen nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. El miedo no existe fuera sino dentro de ti, lo mismo pasa con la rabia, la intolerancia, la tristeza, la angustia, los celos, la envidia, la alegría, la felicidad, el amor…

La mayoría de las personas funcionan hacia fuera, hacia el mundo externo, pero muy pocos lo hacen hacia dentro, ya que no es algo natural, sino que se tiene que desarrollar a través de técnicas como el Yoga, la meditación, el silencio, contacto con la naturaleza…

Lo que ocurre al ir hacia fuera es que se intentan solucionar los problemas en el exterior y por más que se solucionan, siempre vuelven a repetirse. Una persona puede estar dos horas discutiendo con otra, al ir hacia fuera solo ve que la otra persona es un cabezota, que le gusta discutir y tener la razón. Al sentirse mal cree que la solución es que la otra persona cambie su postura y le dé la razón, por lo que sigue forzando una situación cada vez más tensa y que no se soluciona. Si esta persona mirara hacia dentro vería su necesidad de tener la razón y su propia tozudez para convencer al otro de lo que piensa.  Las personas intentan toda la vida cambiar a los demás, decidir las situaciones que tienen que vivir y que el mundo sea como ellos piensan, viviendo en un mundo de malestar y conflictos, por que intentan controlar algo que no se puede.
Todo tu poder reside en ti, en observar contantemente pensamientos y sentimientos, generando cambios internos, soltando apegos, miedos y conflictos. Mientras no hagas esto vivirás todas las situaciones desde la lente desenfocada de la mente y las emociones, de forma más o menos distorsionada. Ahora se están viviendo momentos muy expandidos de angustia y miedo, todo el mundo se va hacia fuera dejándose llevar por sus conflictos y creyendo que la solución esta fuera, en que desaparezca la crisis. No se es consciente del miedo interior que nos hace vivir las cosas de forma desproporcionada, bloqueando nuestra capacidad de pensar y dar respuestas creativas. Si viniera un niño de áfrica y le hablaras de la crisis que estás viviendo ¿Qué crees que pensaría él?

“Tu vida es la interpretación que haces del entorno”

No pierdas la oportunidad de mirar hacia dentro, emociones y pensamientos,  en situaciones difíciles pues nos permite conocer como somos, conocer nuestros miedos, intolerancias… e ir frenando el dejarnos llevar por ellos. No digo que mires hacia dentro y no hagas nada, sino que equilibres internamente para que la interpretación de la situación no sea desproporcionada y la respuesta pueda ser adecuada. Poco a poco podremos actuar con mayor libertad y acierto, además de ir dejando atrás situaciones y conflictos para que no vuelvan a repetirse, pues dentro habremos cambiado, equilibrando emociones, soltando bloqueos, aprendiendo la lección.

Ser felices.

Marut.

"Esto también pasará"




Hubo una vez un rey que tenía un precioso anillo y quería guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pudiera ayudarle en momentos de desesperación total. Los sabios y eruditos del reino no encontraban ningún mensaje de dos o tres palabras que le pudieran servir, así que el rey consulto un anciano sirviente, por el que tenía gran respeto. 

-En una ocasión me encontré con un místico, era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas, ábrelo cuando no encuentres salida a la situación.

El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida. De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel: Simplemente decía “ESTO TAMBIEN PASARA”.

Mientras lo leía sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse equivocado de camino, habían desaparecido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. El día que entraba victorioso en la capital hubo una gran celebración con música y bailes. El rey se sentía muy orgulloso de sí mismo. El anciano sirviente estaba a su lado en el carro y le dijo que volviera a mirar el mensaje.

-¿Qué quieres decir? –Preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

- Este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje.
Todas las situaciones que se nos presentan en la vida pasan, lo que queda de ellas es la enseñanza que hemos sido capaces de asimilar. La firmeza que podemos desarrollar ante el miedo, la angustia, la rabia o la euforia, viviendo cada vez con mayor profundidad y presencia. Para esto tenemos que apoyarnos en las cosas que realmente importan y que todos los días olvidamos. Agradecer en silencio cuando tienes un momento “bueno”, riendo o jugando con tus hijos, abrazando a tu pareja, conversando con algún amigo, sintiendo el sol en la cara…. Si no puedes valorar lo que tienes, no tienes nada. También es importante tener esperanza. Proyectos abiertos en los que desarrollar inteligencia, creatividad, voluntad, confianza… trabajando sin apegarte a un resultado, pues si no surge lo que esperas te derrumbaras y frustraras, perdiendo la fuerza para seguir. Desde mi experiencia los proyectos son como pasos, uno lleva a otro, y a otro… así, hasta haber superado cualquier situación y haber crecido con ella, aprendiendo humildad y humanidad. Las lecciones más importantes las aprendemos en la vida, no en los libros.


Ser felices.
Marut