En
estos tiempos y siempre, la renuncia al resultado es una asignatura obligatoria
a aprender. En las técnicas de yoga existe Sanyasa y Tiaga, son diferentes pero
van unidas. La primera nos habla de renunciar al resultado, no busques ningún fruto,
ninguna recompensa futura de lo que haces. La segunda nos dice que disfrutes de
la acción por todo lo que ella te aporta, desarrollando nuestro potencial y
sacando el máximo provecho posible.
En el
momento que nos olvidamos de conseguir un resultado, podemos intalarnos en la presencia y desaparece el miedo, la
ansiedad, la prisa… todo aquello que nos impide estar en lo que hacemos, ganando
así concentración y creatividad para hacer las cosas de forma diferente. Einstein
decía que en momentos de crisis es más importante la imaginación que el conocimiento.
Con la imaginación, que no es lo mismo que la fantasía (mentiras y películas
que nos montamos en la mente), hacemos las cosas de forma diferente, creando
algo nuevo, desarrollando creatividad. De seguir haciendo lo mismo como
siempre, utilizando el conocimiento acumulado en la memoria, inevitablemente
llegaremos al mismo punto donde nos encontrábamos.
También
al depender de un resultado, de que algo sea como deseamos, si no lo
conseguimos surgirá la frustración, quitándonos la energía y la fuerza para
continuar, hasta dejarnos totalmente desmotivados.
“No
tenemos ningún poder sobre el resultado de nuestras acciones, pero sí que lo
tenemos sobre las acciones”
Es
importante que tengamos claro que no podemos controlar lo que va a pasar,
el resultado. Todo nuestro poder reside en nuestras acciones, que cambian
trabajando pensamientos y sentimientos.
Cuando diriges correctamente tu esfuerzo cambiando interiormente todo aquello
que no te ayuda y potencias lo que soluciona, finalmente hay algo mágico, pues
todo el mundo que te envuelve cambia. No empieces una guerra hacia lo que no
puedes cambiar, la situación que vives sin aceptarla, los hechos, pues la perderás.
En la
vida suelen hacerse las cosas buscando dinero o reconocimiento y cuando no se
consiguen surge el conflicto. No digo que no sean necesarios, pues sí que lo
son, nos hace falta dinero para vivir y reconocimiento para tener autoestima,
salud psicológica y sentirnos bien, lo que digo es que no bases todo en ellos.
También puedes hacer las cosas porque es “lo justo y necesario”, de esta manera
el regalo, la recompensa la tienes en la acción, sientes que haces lo correcto,
lo que toca, confiando en que la vida te dará todo lo que necesites.
Ser felices.
Sergio Cambra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario